Anteriormente.
"Nos hemos librado del mayor terror del mundo Creepy, pero eso no quiere decir que estemos todos a salvo, nuestros padres tienen muchos más enemigos que solo a los que durante este tiempo nos hemos enfrentado. Por el momento, se podrí...
Mr.Creepypasta había sido derrotado por segunda vez, esta vez Zalgo no le arrebató los poderes, sino que el mismo se encargo de acabar con él de una vez por todas. Ya todo se terminó, cada creepy regreso a su hogar con sus hijos, incluyendo al rey y a su príncipe, los cuales se llevaron consigo a Circe.
A pesar de lo que vio, Zalgo aun desconfiaba algo de ella y por ende puso una barrera alrededor para cuando despertara y se marchó de la habitación dejándola sola con su hijo, quien se quedó a su lado esperando. Pasaron unas cuantas horas y la bruja finalmente despertó, su vista apenas era borrosa y su cuerpo dolía, por lo que le costó un poco incorporarse.
— ¿Madre? —inquirió Dreiven al verla despertar.
— ¿Dreiven? —Circe solo lo miró sorprendida y como pudo se acercó a la barrera para mirarlo a los ojos.
Dreiven pudo notar como las lagrimas que amenazaban salir de los ojos de su madre eran puras y verdaderas, le grito a su padre y la barrera de inmediato desapareció dejándola libre. Sin pensarlo demasiado, Circe abrazó a su hijo con fuerza y rompió a llorar, siendo correspondida de la misma forma por él.
Zalgo por su parte, decidió solo permanecer fuera de la habitación, en cuanto escucho a Circe y a Dreiven llorar, ingresó al cuarto. Hubo un gran silencio, el muchacho se decidió retirar para dejar solos a sus padres pues tenían mucho de qué hablar.
—Querido... —musitó Circe algo temerosa.
—Todo este tiempo... me sentí manipulado... creí que me había enamorado de una creppy que en realidad no conocía... y ahora me pregunto... — empezó a hablar el rey de los creepys mientras le tomaba la mano—No sé cómo pude perder la fe en ti... y casi acabo contigo sin saber la verdad...
—No podías saberlo Zalgo...yo...debí avisarte mentalmente en cuanto el se apareció pero...no pude... —sollozó la hermana de Mr.Creepypasta.
—por proteger a nuestro hijo...con eso me demuestras que de verdad te importaba nuestro hijo...y no lo querías asesinar tal y como yo creí... —le sonrió limpiándole las lagrimas—Circe... espero algún día puedas perdonarme por todo lo que te hice pasar... nunca se lo dije a nadie... pero desde que te marchaste... no habido día en que dejara sentirme débil...
Circe no lo soportó más y se lanzó a sus brazos y sin pensárselo dos veces lo...
—No necesito ver esto—dijo Dreiven cerrando la puerta y marchándose.
***
La luna roja se alzaba otra vez, Creepypastas se encontraban en la Creepy House con sus hijos, celebrando que por fin y de una vez por todas se habían librado de Mr.Creepypasta y sus lacayos. Algunos de los hijos se despedían del resto, pues no tenían la intención de formar parte de un grupo, sin embargo, prometían estar disponibles por si se presentaban problemas o para divertirse un rato.
—Los he reunido aquí porque hoy, en una noche como esta, cuando se alzó la luna de sangre, con ella una nueva generación de creepys nació—Zalgo hablaba, a su lado estaba su hijo y al otro lado estaba Circe—Pero también, comenzó lo que para nosotros fue lo más duro de todos, el enfrentamiento con Mr.Creepypasta, sin importar todo el sufrimiento y dolor, nuestros hijos han demostrado ser grandes creepys y dignos de ser llamados nuestros herederos, pues ellos solos han acabado con Mr.Creepypasta y sus lacayos para siempre.
Todos y cada uno de los presentes allí gritaban eufóricos y abrazaban a sus hijos, la fiesta continuó por varias horas, hasta que en un momento determinado, Dreiven hizo seña a los demás hijos y en sigilo se marcharon de la Creepy House sin que sus padres lo notara. Aproximadamente unos 20 minutos después de que se marcharan, Circe pudo ver que no veía a su hijo, y así, lentamente uno por uno fue cayendo en la cuenta de que sus hijos tampoco estaban.
La bruja y esposa de Zalgo se dirigió hacia un gran espejo y recito un hechizo, la imagen de Dreiven y el resto apareció de pronto, todos se encontraban en lo más profundo de la parte prohibida del bosque creepy, donde yacían las ruinas de su mansión.
— ¡Es momento de tener nuestra propia celebración muchachos y muchachas! —exclamó Dreiven sacando sus alas—¡Carnival!
—¡Si! Una última canción antes de que te vayas maga de cuarta...¿Te parece? —le sonrió la hija de Laughing Jack a la de Papa Grande.
—Jejeje...supongo que no tengo elección—sonrió de igual forma Marie.
Dreiven alzó un escenario y los hijos del circo creepy subieron empezando así, su propia celebración.
Murciélagos revolotean en la oscuridad Y las luciérnagas deambulan como un huracán Por ser noche de brujas nuestro el país será Sin duda Será una fiesta inolvidable ya verás. Dulces hay para ti, pon tu calabacín Sumérgete en la fantasía Un zombie puedo oír, justo tras de ti Una procesión fría y funesta ya comienza Déjate mecer en la canción, del que ya partió
Lulilu Lilala Murmurando este hechizo Co~nocerás, un mundo de ensoñación Su sabor, probarás Es tan dulce que te encantará, Y así éxtasis se volverá el dolor
Yendo a la décimotercera plaza fantasmal Una sombra femenina va aterrarte Más si en un callejón te arrimas Has de ver un Show Espectrante Cuyo anfitrión lleva un sombrero de tisú
Qué más da el dónde y cuándo Sé que nos divertiremos Conejitos hay, son de mazapán Ríndete al sabor sin miedo Sé que quieres mi caramelo Donas prueba ya, o te arrepentirás
Ven aquí, oye bien Nada mal te hará sentir placer Además, esta noche una al año es ¿Ya lo ves, otra vez? Tu oídos oyen nuestra voz y así, te sientes mucho mejor
Pero ya, al final Sabes que esto eterno no será Y es porque, la noche llegará a su fin ¿Quieres el cuento oír De la estatua de dulce carmesí? Quieras o no Lo oirás en pesadillas
Lulilu lilala Si murmuras el hechizo, la maldición tu dulce voz dispersará Y si al, despertar quieres vernos otra vez aquí Solo vuelve a dormir, otro Halloween
Miltreita y un Cuentos de hadas vendrán por tí Esta dulzura fugaz te habrá de hundir Donde tus sueños jamás podrás descubrir Ahhh...
— Lo dije y lo seguiré diciendo...— Zalgo sonríe mientras abraza a Circe de la cintura y los observa—Podremos descansar en paz de ahora en adelante...porque nuestros descendientes...¡Son el orgullo de la raza Creepypasta!
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