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Ella se encontraba en el aeropuerto de Italia Roma junto a su madre, esperaban que su equipaje apareciera por la cinta transportadora, toda su familia había caído, a causa del codicioso de su padre, había apostado la fortuna que su abuelo  construyó, los Bonnato— enemigos de los Diamonds—  adquirieron sus riquezas, todo muy lamentable, Lucy jamás se lo hubiera lastimado, ahora solo eran ella y su mamá, Margot. Al recoger las maletas se dirigieron a la sala de espera y un hombre de unos sesenta años las esperaba con un cartel en sus manos que decía "Familia Diamond", el hombre era muy amable causando que ellas pensaran que les iría bien en su nueva vida.

El amigo de la familia, Víctor Boticceli —un empresario destacado en Italia— les estaba dando la mano para empezar de cero, Margot sería secretaria en la empresa de Víctor y él se encargaría de ayudarlas a que Lucy entrará a una de las mejores escuelas de toda Italia, claro que Lucy pondría de su parte en estudiar duro para el examen de admisión en dicha sede, el nombre de la escuela era Bologna Business School, no era correcto el hecho de que Lucy entrara así nada mas a la escuela así que, por ende hicieron ese trato.

***

El viaje duró dos horas ya que, de Roma a Bolonia era el tiempo predeterminado. Al llegar a la ciudad, Lucy había quedado encantada de los edificios que parecían tener historia, estos le recordaban un poco a Francia y es que, para un norteamericano en Europa el ver esto era muy atractivo, al subir una colina llena de árboles, en la cima se encontraba la mansión Boticceli, el gran portón se abrió a la mitad cuando el chofer hablo por el intercomunicador, al entrar la mansión era tan blanca como "La casa blanca" de Washington D.C, en medio de el portón y la entrada de la casa había una fuente y el suelo era de ladrillo rojizo, el auto se estacionó al pie de las escaleras, en el final de estas estaba Victor con una grata sonrisa en su rostro y a su lado un mayordomo, las chicas salieron y el mayordomo saco las maletas para dejarlas en sus respectivas habitaciones, Lucy y su mamá subieron las escaleras, Margot le dio un gran abrazo a Victor.

—Oh, querido amigo, gracias por esta oportunidad —dijo en su oído.

—Oh vamos, no me lo agradezca eres como mi hermana y lo sabes— Margot y Víctor se separaron, él observó a la morena que apenada se encontraba al frente.

—Y tú si que has crecido, Lucy. Ven a darme un abrazo— él abrió los brazos y ella un poco dudativa lo abrazó, ella no lo recordaba, al separarse y mirarse a la cara, Víctor lo supo— eras muy pequeña cuando me viste por ultima vez— sonrió y se dio la vuelta —sigan me.

Al abrir las puertas lo primero que vieron fue la gran escalera que daba a dos direcciones al final. Todo parecía de mármol pulido, a la familia Diamond le parecía muy elegante, a pesar de haber vivido de riquezas.

—Sus habitaciones están arriba, Maria les mostrará. — una mujer llego a su lado con un vestido y una sonrisa— Nos vemos en la cena— se despidió Victor.

Madre e hija siguieron a la mujer escaleras arriba, llegando al pasillo izquierdo, sus alcobas quedaron al final del pasillo una delante de la otra, la mujer le dio las llaves de cada una y se marchó.

Cuando Lucy entro a su habitación, nada era fuera de lugar, era grande, si, pero todo era blanco "al parecer era el color favorito de los Boticceli" pensó, dejo su equipaje a un lado y se tiro a la cama, estaba exhausta y sin ánimos, estaba muy molesta con su padre pero, aún así lo extrañaba. Cuando su abuelo murió su padre no había tomado buenas decisiones con la fortuna.

***

—Mamá, ¿a donde vas?— inquirió la pequeña Lucy.

—Debo traer a tu padre— le sonrió aunque estuviera impotente— ve a dormir, nos vemos en la mañana, pequeña.

***

Lucy despertó del sueño, llamaron a su puerta, gruño por pereza, se había quedado dormida luego de tumbarse en la cama, al abrir la puerta se encontró con Margot.

—Sabía que te quedarías dormida, ve a lavarte y bajemos a cenar— Lucy refunfuño y obedeció.

Luego, al bajar al comedor —en el cual parecía haber una discusión— cuando las dos mujeres cursaron el umbral, las palabras fueron cesadas. Victor se levanto y observó a una chica y a una señora las cuales estaban a su lado derecho y luego a las recién llegadas, aclaró su garganta.

—Ellas con las Diamond señaló al dúo, muchachas ellas son, mi esposa— apuntó a la mujer rubia, maquillada, de ojos aceituna y vestida de empresaria, esta no dijo nada— y ella es mi hija, Amy— miró a la chica que parecía descontenta con la situación, de cabellos rubios y con uniforme de colegiala la cual constaba de una falda corta a cuadros de color azul, una camisa blanca y una corbata negra—Adelante las estábamos esperando.

Ambas se sentaron del lado izquierdo del hombre y la gente del servicio comenzó a servir la cena, había tensión en el aire.

—Di me Lucy ¿estas lista para el examen de admisión? — inquirió Victor.

—Oh, si señor, he estudiado todo el mes.

—Muy bien.

—Margot, irás conmigo al trabajo mañana en la mañana ¿si?— la mujer asintió, un golpe seco llamo la atención de la mesa, Amy se había levantado hecha una furia.

—¿Ahora eres el hombre caridad?— dijo impotente.

—Comporta te Amy...

—¿¡Que me comporte!? ¡Ja! Claro me voy a comportar como se debe,—miro a las Diamond— les daré la bienvenida... —aclaro la garganta— espero y se mueran de una vez porque ustedes no son recibidas—ella se fue y al mismo tiempo Victor se levanto, molesto.

—¡Amy!— se dio cuenta que no tenia caso llamarla para reprochar la, se sentó mientras daba un suspiro—Disculpen a mi hija no habla enserio— sonrió.

—Ella tiene razón, Victor. Cuanto mas rápido se larguen esta familia mas rápido tendrá la alegría de antes— todos quedaron anonadados con lo que había expresado su esposa, la mujer se levantó y se fue del comedor con tanta calma como si nada hubiera pasado. Víctor gruño.

—Disculpen por esta amarga escena...

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