Regaño narrado

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Veía desde su asiento a las personas retirarse luego de ser llamadas para entregar sus cuadernos. El profesor decía el nombre de la persona por orden de asiento, quedando el de último. Comenzaba a impacientarse. Vio al rubio pasar, sonrió con nostalgia al verlo caminar con paso firme a entregar la tarea que él le había pasado por mensaje como un seudónimo. A veces le gustaría decirle toda la verdad, rogar una última vez, pero sabe que será en vano, todas esas esperanzas que alguna vez tuvo ya todas estaban muertas. En el fondo de su propio ser quedan algunas mariposas revoloteando esperando por aquella persona, pero sabe que es solo una ilusión, una fantasía el hecho de que este fuera a regresar.

<<Una linda ilusión...>>

Parpadeo repetidas veces, despertando de su ensoñación, dándose cuenta que era el único dentro del aula con el profesor. Que acaba de decir su nombre mandándole a pasar. Metió las cosas en su bolso – excepto su cuaderno – lo colgó en su hombro y con su libreta en mano camino con paso rápido al frente, colocándose enfrente del escritorio del pelinegro (el profesor). Abrió su cuaderno colocándolo en la página de la tarea, lo puso en la superficie de la mesa, a la vista del mayor, que tomo su lapicero para corregir su tarea.

Leía de manera muy superficial las letras allí plasmadas, vio el dibujo e hizo una raya aun lado de la hoja, con el ceño fruncido cerro el cuaderno y lo devolvió a su dueño, examinándolo con la mirada. Carraspeo cuando vio que el castaño se iría. El menor volteo expectante y volvió a donde estaba parado antes, esperando por lo que sea que tenía que decir su profesor.

- ¿Qué sucede? – Pregunto curioso y un poco asustado, con la idea de que podría decirle algo malo para él. - ¿Hice algo mal? – Descarto la idea mentalmente de inmediato. Si su investigación tuviera algo mal también le hubieran dicho a JiMin, considerando que tenían la misma. Dejo de crear opciones en su cabeza, esperando lo que parecía una eternidad hasta que el hombre se dignara a hablar.

- Le pasaste la tarea a Park ¿Verdad? – Oh, así que era eso... Asintió sin dudarlo, no es una persona a la que le guste mentir, a pesar de que últimamente halla estado haciéndolo. – Deberías tener más dignidad, Jeon.

- ¿A... que se refiere? – Sabía perfectamente lo que el profesor pensaba, pero aun asi se vio en la necesidad de preguntar. Sintiendo como su corazón se aceleraba, palpitaba tan rápido como si quisiera salir de su pecho e irse corriendo.

- Porque le ofrezcas el culo... o la tarea. – Movió sus manos para intentar expresarse mejor. – Nada cambiara. Quizás todos no tienen una imagen tan equivocada de ti.

<<Puta>> Casi oye salir de los labios del profesor. Esta seguro que si él no se tratara de un alumno lo hubiera dicho sin dudar, después de todo es lo que todos piensan ¿no?. Asintió agachando su cabeza, y saliendo del aula.

Él no era una puta, no lo era, de verdad...no lo era.

Sintió sus ojos picar, empezó a parpadear miles de veces, intentando contener esas lagrimas que amenazaban con salir. Debía ser fuerte, debía sacar fuerza de donde ya estaba desgastada. Camino por los pasillos vacíos, agradeciendo que ya todos se hubieran ido, maldiciendo en su cabeza una y otra vez a Park JiMin. Porque todo siempre ha sido su culpa, y también de él, por amarlo, y por seguir haciéndolo.

Por cosas del destino. ;; JiKook Chats.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora