Fue un accidente.

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18/08/16

Recuerdo aquella noche; llena de bebidas alcohólicas, chicos guapos, el polvo que ponían en la mesa y competían para ver quién lo absorbía por la nariz en el menor tiempo posible, las peleas que surgían dentro de la piscina, las parejas que se peleaban por las habitaciones, la música que hacía retumbar las ventanas y recuerdo el gran humor que tenía yo esa noche.

Mi vaso rojo que se llenó una y otra vez, me había llevado al límite. Bailaba como una loca, besaba a chicos desconocidos, despoje mi ropa hasta quedar en sujetador y en un shorts.
Las cosas pasaron mientras las bebidas hacían efecto en mi organismo, haciendo que abandonara mi lado razonable, subí a un auto y me puse al volante, espere hasta que otras dos chicas se subieran y arranque.
Nos adentramos a un bosque, estábamos tan borrachas para darnos cuenta que había ido por el lado equivocado y que estábamos perdidas. Reíamos por cualquier estupidez que cualquiera de las tres contaba, bebíamos de las cervezas que traían y compartíamos el cigarrillo.
A pesar de estar borracha me sentí por un momento inquieta viendo al frente con la poca luz del auto, me quedé inmóvil viendo un punto blanco que se movía con lentitud. Pise el acelerador y apoye mi barbilla en el volante, reía, así de borracha quería llegar hasta el y saber que era.
La música del reproductor se apagó, pero no le dimos importancia y seguíamos gritando y bebiendo.
Solo unos segundos de distracción cuando voltee atrás causo un desastre. Escuche los gritos de horror de las chicas que viajaban atrás, aún recuerdo sus expresiones y sus gritos que me decía que volteara al frente y pisará el freno.
Justo cuando volví la mirada hacia el frente pude ver a la perfección lo que era ese punto blanco: Una niña de por lo menos diez años, su piel era lo bastante pálida que la hacía ver cómo un fantasma, vestía un bata blanca, sostenía un peluche de conejo de color rosa, se encontraba descalza y miraba con desesperación a los lados buscando algo.
Iba demasiadas rápido.
Se cubrió la cara con su peluche cuando las luces del auto la iluminaron, después fijo su mirada en mí y abrió la boca, su grito agudo y desesperante no duró mucho... El auto la aplastó por completo en segundos.
Todas comenzaron a llorar e incluso a patear mi asiento por no haberme detenido. Toda la emoción se desvaneció y el miedo me inundó.
El parabrisas del auto estaba manchado por ese rojo carmesí, el motor se apagó y la parte delantera echaba humo.
Como si fuera un robot, baje del auto y fui a mirarlo de frente. Toda la parte delantera estaba destrozada y manchada de sangre que escurría y caía en el pasto.
Tragué saliva y me agache; el peluche estaba atorado en una de las llantas y debajo sobresalía una de sus pequeñas manos... Sus ojos estaban tan abiertos y me miraban fijamente, por un momento me pareció ver cómo me miraban con odio y eso me aterrorizó, tuve que pararme y vomitar. Cuándo sentí que ya estaba preparada para seguir viendo, me agache nuevamente y pude ver que en su cabeza había un gran hueco donde dejaba al descubierto parte de su cráneo, el cabello negro estaba regado por todas partes.
No lloré, me quedé en blanco, sin saber que hacer o decir.
Había atropellado a una pequeña niña.
Las chicas bajaron del auto y corrieron, me dijieron que le avisarían a la policía. No respondí. No estaba en mí, no podía nisiquiera hacer algo bien, había olvidado a respirar y fue ahí cuando mi ataque respiratorio ocurrió.
Una pequeña mano sostenía y movía mi pierna. Retrocedi como loca y caí al suelo, donde pude ver como la niña luchaba por salir debajo del auto: "Ayúdeme" "quiero a mis papás".
Asustada y con la sangre helada comencé a correr, corría mientras escuchaba sus gritos a lo lejos: "¡No me dejes! Quiero a mis papás". Dejo de llorar, trate de disminuir el paso pero fue ahí cuando la oí gritar, pero ahora con voz más potente y tenebrosa: "¡Voy tras de tí!"
Mis pies se tambalearon y rodé colina abajo.

Eso pasó aproximadamente un año. Un año en el cuál he tenido que cargar con la culpa, un año en el que le digo cientos de veces a mi cabeza que fue un accidente, un año donde ya no he visto a las chicas de esa fiesta.

Un año... En el que le digo a la niña de un peluche de conejo que me mira desde la puerta de mi habitación que fue un accidente.

 En el que le digo a la niña de un peluche de conejo que me mira desde la puerta de mi habitación que fue un accidente

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No olviden...

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