E I G H T

3.3K 392 18
                                    

dos meses habían pasado desde que tuvo esa discusión con Jungkook, dos meses desde que todo cambio, que él cambió. dos meses desde que conoció a ese lindo chico y comenzó a salir con él.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al pensar en ello, le encantaba salir con ese adorable chico de finas facciones. O mejor dicho le encantaba follar con él.

Porque esa era la única razón por la que lo hacía, para pasar un buen rato nada más. Y sabía bien que le estaba siendo infiel al alto, pero tenía que saciar sus necesidades pues con el ya no podía y no es que no lo quisiera y lo deseara, claro que lo hacía, sin embargo, últimamente cada vez que lo veía llorar y veía su mirada llena de odio, un dolor aparecía y lo molestaba. Por ello es que ha estado distante de su amorcito.

-Hola, Mochi.

El nombrado frunció su ceño.

- Espero que esta sea la última vez que te digo que no me digas así, ¿Verdad? - No le gustaba que nadie más que su Kookie le dijera así, aunque últimamente ya ni le dirigiera la palabra. Sin embargo, solo él tenía derecho de llamarlo así.

-Lo siento Min, se me olvido. - Un adorable puchero adornó su rostro. Jimin solo negó con la cabeza, por más que quisiese no podía enojarse con él. - Está bien Jin, pero que no vuelva a pasar.

+/+/+/+/+/+/+

La noche había llegado, pues la escasa luz que entraba por esa pequeña ventana había desaparecido hace mucho.

El rugido de su estómago hizo que detuviera su lectura, vio el reloj en la pared y se dio cuenta de que eran las diez de la noche, hace más de doce horas que no había probado bocado.

Pero estaba seguro de que en cualquier momento llegaría su prisionero y le llevaría comida, así que continuo con su lectura.

Amaba tanto leer y ya que las cadenas en su tobillo derecho no le permitían moverse libremente por el sótano, debía aprovechar el tiempo en lo único que podía hacer, leer.

Además, eso era lo único que lograba hacer que su mente se olvidara por un rato de su cruel realidad.

+/+/+/+/+/+/+/+/+

El rugido de su estómago hizo que detuviera su lectura, vio el reloj en la pared y se dio cuenta de que eran las diez de la noche, hace más de doce horas que no había probado bocado.

Pero estaba seguro de que en cualquier momento llegaría su prisionero y le llevaría comida, así que continuo con su lectura.

Amaba tanto leer y ya que las cadenas en su tobillo derecho no le permitían moverse libremente por el sótano, debía aprovechar el tiempo en lo único que podía hacer, leer.

Además, eso era lo único que lograba hacer que su mente se olvidara por un rato de su cruel realidad.

La fuerte lluvia acompañada de granizo caía por toda la ciudad. El estruendoso sonido de los rayos ocultaba los gemidos de la habitación de arriba así como ocultaba los gritos y maldiciones lanzadas por un chico encerrado en el sótano.

Era más de la una de la mañana y el estómago de Jungkook continuaba rugiendo, pidiendo alimento alguno. Sin embargo, nadie llegaba y se lo brindaba. Y realmente eso lo molestaba. Encima de que tenía que aguantar golpes, insultos, y más, ahora tenía que aguantar hambre. Eso si ya era el colmo.

-Maldita sea, Jimin tengo hambre. - Con brusquedad tomó su libro y lo lanzo contra el pequeño espejo que estaba en la pared haciendo que segundos después este cayese al suelo y se quebrara en mil pedazos. --¡Mierda! Voy a recibir una buena paliza por eso.

Estaba en problemas y lo sabía muy bien.

OBSESSION ➳ JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora