-Espero que se te congelen los objetivos -replicó ella, con una sonrisa.
-Basta ya, _________ -protestó Larry mientras seguía tomando fotografías-. Muy bien, con eso servirá.
Al oír aquellas palabras, _________ se desplomó sobre la nieve fingiendo un desmayo. Larry se inclinó sobre ella y tomó otra fotografía. Ella se echó a reír.
- ¿Son cada vez más largas las sesiones, Larry, o es impresión mía?
-Es impresión tuya -respondió él-. Ya has pasado la cima de tu carrera. A partir de ahora todo irá cuesta abajo -bromeó.
-Ya te enseñaré yo lo que es ir cuesta abajo -replicó _________. Se puso rápidamente de pie y agarró un puñado de nieve.
-No, _________, no -suplicó Larry mientras protegía su cámara-. Recuerda las fotos que acabo de tomar. No pierdas el control -añadió. Entonces, se dio la vuelta y echó a correr hacia la cabaña.
-Que he pasado la cima de mi carrera, ¿eh? ¡Toma!
La bola de nieve golpeó a Larry de lleno en la espalda. A continuación, echó a correr tras él y, cuando lo alcanzó, se le subió a la espalda y comenzó a golpearle en la cabeza.
-Tú sigue -le dijo Larry transportándola sin esfuerzo alguno-. Estrangúlame, causame una conmoción cerebral... pero no se te ocurra tocarme la cámara.
Justo cuando se acercaban a la cabaña, Harry salió de su interior.
-Hola, Larry -dijo-. ¿Ya han acabado?
-Señor Styles-comentó ella en tono muy serio-tengo que hablar con usted. Creo que debemos contratar un nuevo fotógrafo. Éste acaba de sugerir que mi carrera va cuesta abajo.
-Yo no tengo la culpa -protestó Larry-. Figuradamente, llevo meses contigo en brazos y ahora te transporto literalmente. Creo que estás engordando.
-Eso es el colmo -protestó ella-. Ahora ya no me queda elección. ¡Tengo que matarlo!
-Déjalo durante unos días, ¿de acuerdo? -le pidió June, que acababa de aparecer en la puerta-. Él no lo sabe todavía, pero voy a llevarlo a dar un paseo por el bosque.
-Muy bien -afirmó _________-. Eso debería darme el tiempo suficiente para considerar mi decisión. Déjame en el suelo, Larry. Te acabo de conceder un indulto.
- ¿Tienes frío? -le preguntó Harry a _________, cuando entraron en la cabaña y ella comenzó a despojarse del mono de esquiar.
-Estoy congelada. Hay algunos entre nosotros que tienen anticongelante en vez de sangre en las venas.
-Ejercer de modelo no es sólo glamour y sonrisas, ¿verdad? -preguntó Harry mientras ella se sacudía la nieve del cabello-. ¿Estás satisfecha? -quiso saber él de repente-. ¿No deseas nada más?
-Ésta es mi profesión y es lo que sé hacer.
-Pero, ¿es lo que quieres hacer? -insistió él-. ¿Es lo único que deseas hacer?
- ¿Lo único? A mí me parece que es más que suficiente -replicó ella.
Harry la observó durante un instante. Entonces, se dio la vuelta y se marchó. Incluso con vaqueros, se movía con una gran elegancia. Completamente perpleja, _________ observó cómo desaparecía por el pasillo.
La tarde pasó muy tranquilamente. _________ se tomó el chocolate caliente con el que tanto había soñado y dormitó un rato sobre una butaca que había al lado del fuego. A continuación, observó cómo Harry y Bud jugaban al ajedrez.
Charlene no dejaba a Harry ni un solo instante, a pesar de que seguía la partida con evidente aburrimiento. Cuando terminaron de jugar, insistió en que Harry le mostrara el bosque. A _________ le resultó evidente que no estaba pensando ni en los árboles ni en las ardillas.
Poco a poco, empezó a oscurecer. Charlene, con aspecto algo enojado después de su paseo, se quejó sobre el frío y luego anunció como si se tratara de una reina que iba a darse un baño durante al menos una hora.
Cenaron un guisado de carne, que disgustó profundamente a la pelirroja. Compensó su descontento bebiendo más vino del aconsejable. Nadie prestaba atención alguna a sus innumerables quejas, por lo que la cena pasó con el ambiente relajado de personas que se han acostumbrado a la compañía de los demás.
Una vez más, _________ y June se hicieron cargo de la cocina. Estaban a punto de terminar de recoger cuando Charlene entró, con otra copa de vino en la mano.
-¿An acabado ya con Nuestros que haceres femeninos? -les preguntó con un profundo sarcasmo.
-Sí. Te agradecemos profundamente tu ayuda -replicó June mientras metía los platos en un aparador.
-Si no te importa, me gustaría hablar con _________.
-No, claro que no me importa -contestó June. Sin inmutarse, siguió guardando platos.
Charlene se dirigió hacia el fogón, que _________ se estaba ocupando de limpiar.
-No pienso tolerar tu comportamiento durante más tiempo -le espetó.
-Muy bien. Si prefieres hacerlo tú... -replicó. Acto seguido, le ofreció el estropajo con el que estaba limpiando.
-Te vi esta mañana revoleándote con Harry -le espetó Charlene.
- ¿Sí? -repuso _________. Entonces, volvió a centrar toda su atención en la limpieza de la cocina-. En realidad, estaba tirándole bolas de nieve. Yo creía que tú estabas dormida.
-Harry me despertó cuando se levantó de la cama.
Charlene había hablado con voz suave, pero la implicación de sus palabras resultaba evidente. El dolor se apoderó de _________. ¿Cómo podía haber abandonado Harry los brazos de una mujer para ir tan fácilmente a los de otra? Cerró los ojos y se sintió palidecer. La diversión y la intimidad que habían compartido aquella mañana carecía de significado. Se aferró a su orgullo desesperadamente y volvió a enfrentarse con Charlene.
-Cada uno tiene derecho a tener sus gustos -replicó.
Charlene se ruborizó dramáticamente. Tras lanzar un furioso juramento, arrojó el contenido de la copa sobre el jersey de _________.
- ¡Con eso has ido demasiado lejos, Charlene! -explotó June, muy enojada-. No te vas a salir con la tuya en esto.
-Perderás tu trabajo por haberme hablado así.
-Inténtalo. Cuando mi jefe vea que...
- ¡Ya basta! -las interrumpió _________-. No quiero que hagas una escena, June.
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La Modelo - H.S.
Teen FictionSinopsis: A pesar de su sofisticada belleza, el corazón de la modelo ______ Baxter seguía estando en el pequeño pueblo de Kansas en el que nació. ¿Cómo iba a ser capaz de resistir el arrollador encanto de su nuevo jefe, el fascinante magnate de las...