Capítulo 6

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A pesar de que sabían que habían tenido que volver antes del amanecer, caminaban con paso lento, aunque firme. Por algún motivo, desde que Enkil se puso en pie para comenzar el regreso, Lily extrañaba el firme agarre de las manos de su compañero. Durante el trayecto no había logrado pasar mucho tiempo sin mirar sus manos; sencillamente se imaginaba tomándolas sin ningún reparó, mientras él adquiría aquellas mejillas rojizas que tanto le encantaba. Intentó desviar su atención rompiendo aquel silencio, que más que incomodo era agradable, como si todos los males ocurridos en sus vidas verdaderamente fuesen solo un sueño que ahora era imposible les alcanzase estando juntos.

-No terminaste tu historia apropiadamente, quiero saber que pasó entre tu maestro y tú una vez volvieron al gremio – Preguntó ella con semblante coqueto, caminando de espaldas para mirar directamente a su compañero, pocos pasos tras ella.

Por algún motivo el tono casi infantil de su compañera, así como el extraño cambio en sus movimientos, antes monótonos y calculados, ahora gráciles, espontáneos y llenos de vida le llenó de una gran alegría; también él adoptó un semblante casi infantil.

-Puessencillamente regresamos sin carvear ningún cuerpo, pues la batalla entre ambas bestias había dejado en muy mal estado las partes útiles de sus cuerpos. Como adivinaras el viaje fue completamente diferente, con innumerables reprimendas de mi maestro, muy probablemente a causa de la nula posibilidad de impartirme un castigo físico –

-¿En verdad siempre utilizaba castigos físicos contigo? –

-Oh sí, y siempre ha sido una bestia en cuanto a fuerza física se refiere; jamás entendí si escogió la espada pesada como arma por su fuerza física, o desarrollo esa fuerza por manejar la espada pesada. En fin, desde pequeño era con una constante collejas, y aunque siempre me quejé de que utilizaba demasiada fuerza para reprender a un crío, después me di cuenta de que sencillamente era lo mejor que podía retenerse dada su gran fuerza física; al manejar la espada pesada no existen términos medios, pues una vez realizas un tajo es imposible detenerlo y este debe llevar la suficiente velocidad para causar un daño critico a tu enemigo. Además, mi maestro también era huérfano, según tengo entendido se sumergió tanto en su entrenamiento que nunca ha sido alguien muy expresivo Esa era la única manera en que su cuerpo reaccionaba ante los peligros en que yo mismo me ponía a merced, siempre fue su forma de protegerme –

Mientras lentamente el semblante de Enkil pasaba de lo infantil a lo nostálgico, el de Lily sufrió el mismo cambió.

-Verdaderamente fue muy cruel aquello que le dijiste antes de desafiarlo a un duelo –

-Lo sé -

-En fin, al menos supongo te has esforzado todos estos años para compensarle, pues si no fuese así me decepcionaría mucho de ti –

Por un momento él se vio sorprendido ante tales palabras, pero la juguetona mirada de su compañera le tranquilizó.

-Vaya que lo he hecho. Me convertí en un obediente aprendiz después de volver, y abandoné toda relación con mis raíces, al menos en la forma en que antes utilizaba; dejaré que mi talento hable por mí, no mi nombre, como después me explicaría mi maestro. Guardé el equipo que había heredado de mi familia y comencé desde cero, forjando armaduras con los monstruos que cazaba y sintiendo una emoción inmensa al hacerlo, por más sosa que fuese la armadura – él soltó una pequeña carcajada – Una vez salí de la herrería saltando como un crío con una armadura avanzada de barroth -

La mirada de Enkil volvió a tener aquel deje inocente e infantil que sencillamente mataba a Lily. Esta vez no lo pudo resistir, tomó sus manos, caminando aún de espaldas y planto un sonoro beso en sus mejillas, lo cual ocasionó la reacción que ella esperaba; un enrojecimiento en su compañero.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2018 ⏰

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