Último día

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Caminando por aquellas calles extensas llegaron a la feria, el olor a palomitas, caramelo, algodón de azúcar y distintos juegos le atraían de manera impresionante. Oliver estaba de algún modo feliz porque Violeta estába tan contenta ella nunca antes había estado a una Feria por lo que se notaba la curiosidad, la ansiedad, el entusiasmo que se desbordaba de su rostro .

- Violeta ¿quieres algún dulce?-dijo Oliver al ver el rostro iluminado de Violeta.

- Si, la verdad me gustaría probar unos malvaviscos con chocolate, algún algodón de azúcar una manzana caramelizada.

- Esta bien, compraré todo lo que quieras, ya que veo lo emocionada que estas.

- Lo siento Oliver es que estoy tan emocionada que no se por donde empezar.

- Te dije que hoy sería un gran día.

- Pues por el momento es un gran comienzo- dijo en tono jocoso tratando de simular que era muy serio.

Primero se acercaron a una muchacha muy joven y hermosa de ojos azul cielo y cabello Rubio, que se acercaba al brillo del sol esta se encontraba vendiendo malvaviscos con chocolate, al atender a Oliver y Violeta fue muy amable, sobre todo con Oliver, al terminar de darles lo que pidieron les dijo que esperen un momento, arrancó una hoja de papel de una libreta anotó su número y dijo :

- Hey guapo aquí tienes mi número - le dijo a Oliver guiñando el ojo izquierdo.

Esta miro a Violeta con una mirada picaresca se acercó y le susurró al oido:

- Pequeña debes saber lo guapo que esta tú hermano, no te olvides de recordarle que debe llamarme.

Ella Miró a aquella rubia sarcásticamente con una sonrisa, le dijo que se acerque un poco y susurró.

- No creó que a mi " hermano" le gusten las chicas rameras y fáciles como tú, así que dudo que por más de que insista te llamé, así que lo siento mucho .

La rubia quedó boquiabierta, no dijo absolutamente nada, Violeta se dió la vuelta miro a Oliver y con la mirada dijo que deseaba irse de aquel lugar, al estar unos metros del puesto ella se puso a reír Oliver no entendía por que por lo que pregunto:

- ¿ Qué te causó tanta gracia para que estés riendo tanto?

- verás esa Chica -le dijo entre risas. 

- ¿ Esa chica?

- Pensó que eras mi hermano y me dijo que no se me olvide decirte que la llames- le dijo aún entre risas.

En ese momento ella no podía parar de reír al parecer el encuentro y la corta charla con la rubia le causó mucha gracia, en ese momento violeta paro miro a Oliver y le dijo:

- ¿ No te pareció gracioso?

- Un poco

Cruzaron miradas en un breve silencio y ambos rieron estúpidamente durante casí un minuto; pararon con un suspiro y ella pregunto:

- y.... ¿ La llamaras?

- Para nada, ese tipo de chicas no son mi estilo además ¿viste sus labios ?
Su labial era tan rojo que parecía que sus labios sangraban .

- Es verdad, era un color espantoso.

- ¿Encerio pensaste que la llamaría?

- Si, supongo que para una noche hubiera estado bien alguien como ella.

- ¿Qué te pasa? yo no soy así - dijo en tono burlón

Oliver y Violeta volvieron a reír, continuaron su recorrido fueron a un juego de azar en el que Oliver ganó un peluche para Violeta, era un oso de color rosa pálido ligeramente grande, luego fueron por una manzana acaramelada, Violeta parecía una niña pequeña, estaba muy emocionada y feliz, llegaron al puesto y Oliver pidió dos manzanas

- Aquí tiene una para usted, y aquí otra dulce manzana para una dulce chica- dijo él muchacho sonriendo a Violeta, era un poco mas joven que Oliver, de pelo castaño, ojos café profundos y piel un poco morena, Oliver vio al muchacho con los ojos entrecerrados, tomo a Violeta del hombro y se la llevó, Violeta por su parte no sabía que estaba pasando, pero tampoco le importaba, pues estaba junto a Oliver.

Las horas transcurrían y el atardecer empezaba a aparecer sabían que ya era tarde por lo que cómo último juego subieron a la rueda de la fortuna para poder ver el hermoso atardecer desde otra perspectiva, al empezar Violeta no podía despegar la vista de aquel atardecer, su mirada sin rumbo era tan pacífica, sin despegar la vista del paisaje dijo:

- Es increíble ver algo tan hermoso en un lugar tan simple, ¿ no crees?

- Las cosas más Bellas están donde menos te lo esperas.

De repente la gran rueda paro ambos bajaron, al salir Oliver le dijo:

- El día se va terminando, espero que te hayas divertido.

- Nunca antes me había divertido tanto, me siento tan felíz y tan triste a la vez- le dijo con un suspiro.

- Tranquila aún queda una última cosa por hacer el día de hoy.

- Eso es lo que no quiero que llegue el final del día, mañana todo será la misma rutina de siempre, desearía que este día nunca se terminé.

- Sabes que si quieres ir a mi casa siempre podrás ir

- Lo se, gracias por todo eres un gran amigo

Conversando de alguna u otra estupidez llegaron a un restaurante de comida rapida ambos ordenaron hamburguesas, al terminar salieron de aquel agradable y casual lugar, subieron al auto el encendió el estéreo y condujo  hasta la casa de ella donde se quedaron parados frente a la casa por un momento allí ella Lanzo un suspiro entonces Oliver dijo sosteniendo su mano

- Tranquila, repetiremos esto cuando desees

- No estoy triste, me siento feliz

Ambos sonrieron, salieron del coche, caminaron hasta la puerta  ella ascendió las pequeñas gradas del pórtico y se plantó frente a él ,  entonces ella se puso de puntillas abrazo a Oliver del cuello y le dio un tierno beso en los labios se separó sonrió le dijo adiós y entró a su casa.
Al entrar se encontraba sentada en un sillón, con una pequeña lámpara de noche y su rostro,  por Dios ese rostro podría matar a quien sea entonces una voz firme y con un toque burlesco habló

- ¡Oh! Al fin llegó la señorita, ¿Desea algo? 

Violeta se asustó mucho ya que su madre supuestamente estaba de viaje, ella no lograba entender que pasaba

- Buenas noches ma..... - no permitió que termine la oración y molesta le dijo.

- Donde estabas pequeña zorra

- Madre por favor no....

- ¡CALLATE! eso eres una zorra, yo no te crié para que seas una golfa que se va a acostar con el primer estúpido que le trata bien, espero que te protegieras por que yo no pienso mantenerte si me sales con tú domingo siete.

En aquel momento Violeta quien nunca había afrontado a su madre ya no aguanto, la ira enclaustrada en su interior salió y por primera vez hizo lo que ella deseaba hacer hace años.

- ¡YO NO SOY NINGUNA GOLFA NI ZORRA! no digas que me educaste, a ti nunca te importe, no sabes como es mi vida, como estoy en la escuela, nunca preguntaste si soy feliz, nunca te interese asi no vengas a reprocharme nada, no tienes derecho .

En ese momento se quebranto se puso a llorar y escapo a su habitación su madre no dijo nada ya que ella de cierta forma tenia la razón .

princesa violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora