No volveré al mismo infierno en el cual me hice quemaduras graves, por estar jugando a hacerme la ciega no me fijé en el camino lleno de obstáculos y a medida que avanzaba bolas de laba se estrellaban en mi frágil cuerpo empeorando mis quemaduras y decidí empezar a curarlas con pomada de experiencia y vendas de sabiduría.
