Kingdom Come {S.M}

Capítulo Veintidós

Al día siguiente me encontraba en el hospital, sentada al lado de mi abuela. Shawn iba entrando al cuarto con dos vasos de café, se sentó a mi lado y me extendió uno

-Como está la reina?- Pregunta mirándome

-El doctor vino a las 9 de la mañana y me dijo que sus signos vitales están bien y ella está estable. Es probable que para en la tarde despierte y para la próxima semana estemos de nuevo en el palacio- Sonrió

-Bien, genial... Edith?- Aparta la mirada un momento y luego regresa a mi, traía su saco encima de mis hombros, me sentía tan cómoda

-Que sucede?- Le pregunto

-Quería... Quería agradecerte por haberme salvado, te debo más que la vida, saliste corriendo detrás de Dunya aun sabiendo los riesgos. Pudiste haber muerto y te arriesgaste, por mi- Sonríe

-No podía dejarte morir Shawn, puede que no nos llevemos perfectamente pero después de todo eres mi prometido- Sonreí y tomé su mano, el de inmediato reacciono y entrelazó sus dedos con los míos. Alzó nuestras manos, besó la mía y las volvió a su posición inicial; su muslo.

Pasamos una media hora ahí sin decir una sola palabra hasta que mi abuela por fin despertó quejándose de dolor de pecho y cabeza. Shawn de inmediato llamó a una enfermera para informar que se había despertado.

Tiempo después mi abuela estaba ya conversando incluso, el doctor le pidió que estuviera en total reposo y ahora no paraba de reír

-Querida, por que no te vas a dar un baño? Tal vez descansar un poco, yo me quedaré cuidando a la reina- Me dice Shawn fuera del cuarto de mi abuela, miré por la puerta y ella se veía increíble

-Esta bien, volveré en un par de horas- Le dije sonriendo, lo miré un poco mas y estaba dispuesta a irme pero me jaló del codo tan rápido que nuestros pechos chocaron e igual de rápido me besó, sin permiso y sin aviso. Una vez que nos separamos acaricio mi mejilla y me dejó ir
No sabia que decirle o que hacer, se ha de estar dejando llevar por sus emociones, por lo que vivió hace poco.

Llegué al palacio y rápidamente subí a mi alcoba a darme un baño purificador como les suelo decir, me vestí casual. Justo cuando estaba abriendo la puerta para salir, el conde Thomas se encontraba ahí parado

-Gracias a dios estas bien- Entró a mi alcoba, cerró la puerta detrás de el y se abalanzó a mis labios devorándolos con anhelo

-Conde Thomas! Por favor- Lo alejé de mi bruscamente lo cual lo tomó por sorpresa y mordió mi labio dejandome un sabor metálico en mi boca

-Edith, no puedo creer lo que hiciste anoche. Quiero ser yo el que te proteja... Mi mente siempre estuvo contigo, los malos pensamientos no me dejaron dormir y tenía que saber si estabas bien- Dijo

-No es de su incumbencia señor Thomas. Usted está comprometido, al igual que yo y debería preocuparse mas por su pareja que por un simple amor pasajero- Quise pasar por su lado pero me detuvo de la cintura

-No te atrevas a hacerte la indiferente conmigo Edith. Lo que paso hace un mes entre nosotros lo tengo tatuado debajo de la piel, el sabor de tus besos por todo mi cuerpo me queman, el aroma de tu aliento de alcohol de menta me pone los pelos de punta al sentirlo contra mi nuca. La historia de este amor se escribió para la eternidad- Me miro con esos ojos verdes penetrantes y sentí como los latidos de mi corazón se hicieron mas fuertes gracias a sus palabras, quiero creer que es así como te das cuenta como te enamoras mas de una persona. Quiero creer que solo fueron nervios por que mi abuela está en el hospital y no por mis supersticiones de niña tonta y romántica

-T-Tengo que irme- Dije apenas audible, soltó mi cintura pero me era imposible moverme de su lado. Cogí una gran cantidad de aire inflando mis pulmones, lo besé y rápidamente me fui
El beso con Shawn movió algo dentro de mi pero cada vez que veo a Thomas las imágenes de nosotros abrazados en Inglaterra hace que incluso me de vueltas la cabeza. Siento que si algo más llega a pasar entre Shawn y yo mis sentimientos estarán claros, pero de que sirve? Si aun amando a un hombre me tendré que casar con otro.