-¡Abuelo!-gritó la pequeña niña alegremente.

-¡Lucy, mi nena!-respondió el hombre alzandola entre sus brazos-Si que has crecido.

-¡Oh, papá!-saludó Franco y le dio un abrazo a su progenitor-¿Cómo has estado? Pasa-dijo dándole paso al viejo hombre a su casa.

***

-¡No puedes llevarte la!-replicó Franco en su oficina que por suerte se encontraba en el sótano.

-Es una Diamond, hijo. Somos de la mafia y tiene que aprender a defenderse-Franco resoplo, todo estaba mal, debía tomar una decisión, su mujer apareció bajando las escaleras.

-Margot...-dijo Franco irguiendose, el señor Diamond se giró a ver la esposa de su hijo.

-Tienes mi concentimiento, Calvin-confesó Margot y lo cuál fue como un puñal en el pecho para Franco.

-Dijiste que nuestra hija no debía entrar a nuestro mundo-se señalo a el mismo y a su padre.

-Sé lo que dije, Franco pero, tú padre tiene razón y debe tomar responsabilidad sobre lo que le ha causado a su familia-habló con diplomacia la mujer, Franco miró al suelo y luego asintió al sentir la mirada de su esposa y de su padre.

-Esta bien...-Calvin sonrió-pero, si mi pequeña sale herida no la volveras a ver, ¿me entendiste padre?-el viejo asintió.

***

Lucy esperaba a la rusa mientras se reía de sí misma "¿a dónde llegaré con todo esto?" se preguntaba, "malditos celos" "estúpida, Amy".

-¿Lucy?-llamó una voz rusa a sus espaldas y la morena se giro exaltada.

-Oh, hola Nino-sonrió nerviosa.

-¿Estas lista?-preguntó y Lucy asintió.

Habían ido a comer pizza y el lugar estaba un poco lleno, Ninotchka le estaba hablando sobre uno de sus proyectos sin embargo Lucy no le prestaba nada de atención fue entonces cuando un hombre sacó un arma y empezó a gritar.

-¡Todos al suelo!-Lucy y Ninotchka se metieron debajo de la mesa.

-¡Shit!-exclamó en inglés Lucy-¡Just today I'm not in the mood!-Ninotchka la miró sin compresión.

-Lucy...-la morena la miró enojada-en italiano por favor-el hombre se encontraba asaltando la caja-¿que haremos?-inquirió la rusa.

Lucy pensó, el hombre estaba de espaldas hacia ellas y la puerta de la cocina estaba más cerca que la de salida, Lucy tomó la mano de su amiga y se dirigieron con cuidado a la salida pero, sus planes acabaron cuando el cocinero, sin saber lo que pasaba ahí, salió molesto con un rodillo en mano, causando que se tropezara con las chica que iban gateando hasta la cocina, el hombre, al escuchar el estruendo se asusto y disparó en el pecho del cocinero causando que se desplomara y dejando una gran mancha de sangre en la puerta, la gente grito y el hombre hizo un ademán con arma en mano.

—De pie ustedes dos sino quieren quedar como él—ordenó el asaltador, las chicas obedecieron y lo miraron—vengan acá—se miraron entre sí y caminaron despacio, al llegar a dónde se encontraba, él tomo el cabello de Ninotchka fuertemente, ella gimió de dolor.

—Suelta la—ordenó Lucy y el hombre carcajeo.

—No eres nadie para decirme que hacer—replicó él colocando el cañon del arma en su frente, Lucy gruño y el ladrón sonrió —¿qué vas a hacer?—inquirió dando unos golpecitos con el arma entonces, Lucy rápidamente tomó la muñeca del hombre la hizo a un lado causando que disparará en vano y, con su pierna derecha le dio una patada de empeine en la cara, él cayó y ella tomó el arma apuntadole por seguridad mientras llegaba la polícia, él hombre rió y la miró con una mano en la nariz. Ella contemplo confusa—El seguro esta puesto, niñita...—al decir esto de inmeditato ella se lo quito.

—No te iba a disparar pero, ya que lo quieres—se encogió de hombros, el ceño del hombre se frunció y la polícia llego.

***

Después de esa confrontación, Lucy aprovecho para escapar dejando le en claro la verdad, ese ataque de adrenalina hizo que todo se liberara en ella, hacia mucho tiempo que no se sentía así, desde aquella vez no volvió a sentir esas emociones, todo había sido muy gris para ella, desde que su abuelo murió. Llego a la cafeteria y en la entrada se encontró con su tormento, Amy.

—¿Amy?—llamó Lucy y curzaron miradas a tan solo un metro de distancia y la rubia la miró y se acerco—¿que haces aquí?

—Pues...—Amy no sabía que excusa poner la verdad era que, repentinamente quizo verla y luego, se dió cuenta de la manca de roja que había en su cuello—¿que tienes en le cuello—paso su mano por el y se dio cuenta de que era sangre—¿Lucy que esta pasando?—Lucy tomó a Amy del brazo y se la llevó callejón dentro hasta su apartamento.

***

—Señor Stlust, le acabo de envíar las páginas de excel ha su drive—aviso la señora Margot y Brad asintió. Cuando la mujer se fue una sonrisa maliciosa se formo en sus labios.

***

Una llamada llegó al celular de Margot, por el código del número supo al instante que se trataba de su esposo, no sabía si debía responderle, lo amaba pero, lo que hizo no tenía perdón aún en su corazón, entonces decidió escuchar el mensaje que le dejaría.

—Amor, sé que no quieres saber nada de mi pero, estoy resolviendo esto, todo se acabará pronto, te lo prometo...hi-hice un trato con Bonnato y...—suspiró—voy a ganar, sé que las apuestas nos llevaron a esto pero, esperó salvarlas con esta, te amo, dile a Lucy...

Aunque en su voz no había ni un rastro de desconfianza, la mujer ya no esta muy segura de confiar en su marido y de pronto una pregunta vino a su mente ¿qué fue lo que apostó?

***

—No es lo que crees, Amy...

—¿Y que es?—pregunto ella preocupada. Lucy suspiro.

—Hubo un robo...—Lucy se sentó frente a Amy—estaba con Ninotchka en una cita...

—Espera ¿en una cita con ella?—Lucy asintió.

—¿Que tiene?—se encogió de hombros. Amy negó e hizo un ademán a pesar de que se sentía molesta.

—Entonces, el asaltador nos quería, al parecer, llevar con él y pues, tuve que actuar...

—Pudiste no salir ilesa—Lucy volvió a encogerse de hombros.

—Pero, estoy aquí, con la chica que me...la chica más odiosa del mundo—casi metía la pata así que, decio bromear, lo cual funcionó—Por cierto, ¿tú que haces aquí?—Amy se tensó.

—Eh...—miró al suelo—¿no te puedo visitar?—inquirió pues no tenía una excusa exacta, lo cuál a Lucy le pareció raro.

—Creí que estarías con tú novio—se levantó al decir esto de una manera inconsciente dejando a Amy en shock.

—¿Disculpa?—Amy la siguió hasta la cocina.

—Lo que oíste—de repente estaba siendo muy ruda.

—¿Entonces tú puedes tener una perra rusa y yo no puedo tener a alguien más?—se cruzó de brazos y la morena se giro indiganda.

—No la conoces y ella no es nada mio, sólo fui a la cita porque...—nada le venía a la mente—porque sí.

—¡Ja! Porque si, nadie va a una cita porque si.

—Corrección, casi nadie—dijo alzando el dedo indice molesta.

—Ay por favor—refunfuñó—no me vengas con eso, di me la verdad.

—¡¿Por qué te interesa tanto?!

—¡Porque tú me interesas a mi!—al darse cuenta de sus palabras se tapo la boca con las dos manos—Lo siento—se quitó las manos, ella se iba a marchar pero, Lucy la tomó de la muñeca y se besaron.

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