Llegando a Ninguna Parte.

Soy perfecta

¿Que si soy perfecta?
Suelo pintar de colores aquellos tonos grises que bañan mi vida.
Intento día a día conseguir la perfección transformando los momentos malos en buenas experiencias.
Tomar los sucesos positivos y repartirlos en anécdotas que me identifican.
Mirar al cielo después de un largo día y hacer cada estrella como si fuera mía.

¿Que si soy perfecta?
Busco el amor propio que sé que llevo dentro de mí percatándome de que nunca lo estuvo.
Encuentro deshechos de las personas que han pasado por el camino, se han detenido, observado y, finalmente, retirado.
Me enamoro de aquellos que tienen objetivos fuera de mi alcance.
Se enamoran de mi físico pero jamás llegan a conocer mis sentimientos y emociones.

¿Que si soy perfecta?
Basta con decir que la realidad es la que aleja al mundo externo.
Aquello que nos aflige se acerca lentamente susurrando al oído y,  es ahí cuando decidimos dar marcha atrás.
Que si la realidad fuera como muchas mentiras, viviríamos felices de no conocer la misma.
Poniendo un punto y a parte se deja a la conciencia el temor de conocer la verdad.

¿Que si soy perfecta?
Y dime tú... ¿Quién lo es?
Porque si tratas de buscar la perfección donde sabes que existen las fallas, te habrás dado cuenta de que dentro de las fallas, también existe la perfección.
Y si la perfección es un puño de arena que se ve colapsado entre millones de litros de agua, entonces la arena deja de ser arena para irse a convertir en barro.
Porque no existe la perfección, a menos que trates de pintar de colores aquellos tonos grises que bañan la vida.

-Diana Barrón.