Capítulo 5

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            ¿Es un bebé o una tenia?

Hoy te sorprenderá alguien que no has visto en mucho tiempo. Recuerda tu número de suerte es el 5 y tu color es el crema.

Termino de leer mi horóscopo.
¿Alguien que no he visto en mucho tiempo?
Niego con la cabeza.

—¿Crema? No no, no me gusta el crema. Usaré ropa negra.

Diciendo esto voy a por mis jeans negros.

Al llegar a la guardería. Molly estaba esperándome.

Se notaba anciosa, desesperada, no llevaba maquillaje encima. Era extraño.
La chica del mundo rosa, se veía gris.
Estaba jugando con sus dedos, lo que siempre hace cuando está nerviosa. Con el cabello revuelto, un mechón caía por su mejilla cubriendo una parte de su rostro.

Al acercarme, ella se exalta al verme.

—¡Al fin llegaste!— exclama.

Su rostro rojo, ojos hinchados, no deja de temblar, todo esto pude notar cuando volteó a verme.

—¿Que pasó contigo?— me acerco y le doy un cálido abrazo. Está helada.

—Yo no pu-puedo no puedo.— dice sollozando— esto es una pesadilla. No puedo. Soy muy joven. No pensé que esto pasaría. Usamos protección. Luego tomé la maldita pastilla. No debí aceptar, no debí ir. ¡No estoy lista para ser madre!— lo que dijo Molly fue como un balde de agua fría, me quedé en shock, por lo que me decía y por la forma en que casi pierde el equilibrio. Su mirada me demostraba que no era una broma. No pude evitar sentirme culpable.
Tal vez debí haberla aconsejado más. Aunque conociéndola, no me hubiese escuchado.
Abrí los ojos como si fueran ceros. Nunca pense que tan pronto mi mejor amiga estaría embarazada. No voy a negar que en cualquier momento podía pasar. Al fin y al cabo, ella últimamente estuvo abriéndole las piernas a cualquiera con una sonrisa bonita.

Yo se lo advertí. Pero no es momento de juzgarla. Debo apoyarla.

—¿Cómo? ¿Cuándo?— no puedo evitarlo, la curiosidad me gana.

—Hace unos días. Estabamos en una fiesta. Dereck y yo, nos pusimos un poco calientes. Entonces fuimos al baño y paso. No puedo creerlo ¡Soy tan estúpida!
Ahora el bastardo se ha largado.— dice escupiendo las palabras.

—¿Por qué no me lo contaste antes?— la tomo de los brazos.

—No creí que fuese verdad. A- ayer me compre una de esas pruebas de embarazo.
Y me salió las malditas barras. Además tuve los mareos, los antojos, los vomitos y todo eso que tienen las mujeres cuando esperan que la estúpida cigüeña les traiga un hijo.
¡Yo no quiero un hijo!

—Esas pruebas pueden equivocarse. Lo mejor es ir al médico. Tal vez te estás haciendo un nudo en la garganta por las puras.— intento mostrarme normal, cuando realmente estoy muy preocupada.

¿Estará en lo cierto?
Estará embarazada ¿y los efectos que esta teniendo? Tal vez sea una tenia...

Al terminar mi turno en la guardería me dirijí a la clínica.

—¿Lista?— Molly asiente con la cabeza.

—¿Qué paso doctor? Es un...— los ojos del doctor no pasan desapercibidos. Sus hermosos ojos verdes que acompañaban sus rizadas pestañas.

—Bueno antes que nada, es un placer. Mi nombre es Thyon. Y sobre lo de su amiga no, no... estuvo confundida. Su amiga no esta embarazada. Esta enferma.— oigo un suspiro largo.

—¿Encerio? Gracias, gracias y mil veces gracias.— Molly estaba festejando, se puso a dar saltitos y pequeños aplausos. Parecía una niñita— hoy iremos a festejar.

Tú y solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora