2U | Yoonmin

18. Try

Muchas gracias por leer esta historia, me emociono por cada 1K no se porque ah pero gracias por leerla, tardo en actualizar por mi trabajo y poco tiempo pero mi mente siempre esta en constante tic tac ahre, gracias por de verdad leerla y ser parte de esta historia entre estos dos pequeños rotos en busca de amor ah. Saranghae!

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Min Yoongi.

La tensión en la casa había subido, sinceramente ni yo sabia como esto había sucedido de repente.  Jungkook y Jimin se tiraban miradas cada vez que podían. Se supone que estábamos relativamente de descanso preparando todo para el comeback pero, cada cosa que sucedía no lo hacia mas ameno.

Jungkook había pedido unos días para pasar con su familia, a todos nos sorprendió, a todos menos a Jimin. Cuando Jungkook tomó sus cosas para irse, miro a Jimin y de una salió del edificio. Sabíamos que volvería, eso esperábamos.

Jimin pasaba sus tardes a mi lado, riendo y comiendo juntos. Cuando quería salir a comprar algo el me acompañaba y yo no le decía que no. Era agradable tenerlo, era agradable su compañía. Lo veía caminar, tomando sus brazos y balancearse mientras sonreía y sus ojos desaparecían en una hermosa línea...¿Así se siente el amor?

Porque sinceramente se siente bien. Cuando me percate que íbamos caminado, hablando de muchas cosas y la mayoría no tenia sentido. Sabia en ese momento al mirarlo, que el me hacia feliz. Y no quería perderlo.

—Jovencitos ¿Gustan un helado? — dijo una anciana de repente sacándonos de nuestra conversación.

—¿Gratis? — dije alzando una ceja. Jimin me miro y rio, dándome un pequeño golpe en mi hombro. —Bueno, si deme dos...

—¿De que sabores? — nos pregunto a ambos.

—El mío de chocolate y...¿Jimin? — dije volteando a mirarle.

—¿Yo? — se señalo a si mismo. Amaba su torpeza, su inocencia. Me encontraba fascinado con su lindo rostro y la forma en como sonreía.

—Si...tu babas, elige el sabor que quieras.

—Oh b-bueno yo...—dijo nervioso juntando sus pequeñas manos para mirar a la anciana con ojos brillosos —¿Tiene de arándano? — dijo avergonzado, mientras me miraba de reojo y tapaba su boca con su mano.

—Claro...— dijo la anciana, nos miro sonriendo mientras nos servía los helados. Reaccione, y me ruborice un poco. Le invite un helado a Jimin sin siquiera notarlo. Esto no era una cita, ¿no?

Nos dio nuestros helados, y le di el dinero a la anciana. Jimin tomó su helado como un pequeño niño entre sus manos, y le dio un lengüetazo probando el amargo sabor del helado de arándano. Hacia muecas, era divertido verlo así. Malditas mariposas que causas en mi Jimin.

—Te gusta el arándano...vaya. — dije mientras entrecerraba mis ojos un poco, expectante. El me miro avergonzado.

—S-si bueno...es un sabor raro, a nadie le gusta. — dijo mientras seguía probando su helado y golpeando sus pies.

—¿A nadie? — pregunte curioso. El bajo un poco su rostro, sentí que lo había incomodado. A mi edad, no era tonto. Sabia de quien hablaba, y suponía que el recordarlo no lo hacia sentir bien. Habían pasado unos cuantos días desde que Jungkook se había ido con su familia, el hecho de que Jimin lo estaba evitando era inevitable, pero cuando vuelva ¿Qué sucederá?

—A Tae no le gusta este sabor — rio un poco. — Dice que es como chupar limón.

—Taehyung a chupado cosas mas amargas seguro...—Jimin pego una carcajada contagiosa que logro que me riera también, lo que dije fue vulgar supongo pero no puedo parar mi humor tan vago.

Jimin se detuvo de golpe abriendo sus labios sorprendido. Habíamos caminado y platicado ya un rato, hasta que nos detuvimos en un parque. Con este mocoso el tiempo se me pasa volando. Jimin corrió al parque como un pequeño niño, reí y lo seguí. Ya me había terminado yo mi helado. Lo que hace el hambre.

—Solía jugar este juego...— dijo mientras reía y me miraba, mientras lo señalaba contento. Mire aquel juego metálico en forma de globo, donde los niños se suben y desde dentro giran la ruleta para ir mas rápido. —Era divertido pasar mis días aquí...

—¿Aquí? ¿Justo en este parque? Wow cuantos autobuses tomabas...—dije riendo.

—No Yoongi...—chillo — en mi casa, teníamos un parque similar a este, y venia con mi madre casi todas las tardes después de que ella llegara de trabajar...—se detuvo y sorbió por su nariz — Añoro esos días en los que nada me preocupaba.

—¿Y qué te preocupa? — pregunte. Quería saber que era lo que de verdad lo atormentaba y quería saber a que se había referido Jungkook –¡Estas roto!– pero, ¿Roto en que sentido?

Miro sus pies un poco, y volteo a ver los columpios del parque. Ignorando mi pregunta se acerco a ellos, y se sentó. Me miro sonriendo un poco, mientras se balanceaba en el columpio aun con sus pies en el suelo.

Me acerque a el, ladee mi cabeza mirándolo un poco. Pude ver su mirada triste, pude ver sus lagrimas escondidas, pude ver que aun le dolía. Camine detrás de el, acercándome al columpio y tome las cadenas que lo sostenían. El me miro de reojo.

—Mereces ser feliz ¿Sabias? — dije, y si lo merecía. Para mi Jimin era un ángel que bajo del cielo a sacarme la tristeza que mi cuerpo recorría, pero también era un ángel caído, y los ángeles caídos cuando no tienen alas están tristes porque no pueden volar y quieren regresar a donde perteneces.

—La felicidad se basa en momentos...—dijo, sus palabras me taladraron los pensamientos. Supongo tenia razón, en este momento yo era feliz con el. Pero al llegar a casa, y el se iba a dormir. Yo me quedaba pensando en lo bien que seria tenerlo conmigo, de cuidarlo y decirle que...decirle que lo quería.

Lo empuje un poco, para balancearlo en el columpio, el se rio y al notarlo lo empuje con mas fuerza y regresaba a mi. Se alejaba y regresaba a mi. Cuando de repente lo tome de la cintura, el volteo a mirarme mientras yo lo miraba fijo. No me importaba el entorno, si alguien nos estaba viendo o no. Solo mis ojos estaban en Jimin y se sentía jodidamente bien. Quería besarlo, quería sentir sus labios con los míos pero...cuando lo vi acercarse cometí la mayor estupidez.

Comencé a darle cosquillas, y comenzó a reírse separando su rostro del mío. Se carcajeaba, su helado cayo al suelo, mientras yo le daba mas cosquillas y me reía. Pero todo se fue a la mierda, cuando se alejo bruscamente dejándome en la nada.

—¡Basta no lo hagas! — dijo mirándome fijo, después torno sus brazos alrededor de su cintura, abrazándose a el mismo. La había cagado.

—Lo siento no quise hacerlo...lo siento Jimin — me acerque, pero el se alejo. Giro sobre sus talones, y camino para el edificio.  Lo mire alejarse, sus risas que penetraban mi corazón se alejaron en segundos. Tomé las cosas y camine detrás suyo.

Jimin tenia razón, la felicidad se basa en momentos...demasiado cortos.

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Estoy escribiendo algo meramente oscuro, algo muuuuuy distinto pero es sinceramente los temas que mas me gustan escribir. Prontito.

-Kai