El otro mundo

Capítulo 5: LA CASITA DEL BOSQUE

Era una casita muy acogedora, parecida a la pequeña choza del abuelo que había construido él mismo con sus propias manos, y en la que se resguardó por el resto de su vida. En esta casita era todo muy parecido. En el vestíbulo había una pequeña caja de plata llena de caramelos, un gran espejo en el que se veía reflejada toda la casita y, al dar unos pasos hacia delante podías experimentar diferentes sensaciones halagadoras con olor a rosas bañadas en chocolate. Era pequeña y eso la hacía más acogedora. Nos instalamos rápidamente ya que íbamos ligeros de equipaje.
Pasaban los meses y Lily parecía muy relajada. Por otro lado, a medida que pasaba el tiempo, mamá parecía estar más preocupada. Como no me contaron nada de lo sucedido, decidí alzar la voz e informarme. Entonces, mamá reaccionó de una manera distinta a la que había imaginado, me sonrió y me lo contó todo.
- María, ¿crees en la magia?
En ese instante no pude reaccionar ya que mil cosas pasaban por mi cabeza. Mamá me miraba sin esperar una respuesta directa. Yo, dudando de lo que iba a decir, le dije que no, que no entendía por qué preguntaba eso.
Entonces mamá cambió su rostro por completo y se puso seria, como si estuviera junto a mi un cuerpo sin alma.
- María, hija mía, empecemos por el principio, ¿te acuerdas de tu padre?
- Claro... desapareció hace poco. Espero que esté bien.
- Ay cielo, ese hombre no era tu padre.
Al decir esas palabras se me paró el corazón. Esperaba que segundos después me sonriera y dijera que era todo una broma, pero no sucedió. Y continuó contándome:
- Hace muchos años, cuando yo era joven, una noche de verano me topé con un muchacho llamado Dave. Era un norteamericano muy apuesto y simpático,con el pelo rubio y los ojos azules, que lo hacían un chico muy atractivo, acompañados de esa sonrisa que te abrigaba en la noche más fría de invierno y te llevaba a otro mundo con su gran car...
- ¿Y como os conocisteis mamá?