Capítulo 4

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Pasó largo rato para que Lily volviese a recuperar la compostura. Ella sencillamente se puso en pie, limpio sus mejillas con el dorso de su mano y se alejó hacia el acantilado donde antes había arrojado las rocas. Nuevamente Enkil no atinaba qué hacer.

-¿Tienes idea de lo difícil que es para una mujer escalar hasta donde yo lo he hecho? –

-Sinceramente no lo puedo imaginar, hay cosas que aún escapan de mi entendimiento, aunque ahora que lo mencionas empiezo a notar cosas que antes no había hecho –

-¿Cómo cuáles? –

-Bueno, antes de ser elegido para esta misión tuve una pequeña conversación con mi maestro, donde se presentó la mención de quien yo consideraba el mejor cazador que el gremio de Tanzia había tenido. Mi maestro protestó sobre mi elección, mencionando al maestro del gremio, al líder del grupo que desapareció en las inmediaciones del círculo de fuego de oriente y a él mismo, pero a ninguno de los dos se nos ocurrió mencionar a la joven cazadora que guió a mi héroe a su perdición, quien en su momento era considerada mucho más talentosa que mi maestro –

-Supongo es un ejemplo del poco reconocimiento que solemos tener –

-Debe ser una batalla constante perdóname por desmoronar todo en lo que has trabajado-

Lily le dedicó una dulce sonrisa antes de volver a aproximarse a él y sentarse a su lado.

-No debes disculparte de nada, sencillamente algunos recuerdos dolorosos que pensé había olvidado surgieron de golpe. No es tu culpa la manera en que el consejo pudo utilizarme en verdad te agradezco que hayas confiado en mí –

Algo en su mirada hizo que Enkil se sintiera ruborizarse, por lo que desvió la mirada.Ella pudo notarlo, por lo cual lanzó una risa, divertida de la clara inocencia de su compañero.

-Es lindo considerar que puedes ruborizarte en un momento como este, es impresionante que conserves tal inocencia aun sabiendo todo lo que me has contado. Hubo un tiempo en el que soñaba tener una familia, sabes, en las épocas en que apenas comenzaba como una cazadora, recolectando setas y ese tipo de encargos que suele reservar el gremio para los novatos. Me veía conociendo a un fuerte y galante cazador, con el que encararía peligros inimaginables, enfrentaría dragones ancianos y que al final se me confesaría al saber que me solicitaba para una importante misión que podría durar años en completarse. Yo rechazaría la solicitud de Dondruma, pues descubriría que también estaba enamorada de él, tendríamos una desastrosa boda, como toda pareja de cazadores cuyo gremio busca hacerse cargo de cada preparativo sin saber cómo llevarlo a cabo; aun así todo terminaría siendo hermoso. Tendríamos un par de hijos, un niño que se convertiría en herrero para proteger a su pequeña hermana, quien busca seguir los pasos de sus padres, quienes salen en importantes misiones mientras el maestro el gremio cuida de los pequeños. Al final de todo alcanzaría tal prestigio en el gremio que me convertiría en la siguiente maestra, y ayudaría a pokke a convertirse en una ciudad tan importante como Dondruma -

-Es un lindo sueño, y bastante elaborado debo decir –

Lily sencillamente batió su cabeza de forma negativa, con una nostálgica sonrisa en su rostro.

-Tuve que olvidarlo cuando el cuerno de un diablos atravesó mi armadura a la altura de mi vientre. Pasé más de un mes dormida, debatiéndome entre la vida y la muerte, al final logré sobreponerme a esa herida, pero - Ella se había quitado la armadura mientras narraba eTo, y ahora le mostraba su vientre a Enkil, surcada por diversas cicatrices, pero una en especial se hundía brutalmente – mi posibilidad crear una familia se derrumbó en ese instante. Supongo intenté reponer esa pérdida con una nueva meta, convertirme en una gran cazadora, reconocida en todas las ciudades aliadas; ya no podía dar marcha atrás, si la cacería me había quitado algo ahora me debía el doble. Trabajé muy duro, trabajé tanto que al mismo tiempo me vi consciente que mi nueva actitud, así como mi incapacidad de procrear me descarto automáticamente de la mayoría de los hombres decentes, al menos en escencia; al fin y al cabo, la mayoría parece solo buscar una incubadora para sus futuros herederos. Quienes aún mostraban interés en mí solo veían una mujer capaz de darles sexo sin compromisos o riesgos.

DesolaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora