OBSESSION ➳ JiKook

F I V E

Una radiante sonrisa apareció en su rostro y las lágrimas salían por la felicidad que sentía.

Por fin después de tanto tiempo era libre.

Libre de golpes, libre de maltratos e insultos, libre de que abusaran de él, por fin libre de Jimin.

Sin duda, decirles la verdad a sus padres y pedirles ayuda fue la mejor decisión que podía haber tomado.

Y estaba seguro de que la orden de alejamiento dictada por el juez haría que el pelicafe definitivamente lo dejara en paz.

A menos que quisiera estar en la cárcel si lo hacía, pero sabía muy bien que él no era tan tonto así que no se arriesgaría y se acercaría.

Realmente ahora podía empezar de nuevo.

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Dos semanas, ese era el tiempo que llevaba sin saber alguna noticia de Jimin y tendría que estar feliz por ello (como todos los días), pero no podía, una extraña sensación lo había tenido inquieto todo el día y su mente le decía que algo andaba mal. Pero ¿Qué? Nada había pasado y estaba casi seguro de que nada podría pasar en esa linda noche.

- Ya llegue.- Grito en cuanto puso un pie dentro de su casa.

-A mí que me importa.

- Hoseok no seas grosero con tu hermano.

Jungkook sonrió mientras subía por las escaleras, amaba esa manera tan sutil en la que su familia se comportaba y se trataba.

Una vez estuvo en su habitación y dejó su mochila en el suelo, prendió el equipo de sonido y conecto su celular, segundos después la música comenzó a sonar y el camino al baño a darse una ducha, eso lo ayudaría a relajarse y de paso tal vez podría olvidar esas locas ideas que estaba pensando.

"Tengo que dejarte ir. Tengo que olvidarte. Para que pueda arreglar mi corazón roto. Pero con todo el amor que compartimos juntos. ¿Cómo puedo dejarte ir?"

Quince minutos después salió del baño con una toalla enrollada en su cintura y en cuanto escucho esa parte de la canción, sonrió con nostalgia y algunos lindos recuerdos comenzaron a llegar a su mente.

Agitó su cabeza y saco su pijama, el cual constaba de un short y una camiseta holgada, y se la coloco.

Debía olvidar a Jimin, por su bien debía hacerlo.

Pero a pesar de todo el daño que le hizo y sus intentos por odiarlo, no podía, los sentimientos seguían en lo más recóndito de su corazón. Estaba seguro de que con el tiempo lo olvidaría.

De pronto un grito en la parte baja se escuchó y después de ello todo fue hundido en la oscuridad y el silencio.

Jungkook bajo las gradas corriendo y se detuvo en el último escalón ante lo que estaba viendo. Él estaba ahí.

Jimin estaba ahí.

Pero no estaba solo, su padre estaba tirado en el suelo inconsciente, su hermano estaba paralizado, cerca del mayor, y su adorada madre estaba en manos del azabache quien la tenía amenazada con un cuchillo en el cuello. El alto palideció ante ello. ¿Qué estaba pasando?

-¿Q-qué haces aquí?

-Hola, amor te extrañe tanto. -Una sonrisa adornó su rostro. - Pero pronto estaremos juntos y para siempre.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jungkook, escuchar esas palabras hizo que el miedo que estaba apareciendo aumentara.

No le gustaba para nada la forma en la que Jimin se las dijo y menos esa forma tan oscura y tétrica en la que se veía.

-Tú mocoso, busca unas cuerdas. -Gruño Park dirigiéndose al menor de los presentes. Hoseok vio a su hermano, y este solo asintió. Con nerviosismo busco en el pequeño estante que estaba en la sala y encontró un par de cuerdas. -Ahora Kookie, tú debes amarrar a ese mocoso. - El susodicho obedeció y comenzó a atar las manos y pies de su hermano, y mientras lo hacía le susurro que todo estaría bien, que confiara en él. Consiguiendo que el menor solo asintiera con la cabeza. Él confiaba en su hermano y sabía que haría algo.

-Listo... ahora suelta a mi madre.