Probé el almíbar de sus labios
cuando abrióse el capullo del amor
saboreé el cáliz de sus besos
con la inocencia del pecado
confeséle que una tierna tentación
me dejó caer en el deleite de sus caricias
y enredéme poco a poco en su piel
cual perfume de olorosa flor,
también perdíme en sus brazos
como quién se pierde en el desierto
o en las profundezas del oceáno.
Naufragué tan dulce y deliciosamente
en las aguas de su cuerpo
consumióme su calor por entera
cual llama de pasión prohibida
y sumergíme en su mirada
para apagar el fuego que arde,
más apoderóse una sed insaciable
en su boca y la mía
que tatuáronse en su piel y mi piel
como agua vaporizante
de la delicia carnal
más allá del deseo
con sabor de amor primero.
ESTÁS LEYENDO
Mi mundo entre tintas (Completa)
PoesíaSi tus ojos pudieran ver a través de tu piel, a través de tu corazón, a través de todos tus sentidos y más allá de lo conocido y naufragara con la inmensidad de tu alma vibrando a través del amor, entenderías la verdadera esencia de este sentir tan...