You And I.

11. "Friends"

No esperaba divertirme tanto con dos chicas extremadamente locas y divertidas. Parecían quererse, adorarse y amarse, entre muchas cosas. Me hacían recordar a todas las mejores amigas que había tenido al pasar de los años. ¿Qué había sido de ellas? ¿Me habían visto crecer entre la fama? ¿Me envidiaban ahora? ¿Qué pensaban de mí?

¿Por qué estoy pensando en personas que habían hecho de mi vida una miseria? Me habían engañado, se habían burlado, habían dicho estupidez tras estupidez de mí. ¿Cómo podía, alguna vez, haberlas considerado amigas a ese tipo de personas? Ellas no eran mis amigas. Amigas son las que te dicen todo lo que piensan de ti a la cara, amigas son aquellas que te apoyan y escuchan sin importar qué, amigas son aquellas que disfrutan tus triunfos y te ayudan en tus derrotas, amigas son las que comparten tus gustos y disgustos, y aún así te quieren.

Y recordé a las cuatro personas que habían estado para mí desde hace mucho tiempo: Marie, Maddie, Alexa y Patrice.

 

Tome mi celular y marque a Maddie. Ella lloro al escucharme hablar sobre amistad y amor. Luego a Marie. Rió conmigo al hablar sobre estupideces que solo podíamos entender nosotras. Por su parte Patrice, se rió de las cosas torpes y melosas que siempre dije, pero aún así me deseo suerte en la gira. Por último, pero no menos importante, Alexa me reto por las cosas que hacía o decía, a pesar de eso, demostró orgullo al decir que me quería.

¿Han visto? ¿Lo han sentido? Esas son las verdaderas amigas.  O por lo menos… Esas son las mías.

Tarde acerca de una hora en recomponerme de mi momento meloso-amistoso-amoroso, y camine por la puerta del hotel, el lobby, el salón-comedor  e incluso las habitaciones, pero no había nada interesante en lo que concentrarme. Los chicos habían salido a la cancha de Boca (el equipo de Lucía y Barbara) y no había nada más que hacer que leer, escuchar música o mirar televisión en la cual no entendería nada, no por el idioma… si no por los modismos que se utilizaban, además de que estaba cansada de todo aquello. Quería hacer algo especial, algo…

-Lo siento- escuche de una voz extremadamente ronca-

-¿Harry? – pregunte mirandolo. Estaba con una chaqueta negra, una remera negra con una calavera, sus pantalones negros y rotos (algo normal), y sus botas negras. Llevaba los auriculares puestos y el pelo al viento – Pareces muy… dark. ¿Paso algo? –

-Um… no… solo es que estaba pensando y no me di cuenta de lo que estaba tomando – dijo mirándome mientras sostenía uno de los auriculares-

-Eh- rasque mi nuca- ¿Por qué estas aquí?,  ¿No se supone que debes estar en una cancha?-

-No quería ir… Simplemente- me miro directo a los ojos-

-Ven…-

Gracias a los dioses había tenido el tiempo suficiente para caminar por casi todo el hotel, estudiar los lugares más solitarios de este, y averiguar cual eran los mejores para hablar sin la necesidad de ser interrumpidos; Lo lleve entre pasillos, puertas, la pileta, e incluso el comedor. Saludamos a las pocas fans que habían logrado entrado y ya pasado un largo rato de silencio y llegado al edificio alejado de la hectárea donde se encontraba el hotel, subimos los escalones que nos llevaban a su  terraza.

-¿Por qué tanta vueltas? – Pregunto acostado en el piso – Digo, podríamos haber ido a la habitación simplemente… -