Si tus ojos pudieran ver a través de tu piel, a través de tu corazón, a través de todos tus sentidos y más allá de lo conocido y naufragara con la inmensidad de tu alma vibrando a través del amor, entenderías la verdadera esencia de este sentir tan...
La vida va pasando y no descansa para tomarse un poco de aire.
La vida va pasando y no se detiene, como un reloj cansado del tiempo cuando ya la batería ha dejado de funcionar, y pasa de largo sin mirar atrás no importa que hayas estado llorando, o sencillamente disfrutando tu risa, por un par de segundos que vivas o mueras, ella no se detiene a darte un aliento, compartir o felicitarte, es ella orgullosa doncella que camina ligera con las vendas en los ojos, no se detiene a borrar la ceguera, es fría, es indiferente, no gusta observar con los ojos abiertos un hermoso día de verdes campos, flores y cánticos de aves, tampoco le interesa caminar lento al borde de las aguas en una serena noche de cielo estrellado y brisa suave.
La vida va pasando sin mirar el sendero, lo raro es que nunca tropieza con esos apurados pasos incansables, ya quisiera andar como ella, pero me roba la prisa y el tiempo la gota fría de lluvia que cae y el cálido sol, que a veces andan peleados y otras abrazados, hasta las historias que los libros cuentan sin hablar, me roban instantes, me detienen en el tiempo, y veo cuán difícil es andar como ella, tan deprisa, incansable e indiferente, prefiero andar despacio... que adelantarme a ella descubriendo sus secretos antes que ella misma lo sepa, solo quiero vivir al mismo ritmo al que respiro, quiero vivir una vida que no vive la vida en su propio ritmo, ir despacio aunque ella vaya deprisa.
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