Mis locos sueños.

Reto.

HE ENTRADO EN WATTPAD Y HE VISTO QUE TENÍA UN BORRADOR Y DIGO, A SÍ? Y RESULTA QUE NO SE SUBIÓ UN RETO DE HACE YA TIEMPO 😌😔pero me da igual, lo subo ahora porque yolo.

Y aquí estamos, una vez más invitadas a un reto por @E495, desde aquí te doy las gracias por invitarme y me disculpo por mi tardanza. Si os pasáis por su obra encontraréis de qué va el reto, aunque lo volveré a escribir aquí abajo para nominar a más personas. Bueno, aquí va mi historia (esta vez es totalmente y conscientemente inventada), es cortita, espero que os guste.

            No sé cómo había llegado, pero allí estaba, cuarto años antes, en 2014. Me miraba al espejo y me veía pequeña. ¿Por qué elegiría ese estilo de pelo? Mi cuarto estaba lleno de posters que un tiempo después quitaría, aunque no sé muy bien por qué. Estaba confundida, ¿qué estaba haciendo yo allí, en mi cuarto de hace cuatro años?

No sabía lo que pasaba, pero no sentía miedo, mi cuerpo se lo tomaba como si fuese lo más normal del mundo. De repente, sonó la alarma, una canción de Ismael Serrano, me gustaba levantarme con algo suave en lugar de con un estridente pitido.

Al abrir la puerta, la vieja Mimi entró en mi cuarto, creo que me entraron ganas de llorar, hacía dos años que había muerto mi pequeña gatita. Bueno, en ese momento aún faltaban dos años. Me lancé hacia ella y la abracé y la besé, ella me miraba extrañada, tan gordita y enteramente blanca como era.

Cuando se me hubo pasado, me vestí y salí a investigar. Mi madre se enfadó conmigo por haber tardado tanto en bajar. -Vamos, vamos, vas a llegar tarde al instituto- me dijo. Odiaba ese instituto, al menos, ese fue mi último año allí, en segundo de bachillerato. Era un instituto privado, religioso y con fotos del rey Juan Carlos por todas partes. Mis padres se empeñaban en llevarme a misa y educarme entre monjas. Yo siempre he respetado sus creencias, pero, simplemente, yo no las tenía. Tiempo después se lo conté y lo entendieron, no tuve ningún problema, pero con esa edad simplemente me resignaba a ir a clase y a charlar con mis amigas, ni siquiera me planteaba esa clase de cosas.

Terminando de desayunar, escuché el timbre, supe quien era y mi corazón empezó a latir más rápido, más fuerte. Era él. Había estado enamorada de ese chico desde hace tres años hasta ese momento del pasado en el que me encontraba. Se mudó a Brighton al año siguiente. Ahora entendía que hacía allí, cuatro años después, en mi presente, él había vuelto.

Tenía que decirle que le quería, tenía que decírselo antes de que se fuera. Solté la taza con lo que quedaba de café, cogí mi maleta y salí corriendo a abrir la puerta. Cuando la abrí, no lo vi, solo estaba allí mi mejor amiga. Le pregunté si él no había venido, «Claro que no, hace cuatro años que se fue». Eso no tenía sentido, había viajado cuatro años en el pasado. De repente nada tenía sentido, el color de la ropa de mi amiga cambió de repente y las proporciones de todo empezaron a deformarse.

Empecé a respirar mi rápido y a ponerme nerviosa, hasta que abrí los ojos. Estaba en mi cuarto normal, el de mi presente, el de mi piso, sin mi madre, sin Mimi y sin él. Experimenté unos segundos de decepción y arrepentimiento, mezclados con algo de confusión que se iba disipando poco a poco. «No puedo cambiar el pasado,» me dije «pero no hace falta, él ha vuelto, ¿recuerdas? Has soñado esto porque él ha vuelto. El pasado no es tu sitio, ni el arrepentimiento tiene utilidad. Levántate, vístete, ve a su casa y conócelo de nuevo, enamóralo». Y eso hice, esa fue probablemente, la mejor decisión de mi vida. El presente es, sin duda, el tiempo al que pertenecemos.

Y ahí está mi historia, la última frase es la que más me gusta. Espero que a vosotros también. (Siento el retraso de ... meses? Jajaja xD soy un desastre, lo sé).