El nuevo (el asombroso mundo de Gumball)

Nueve: vendas

Lo primero que volvió a sentir Gumball fue un gran dolor en la cabeza. Se tocó con la mano en la frente y sintió unas vendas.

Se incorporó. Estaba seguro de que era el colegio, pero hacía tanto frío como en la casa de Kail. "Seguro que es porque tiene todo el instituto controlado." Pensó.

Se extrañó al comprobar que la puerta del aula estaba abierta. "No me esperaba tanta amabilidad, supongo." Pensó. Lo último que hubiera creído de Kail era que le iba a dejar en libertad.

Pero no era así, y en el fondo el gato azul lo sabía también. Salió con muchísimo cuidado del aula intentando no hacer ruido.

Gumball:
-¿D-Darwin?

Se atrevió a gritar. La verdad era que, controlado o no, Darwin era la persona con la que más quería estar. No tenía sentido su vida sin él.

Caminó lentamente, y descubrió una luz al fondo de un pasillo. Todo lo demás estaba en penumbra, en completa oscuridad.

No podía seguir la luz, parecía que se movía, pero distinguió un bulto en una esquina, con un llanto.

Banana Joe:
-Snif, snif...

Gumball:
-¿Joe?

Banana Joe:
-¿Gumball? Oh, me alegro de que estés bien, porque nadie lo está...

Gumball:
-¿Qué quieres decir?

Banana Joe:
-Kail ha desechado la gente que no me servía. A servidor el primero.

Gumball:
-Oh vaya, lo siento. Yo tampoco estoy muy bien, que digamos.

Banana Joe:
-Ya, supongo que peor que yo. ¿Estás mejor?

Gumball:
-¿Qué? ¿Sabes lo que ha ocurrido?

Banana Joe:
-Emm, sí, claro.

Gumball:
-¿Y no me has ayudado hasta ahora?

Banana Joe:
-Hasta hace poco yo estaba controlado, que lo sepas. Y además, Kail me ha ordenado que no te moleste mientras estabas dentro del aula. Pero mira, ahora has salido tú mismo y yo no estoy desobedeciendo.

Gumball le miró impasible. Después de un rato de silencio, este siguió preguntando.

Gumball:
-¿Y las vendas?

Banana Joe:
-Idea de Penny. Eso ha molestado muchísimo a Kail y la ha controlado más para que te olvide, super raro.

Gumball:
-Penny... ¿E-es todo mi culpa? He hecho algo malo y ahora lo estoy pagando...

Banana Joe:
-No exactamente. Kail es el malo, tenías razón desde el principio. Ojalá te hubiéramos creído.

Gumball:
-Sí, la verdad, hubiera sido un detalle. Bueno, voy a buscar a Darwin.

Banana Joe:
-Sé donde está. Sigue recto. Hay una luz de una habitación, allí está Kail. Los demás andarán cerca. Si ves a Bobert enciendelo, trae un mensaje para tí.

Gumball:
-De acuerdo, lo haré.

Gumball siguió andando. ¿Y la gente sin controlar no podría haber parado a Kail? Sería todo más fácil entonces.

Y localizó la luz. Se movía, pero podía alcanzarla fácilmente si corría. Y lo hizo. Las vendas de su cabeza ondeaban detrás suyo.

Mientras corría pensó en todo lo que Kail le había hecho sin motivo. "Ese conejo gris me está poniendo de los nervios. Primero me roba a mis amigos, a mi novia... No pasará lo mismo con Darwin. Él es mi hermano. Nunca me traicionaría, aunque esté controlado." Pensó. Una parte de él tenía razón, y otra no.

Si Darwin estaba aún controlado no le pondría nada fáciles las cosas. Si no lo estaba le habría ocurrido algo fatal, era un buen peón en la jugada si Kail pensaba en destruir a Gumball.

Pensando esto, no se había dado cuenta de que había alcanzado la luz, y con mucha fuerza de voluntad, abrió la puerta decididamente.