Dejó su celular de lado después de leer el mensaje del menor — prácticamente rogando— diciéndole que fuera a su casa. Se sintió confundido, a pesar de que sabe la manera en que se siente JungKook desde ese entonces. Pero recuerda haber dejado claro que ya no harían esas cosas, ¿Por qué insiste ahora? El había estado de acuerdo, ¿Que es lo que anda mal? Se siente preocupado por su mejor amigo, es alguien sensible, seguramente le hicieron otras de esas bromas en la universidad, o algún chico tuvo intenciones de acostarse con el, siendo rechazado y diciéndole al castaño que era una puta. Son cosas de todos los días, pero siempre el termina muy afectado.
— ¿Qué pasó ahora, Kookie? — Susurró para si mismo levantándose de su cama y guardando su celular en el bolsillo trasero de sus jeans rasgados. Mira a su alrededor asegurándose de si lleva lo necesario para ir a la casa de su amigo. Se da un golpecito en la cabeza y abre el cajón de su cómoda, sacando día condones y guardandolos en otro de sus bolsillos.
Cuando siente que está listo toma el pomo de la puerta de su habitación, abriéndola y dudando por un momento en si ir o no a la casa de JungKook. El no es tonto, sabe la razón por la cual requiere de su presencia. Como siempre, pensando que el es un muñeco con el que puede desahogarse, sin pensar en los pensamientos que pueda tener el pelo plateado en el acto.
No está muy lejos del lugar de su destino, por lo cual luego de tomar el autobús por veinte minutos, se para delante de la puerta, y sin dudarlo toca el timbre. Escucha los pasos de adentro venir hacia su dirección, hasta que siente como abren ligeramente la puerta y una cabellera castaña se asoma, viéndolo directamente a los ojos. Su corazón da un vuelco al ver los ojos rojos del menor, aún con rastro de todas esas lágrimas, y más que se acumulan debajo de sus ojos, rojos e hinchados. Como si hubiera estando sollozando desde hace un largo tiempo, y no lo duda, puede haberlo estado haciendo.
<<¿Que habrá pasado esta vez>>
Sin decir nada se hace a un lado para que el peliplateado pueda adentrarse al lugar. Limpia sus mejillas con las mangas de su sueter, como si con eso fuera a desaparecer su tristeza, con la manga de un suéter... Cierra la puerta tras de sí, caminó hasta la sala de estar, sentándose en el sofá, segundos después con JungKook imitandolo, sentándose a su lado.
No tuvo tiempo ni para pensar cuando ya tenía al castaño sentado a horcajadas sobre su regazo, besando su cuello con rudezaz sin importar sus leves quejidos cada vez que lo mordía. Sienpre supo lo que esté quería y aún así fue. Colocó sus grandes manos a ambos lados de la cadera del menor, sosteniendolo y apegandolo más hacia su cuerpo. Introdujo una de sus manos dentro del suéter del mismo, buscando con sus dedos las tetillas del contrario, pellizcando una de ellas, haciéndolo gemir con suavidad sobre su cuello que aún besaba humedamente.
Un sonido proviniente del celular de TaeHyung resuena por toda la sala. Pero poco le importa a JungKook, el cual no se detiene por nada del mundo. El mayor sabe de quién es la llamada que está recibiendo, quiere contestar, pero tampoco quiere dejar a su amigo en segundo plano. Seguro YoonGi puede esperar.
Se separa de TaeHyubg, sintiéndose interrumpido por el sonido que intentaba ignorar.
El tiene novio. Y tú lo estás arruinando. Es lo único que pasaba por su cabeza, ¿Cómo podía ser tan egoísta? Se levantó de su regazo y sin dar explicaciones subió las escaleras rápidamente, encerrando se en su habitación apenas poner un pie en ella.
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Por cosas del destino. ;; JiKook Chats.
Fanfiction«Eres un vampiro... Mira como que me dejaste ayer.» JiMin es un chico popular con un pasado decidido a superar, pero la vida no parece querer ir de su lado. Recibe un mensaje de un número desconocido y equivocado, alegando hechos sexuales. Le gusta...