2

99 18 6
                                    



-Repíteme por qué vinimos aquí.

-Cuando los pruebes dejarás de quejarte, te lo aseguro.- Respondió ella con total seguridad.

Esa mañana había sido arrastrado por Hayi a comprar hotdogs en la Facultad de Ingeniería, que se encontraba casi al otro lado de la universidad. Si bien era cierto que tenían el tiempo contado para regresar a su grupo antes de que la siguiente clase comenzara, ellos estaban más bien nada preocupados por eso. En su lugar, estaban avanzando en la fila hasta llegar al local donde Hayi con total emoción pidió dos hotdogs para llevar.

-Hasta el fondo.- Dijo después de haber preparado el suyo, mordiendo el pan con satisfacción.

Jinwoo probó el suyo y debe admitir que venir hasta acá había valido la maldita pena. Era realmente delicioso. En especial con el fake tocino que le había esparcido encima.

-Rayos, necesito otro.- Dijo cuando iba a la mitad de éste. Luego, otra mordida. Y otra. Realmente lo disfrutaba.

-No me gusta decir que te lo dije.- Canturreaba la castaña mientras arrugaba su servilleta y junto con el pequeño empaque de cartón la tiraba a la basura. –Pero te lo dije.

-¿Molestando tan temprano, Hayi?- Preguntó una profunda voz desconocida para el mayor.

Al darse la vuelta, un muchacho pelinegro y con unos lindos ojos grises y largas piernas saludó a ambos con una amable y voluptuosa sonrisa. Su porte se veía intacto y notorio, a pesar de llevar una camisa a cuadros azul y negro junto con unos jeans de lo más rasgados y converse ya no tan blancos.

Hayi hizo una mueca, sin embargo se acercó a saludarlo con un beso en la mejilla, como era característico en ella. Jinwoo dudó seriamente en hacer lo mismo o no, hasta que el más alto se acercó con completa normalidad a saludarlo tal y como lo había hecho segundos atrás con su mejor amiga.

-Él es Kang Seungyoon, un amigo de la preparatoria.- Comenzó ella con la presentación. –Yoon, él es mi mejor amigo, Jinwoo. –Y entonces Kim le devolvió el gesto.

Kang era bien parecido, tenía porte y sobre todo parecía a pesar de todo una persona amable. Además de eso, Kim descubrió luego de unos minutos hablando con él en compañía de su amiga que su apariencia era completamente congruente con su forma de ser. El chico era un pan de Dios. Amaba tocar el piano, estudiaba para ingeniería mecánica y al parecer era todo un cerebrito. Le gustaban los perritos y tenía dos siberianos, llamados Terry y Zero. Vivía con sus padres en un bello fraccionamiento cerca de las montañas. Era hijo de Kang Seunghoon, dueño de la cadena de hoteles A+. Y por supuesto Jinwoo no se perdió de ningún detalle en aquella conversación.

-Entonces nos vemos.- Se despidió de ambos con un gesto de mano.- Debo volver con Byul. Gusto en conocerte, Jinwoo. Nos vemos luego igualmente.

-Nos vemos, Yoon.- Respondió con la voz más suave que logró salir de su garganta. Una vez que estuvo de nuevo a solas con la castaña, ésta empezó a hablar.

-Él es novio de Moonbyul, otra amiga que conocí en la preparatoria. Hacen muy linda pareja.- Proseguía emocionada por sus amigos. En cambio, Jinwoo con una expresión neutra en su rostro, avanzaba a su lado mientras ambos se abrían paso en la multitud.

-Qué triste.- Respondió él tranquilamente mientras pateaba una pequeña tapa rosca en el suelo al avanzar.

-¿Por?- Pregunta ella con evidente curiosidad.

-Porque él será mío.

THE WINNER TAKES IT ALL [JinHoon / JinYoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora