Primero va el Tic, luego el Tac y ¿al final?

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Al entrar a casa lo más rápido posible y antes que dieran las 12:00, recuerdo haber cerrado y asegurado la puerta, correr las cortinas y agarrar un arma y entrar a mi habitación. Pero ahora... Todo eso parece que fue mi imaginación.

Pero antes de todo esto, algo raro me paso mientras volvía del trabajo...



Soy una persona común, un trabajo normal y una vida igual.
Recuerdo haberme levantado temprano para no llegar tarde al trabajo.
Vivo solo, deje atrás mi pueblo para venirme a la ciudad, la verdad es que quería borrar toda huella de mi pasado y al parecer así lo había logrado pero bueno, ese no el punto.
Cuándo salí me sorprendí del clima; estaban completamente las calles llenas de neblina, no podía nisiquiera distinguir por dónde pisaba. A duros esfuerzos llegue a mi trabajo, donde el jefe me mantuvo presionado de un lado a otro con los papeleos. Tuve que tomar varias tazas de café para que mi cara no se estrellara con el teclado mientras utilizaba la computadora.
Después el jefe decidió ponerme el día más difícil y me dejó horas extras, no protesté, no quería perder mi trabajo y terminar en la calle.

Se pasaron las horas antes de que me diera cuenta. Organice mi espacio de trabajo, dejé los papeleos en la oficina del jefe y después me puse de nuevo mi saco para regresar de casa. Me despedí de algunos empleados y baje por el elevador.

Al salir del edificio, el viento frío me golpeo en el rostro y de inmediato comencé castañetear los dientes y tratar de cubrirme más con el saco.
La neblina disminuyo lo bastante como para ver más con claridad lo de mi alrededor.
Mi casa quedaba lejos caminando pero no tenía de otra por qué ningún taxi pasó en los treinta minutos que me quede parado ahí.
Camine por la acera y no pude evitar concentrarme en la hora del reloj de mi muñeca 10:45 pm.

Las calles estaban oscuras pero daba gracias que hubiera uno que otro faro entre ellas. Ví una parada de autobús y decidí que estaba lo bastante cansado como para regresar a casa caminando, además mi novia me esperaba, ya que habíamos acordado en tener una cena.
Había un banco que a pesar que estaba un faro casi pegado a su lado, estaba oscuro. No le di importancia y me acerqué más, a medida que lo hacía me detuve por unos segundos cuando ví un cuerpo que se mecía de adelante hacia atrás. Dude otros diez segundos pero después me encamine de nuevo.
Llegue y me sitúe frente al faro, tenía un poco de inseguridad de acercarme hasta esa persona que estaba ahí, ni de loco iba a dejar que esto terminará en un asalto.
Pasaron minutos y detrás de mí, solo escuchaba cómo está persona emitía un sonido cuando respiraba, como si estuviera enfermo o algo por el estilo.
No quise ser mal educado así que me dispuse a saludar.
- Buenas noches.
Voltee pero no recibí respuesta, solo pude distinguir que está persona estaba con la cabeza inclinada y por su aspecto parecía una mujer, ya que el cabello le quedaba arrastrando en el suelo.
Quite la mirada de encima y la volví a la calle, lo que me provoco que la sangre se me helara, ya que ningún auto pasaba, ni ciclistas, nisiquiera personas. La calle estaba completamente vacía y solo se podía oír el sonido del viento y el rara respiración de la persona detrás de mí. Tragué saliva y decidí que lo mejor sería irme de ahí.
- Al parecer el autobús, ni tampoco un taxi pasan por aquí- dije en voz alta para que la persona detrás me escuchara- Bueno me voy, que tenga buenas noches.
- ¿No va a esperar?
Su voz chillona me obligo a detener el paso y a voltear hacia atrás.
- ¿Pidió un taxi?
La anciana comenzó a reírse, su cuerpo se movía con violencia, como si estuviera recibiendo una descarga.
- Primero vine el TIC, ¿Y luego?- Perdón- dije, y en ese momento ella se levantó- ¿Habla de un reloj?
Retrocedi cuando ella comenzó a cojear.
- ¿Qué viene luego?
- ...
Los pies me dejaron de responder y solo me quedé ahí mientras ella salía de la oscuridad.
- Per-perdone pero no sé con exactitud de que está hablando- su cabello se movió a un lado y pude ver que tenía parte del labio safado, como si se lo hubieran cortado- pero si está hablando de un reloj... Sigue el Tac.
La anciana se rió, pero no una risa baja que se suponía para alguien de su edad, sino maléfica y grotesca.
- Exacto hombrecito.
Se estiró el cabello con fuerza y en un momento creí que se arrancaría la cabeza. Sus ojos estaban demasiado saltones y rojos, su nariz era pequeña y estaba cubierta de cortes donde se podía ver el hueso, la frente arrugada, su rostro cubierto de cortes y... ¿Gusanos? Tragué saliva por un intento de no vomitar al ver su aspecto. ¿Cómo era posible ver a una persona en esas condiciones?
- Me tengo que ir.
Le dí la espalda de inmediato y camine lo más tranquilo que pude, pero eso se quebró cuando escuché como su pie se arrastraba; me seguía detrás a pocos centímetros.
- ¿Y al final?
- Miré señora,- no tenía tiempo para esas cosas y esta anciana comenzó a ponerme de mal humor- no quiero sonar mal educado pero déjeme en paz, tengo cosas más importantes que hacer.
- ¿Y al final?
- ¿Eh?
- Primero va el Tic, luego el Tac y ¿al final?
Me gire y pude encontrarme con ella a pocos paso de mí.
- Señora, no sé a lo que se refiere, ¿sería tan amable de dejarme en paz?
La anciana no contesto y solo se limitó a mirarme con atención.
- Tienes quince minutos para contestarme, primero va el Tic, luego el Tac y ¿al final?
El miedo ya estaba en mi cabeza y ya no podía soportarlo más.
- Vieja loca.
No se mostró asombrada ni enojada, lo que me inquieto, porque sonrió y pude distinguir una sonrisa peculiar que la hacía lucir temible.
Desaparte la mirada de inmediato y seguí mi camino. Mi paz interior volvía a mí pero eso solo duro segundos, cuando escuché como su pie se arrastraba y el sonido de ser perseguido retumbaba en mi cabeza.
Quise no hacerle caso y solo ignorarla, así que aumente el paso y voltee a todos los lados para comprobar que había gente y así sentirme un poco mejor e ir a algún lugar para pedir ayuda si algo me pasaba pero todo seguía desierto. La garganta la sentía demasiada seca, como si hubiese corrido por horas bajo el sol; trague saliva pero eso empeoró todo y comencé a toser.
La anciana se le podía oír detrás de mí arrastrando su pie a una velocidad que me daba miedo girarme y ver con qué me cruzaría.
- Ya pasaron cinco minutos,- me estremecí al escuchar su diferente voz, parecía la de un hombre- te quedan diez. Primero va el Tic luego el Tac y ¿al final?
Me dí un pellizco para comprobar que me había quedado dormido en la oficina pero eso no ocurrió.
- Tic, Tac, Tic, Tac, Tic...
Parecía que lo hacía a propósito para asustarme, su pie que se arrastraba hacia el más lago Tac que lo acompañaba mientras que el Tic pasaba con velocidad.
Mi respiración se cortó y el aire comenzaba a faltarme mientras que en mi pecho se extendía un largo dolor... ¿Qué está pasando? ¿Por qué tengo ese presentimiento de que debo correr? Eso pensé, hasta que ya lo estaba haciendo, corría como loco por las calles en una lucha de evitar la persecución de la anciana.
Creí que la había dejado atrás con lo suficiente que llegué a correr pero al detenerme para tomar aire, voltee hacia atrás.
El alma y la sangre cayeron por los suelos... La anciana encorvada se movía con rapidez mientras que su pie lo seguía arrastrando.
Grité, como si se tratara de un niño, grite con todas mis fuerzas por otro lado ella me dedico una sonrisa y acortó la distancia que nos separaba.
Arroje mi maleta y me eche a correr, todos mis miedos estaban ahí, prometiendo arrastrarme con ellos y llevarme a la oscuridad.
No importaba que tan rápido corriera, la anciana seguí detrás de mí.
- ¡Déjeme en paz, maldita vieja!
Le grité.
El miedo debilitaban mis fuerzas para correr y temía con caer al piso y ya no levantarme.
- Primero va el Tic, luego el Tac, ¿Y al final?
- ¡Váyase a la mierda!

Sonreí a medida que veía mi casa, una vez ahí dentro, ella ya no podría hacerme nada, sin importar que ahora estuviera detrás de mí
Saque a base de temblores mis llaves ya que me obligue a no darle la espalda, mi piel se erizo cuando ví la escena de nuevo: cojeaba con velocidad, sosteniendo la misma sonrisa que me había mostrado antes.

Ahora... ¿Cómo llegué aquí? Fácil, ningún vecino parecía estar en su hogar, la línea del teléfono estaba desconectada y mi celular no recibía señal alguna.
La puerta principal había sido derrumbada, al menos eso escuche y ahora me vi obligado a tener mi sentido auditivo al máximo, ya que se escuchaba como me buscaba en habitación por habitación y me hablaba por mi nombre... ¿En qué momento se lo dije?
- ¡Se acabó el tiempo!- algo cayó contra el suelo y se destrozó- ¡¿Y al final?!
Permanezco sentado en el suelo, sosteniendo el arma con mis dos manos, para no perder el control y acertar en darle en la cabeza cuando abra la puerta.
Me rehuso a morir, pero mi cabeza no hace caso y comienza a reproducir los recuerdos de mi vida. Hasta llegar a mi último recuerdo... Primero va el Tic, luego el Tac y ¿al final?
Tic, Tac, Tic, Tac, Tic, Tac... TIC, TAC, TIC, TAC, TIC, TAC, TIC, TAC, ¿QUÉ MIERDA SIGUE?
El arma se me resbala y cae al suelo, haciendo bastante ruido, suelto un grito ahogado y los ruidos al otro lado de la puerta se cesan poco a poco y después los pasos de alguien aproximándose se dejan escuchar.
Mierda, ahí viene.
- ¿Ya lo descubriste?
Da unos golpecitos lentos pero fuertes en la puerta.
- ¡¿Qué mierda le hice?!
- Nadie hace nada, solo lo escuchas por pura casualidad y cuando eso sucede quedas obligado a contestar la pregunta... Primero va el Tic, y luego el Tac, y ¿al final?
- ¡Yo no escuché nada!
Busco con desesperación un lugar en mi habitación para esconderme.
Debajo de la cama.
- Claro que lo escuchaste pero no te diste cuenta.
La respiración comienza a fallarme cuando entro al fin debajo de la cama y el polvo y la oscuridad me cubre.
Así que... ¿moriré debajo de mi propia cama? Perfecto, si lo hubiera sabido no hubiese ido al trabajo y visitaría a todos para despedirme de ellos.
Primero va el Tic y luego el Tac, y ¿al final? Qué estupidez e incoherencia es eso...
La puerta de mi habitación se abre y veo a la anciana descalza, manchando el piso con su sangre que tiene en las plantas de los pies.
Primero va el Tic, luego el Tac... Mierda que estúpido soy, ahora lo entiendo todo. Aún sí se lo hubiese dicho eso no cambiaría nada, me asesinaría sin importar qué.
Primero va el Tic, luego el Tac, y ¿al final? Ja, que estúpido, va el Tuc.
¿Por qué? No es nada lógico pero tiene su chiste. Va como las vocales a, e, i, o y u. La T no se mueve ni se quita al igual que la c que va al final, se empieza desde el centro de las vocales y se agrega la T, la vocal y la c: Tic. Se eliminan las que están a los lados y se añaden las otra... Lo sé, es incoherente, me estoy volviendo loco.
Pero esa es mi conclusión del Tic, Tac y Tuc, como el Tuc no aparece a la hora de hacer los sonidos, se elimina la c del final. Y queda Tu... Tú.
Tal vez tenga otra explicación donde involucre cosas paranormales y de ese tipo, pero no quiero siquiera pensarlo ya que ahora me estoy muriendo de miedo y no quiero hacerlo; pensar en todo esto antes de morir.

Las múltiples risas grotescas y chillonas se escuchan en mi habitación, mientras grito de dolor cuando esas uñas largas se clavan en mis pies y me jalan con desesperación por sacarme debajo de la cama.
Voy a morir. Me van a matar sin siquiera haber hecho algo malo... Pero ahora me siento mejor ya que sé qué tú estás leyendo esto, me toca preguntarte a tí: Primero va el Tic, luego el Tac y ¿al final? ¿Ya lo sabes? ¿No? Entonces te lo diré... TÚ.

No importa que me lo digas, de todos modos te mataré.
Te espero debajo de tu cama.































¿Qué tal les pareció?

Les agradecería que me apoyaran con para así comenzar a subir los capítulos diariamente.

Recuerden:el mal va detrás de su bien.

Gracias por leer.

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