My boyfriend from Gotham

Capítulo 6: KidFlash

Su mejor amigo lo había besado.

Miss Martian, Robin y él habían sido enviados a una misión solos, aparentemente escogidos como los que mejores oportunidades tendrían contra una telépata -Wally pensaba que debían haberlo consideraro dos veces, después de cómo había terminado todo- y con Robin como líder, fueron a ello.

Después de llegar al lugar, como M'gann no podía localizar a Omen -no debía, ya que corrían el peligro de ser localizados igualmente- tenían que entrar al edificio y encontrarle a la vieja escuela.

Cuando por fin descubrió su ubicación -porque claro que él la había encontrado, con lo rápido que se movía- lo comunicó a los demás y tanto él como M'gann intercambiaron miradas un tanto confundidas al ver que Robin no llegaba. Después de esperarle por dos largos y completos minutos -cuando eres un Flash ese tiempo es una eternidad, ¿de acuerdo?-, decidieron actuar por su cuenta confiando en cómo el velocista aseguraba a su compañera que seguramente algo había captado su curiosidad y había ido a investigar, y luego de otro largo minuto su amigo lo confirmó por sus comunicadores -no había conexión telepática, duh-, y ambos pelirrojos se dispusieron a atacar.

Wally estaba confiado y creyó -tan ingenuo, él- ser capaz de derrotarla quizá incluso por su cuenta.

Wally estaba tan equivocado.

KidFlash apareció primero delante de la chica como distracción mientras Miss Martian atacaba, sin embargo Omen fulminó con un sólo ataque psíquico a su amiga -por lo que mencionaría después en la misión, la pobre se había sentido rodeada y ahogándose en fuego- por lo que tuvo que llevársela lejos de ahí, a un lugar seguro.

Cuando regresó -un tanto molesto y engreído, debía admitir- intentó terminar las cosas rápidamente con un truco que Flash le había enseñado, sólo para darse cuenta que ya había sido atrapado por Lilith.

Y aquello fue... de las peores experiencias que Wally hubiera tenido.

Cuando por fin recobró el sentido de las cosas, se hallaba con Robin.

Estaban de vuelta en la base. M'gann se excusó a su habitación y su amigo se plantó en la habitación principal trabajando con la información que había recabado en su fallida misión.

Fallida.

Robin estaba molesto, y Wally podía notarlo tan sólo fijándose en la forma de respirar de su amigo. La forma en que respiraba, como su mirada e incluso sus gestos estaban demasiado agudos y afilados; estaba molesto. No lo culpaba, la misión donde él iba como líder del equipo y todo terminaba jodidamente mal.

Wally sabía que el menor no lo culpaba, ni a él ni a Megan, pero él estaba consciente de que efectivamente, todo aquello era su culpa. Él era un velocista, por amor a la ciencia, no debía ser afectado por control mental. Pero lo que aquella chica le había hecho ver...

Después de cierto tiempo -que realmente no tenía idea de cuánto- se percató del sofá donde esaba sentado, inmóvil, desde que regresaron de la misión. Movido por la terrible culpa que sentía se puso de pie y fue a donde Robin para, por lo menos disculparse -y esperaba poder hacerlo propiamente, ya que aquellas visiones aún se lo comían por dentro-.

Y por más irónico que aquello sonara, todo pasó tan rápido.

Robin había atrapado su rostro con ambas manos de una manera extraña e increíblemente familiar, se paró de puntillas y le besó.

Robin lo besó.

Y se sentía incorrecto. Se sentía mal y confundido. ¿Desde cuando su amigo se sentía así por él? Siempre habían sido muy cercanos pues desde el momento en que se conocieron se llevaron de maravilla, con todas las similitudes y diferencias que dos sidekicks de su edad podían tener.

¿Por qué expresarlo hasta ahora?

Claro que Wally quería -amaba- a su mejor amigo, ¡es Robin, por amor a la ciencia! Pero aquello había ido más allá... ¿o sólo él lo pensaba? ¿A caso Robin siempre se había sentido así hacia el, pero él era demasiado distraído  como para darse cuenta? Pero joder, después de tantos años, tantas experiencias juntos...

¡Wally tenía novio! ¡Wally tenía a Dick! ¿Qué haría ahora?

Cuando Robin le miró por fin y se separó de él, el pelirrojo no atinó a nada mas que salir huyendo de ahí, apenas escuchando cómo el menor le llamaba a gritos.

Por un largo rato no hizo nada mas que correr. Intentó a toda costa no pensar, pero las emociones estaban ahí. Estaba sorprendido y triste, jodidamente triste. Además de lo perturbado que había quedado después de aquellas visiones, ahora estaba en una situación terrible donde aparentemente su mejor amigo quería algo con él, en el peor de los casos podría estar enamorado de Wally -¿o el mejor de los casos?- ... -no, definitivamente, el peor de los casos-. Además sentía ira y asco consigo mismo, él era literalmente la segunda persona más rápida del mundo, de haber querido realmente esquivar aquel beso, podía haberlo hecho... pero no lo hizo. ¿Qué clase de persona era? ¿Cómo vería ahora a Dick?

...Dick.

Y esas manos -aún con los guantes puestos- se sentían tan naturales sosteniendo sus megillas y barbilla.

Lo bueno es que no iba a pensar las cosas.

El nudo que se había formado en su garganta estaba inquieto, y KidFlash se lo tragó -lo cual fue una mala idea, pues podía sentir su paso por su interior, hasta que aquello llegó a su estómago como algo frío, enorme y vacío que pesaba y le hacía daño.

Al haberse permitido meditar sobre lo ocurrido una y otra vez, KidFlash se sentía cada vez más culpable y extraño y asqueroso. Sobre todo se sentía egoísta.

Egoísta porque quería, necesitaba a Dick. Quería correr hacia él, rodearlo con sus brazos y llenarse de la tranquilidad y amor que siempre le proporcionaba, pero a la vez sentía una -jodida- necesidad de regresar a la base y reencontrarse con Robin, hablar con su mejor amigo y averiguar de qué ba todo aquello.

Wally sólo seguía corriendo mientras algo cosquilleaba en sus labios, no teniendo en claro por quién es que tenía esa sensación.