Si tus ojos pudieran ver a través de tu piel, a través de tu corazón, a través de todos tus sentidos y más allá de lo conocido y naufragara con la inmensidad de tu alma vibrando a través del amor, entenderías la verdadera esencia de este sentir tan...
Has dicho que no amas, que solo sabes odiar que te entristece ser feliz, pues tan solo sé... que las espinas con su facha de dolor, que las piedras con su ropero de acero, que la tristeza con su disfraz de sonrisa, han venido existiendo desde antes y desde siempre sobre el azul manto mojado
y el seco vacío cargado.
La gracia cortante de tu voz se dibuja en las huellas del puñal, caminas recto sobre sendas errantes nadie sabe a dónde vas, solo que te espera un triste final al cansancio de tus pasos
en el reposo negro del abismo.
Solo sé... que las espinas con su facha de dolor, que las piedras con su ropero de acero, que la tristeza con su disfraz de sonrisa te han venido a engañar.
El día se enfurece en su rayo de luz, truenan silencios desesperados por gritar que esta noche te irás a dormir en tu cama de pesadilla
y tu almohada de dulces sueños.
El ala herida de una joven gaviota se ha desangrado en el vuelo y nadie lo ha visto caer porque siempre estuvo oculto en el caparazón de tu soledad con ficticia compañía.
Solo sé... que las espinas con su facha de dolor, que las piedras con su ropero de acero, que la tristeza en su disfraz de sonrisa te han venido a fastidiar y la falsa miel de tu embustera alegría van vistiendo su irreal vestidura
hasta quedar desnuda con el alma atribulada.
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