One Shot's 【Yaoi】

One Shot #5 [Yuri On Ice]

JJ

Paso mis manos hacia mi cabeza, acomodando el gorro que se encontraba ahí para después bajarlas y así meterlas en los bolsillos de mi saco, tratando de calentarlas un poco ante el pesado frío. Suelto un suspiro un tanto molesto y dramático, logrando ver mi aliento ante el clima. Levanto la vista hacia el cielo, observando la poca nieve que caía, avisando que dentro de poco habrá una gran nevada. Vuelvo mi mirada hacia atrás, observando aquel punto fijo de la calle donde unos minutos atrás discutía con mi prometida por una gran estupidez. Siento como mi hombro accidentalmente choca con alguien, haciendo que vuelva la vista hacia el frente, susurrando un pequeño perdón para la persona con la que choqué. Tras caminar unas calles más, observo a lo lejos un gran letrero neón, que indicaba la entrada de algún bar. A los pocos minutos me encontraba dentro del lugar, tomando lo que sería mi quinta o sexta cerveza, lo que no sabía con certeza ya que sólo pedía más y más al ver que ya no tenía la anterior. Sentí como el lugar parecía moverse; con la vista ya un tanto borrosa. Debe ser el alcohol, pensé al ver la décima botella de vidrio vacía en mi mano. Al observar que el reloj marcaban sólo diez minutos para la media noche decidí levantarme del taburete y caminar hacia la salida; no sin antes pagar las bebidas.
Al estar fuera del lugar pensé que era tiempo de volver a casa, tratando de caminar sin caer al suelo, o peor, caer encima de alguien y en el peor de los casos, vomitarle. Mi cabeza gira casi automáticamente al escuchar el grito muy conocido de aquel chico de cabello rubio platinado, pero este no venía solo, más bien venía muy bien acompañado a decir verdad; ya que la mano de aquel chico y la de su acompañante estaban muy entrelazadas. Al ver la mirada de esos ojos verdes, decidí acercarme hacia ellos, tratando de no causar algún accidente con algún auto, a lo que es un intento casi fallido ya que siento un pequeño empujón en mi pierna derecha y el sonido de la bocina del coche de lo que al parecer es un chofer un tanto molesto. Al llegar a su lado les regalo sólo una pequeña sonrisa antes de hablar, ya que sentía como mi estómago se revolvía un poco.

—¿Qué haces aquí, idiota?— pregunta Yurio en un bufido, un tanto molesto por mi presencia.
—Pasear y divertirme un rato, aunque claro, no como ustedes— digo un poco divertido al observar la cara de largo por parte de ambos.
—Pues si nos disculpas, tenemos que seguir con esa diversión en otro lado.

Observo como jala al pelinegro para así irse del lugar, pero al ver su intención le tomo de la cintura y lo pego completamente a mi, ignorando al otro patinador.

—¿Por qué la prisa? Aún hay tiempo— susurro en su oído, sintiendo mis piernas temblar un poco.
—¿Qué crees que haces?— pregunta un Yurio más molesto de lo normal, empujándome bruscamente de él.

Al ser empujado de esa manera, siento como pierdo el equilibrio en mis piernas y caigo de rodillas al piso. Levanto la vista al ver al rubio platinado sosteniéndome para que no cayera por completo.

—Sé que te empuje pero no tan fuerte para que te cayeras— dice un tanto divertido y confundido.

Le miro mal ante su comentario para después girar mi cuerpo rápidamente hacia atrás, inclinándome un poco para así poder devolver casi todo el alcohol que había tomado unos minutos antes. Pude sentir la mirada de asco y a la vez preocupada de Yurio al verme de esa manera. Tras unos segundos después me levanto como puedo, con la ayuda del contrario para no caer nuevamente.

—Eso fue jodidamente asqueroso— dice el menor  con una ligera mueca de asco.
—Perdón— murmuro un tanto avergonzado.
—¿Traes dinero?— pregunta, alzando una ceja.
—Sí, algo— respondo un tanto extrañado.

Observo como el ojiverde se acerca a la orilla de la acera, levantando la mano para así poder pedir algún taxi. En cuanto uno aparca donde se encontraba él, este se me acerca para así poderme ayudar a caminar hacia el auto y que entrara en este. Escucho como hablaba con el chofer antes de que este último arrancara, sin saber exactamente a donde íbamos.