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"Para ser un verdadero héroe no se necesita fama o dinero, sino el valor de salvar personas con una sonrisa"

Hoy desperté escuchando esas palabras, como todos los días. Antes hubiera tenido un solo pensamiento ante ellas: "ridículo". Si, antes de aquel día.

Como toda rutina diaria que debe ser completada, me levanto de mi cama en dirección al enorme espejo de mi habitación, a pesar de yo estar frente a él, no veo mi reflejo, sino a una mujer, alguien que había desaparecido hace mucho de mi vida. Continúo como si nada hubiera pasado y me dirijo al baño a paso relajado.

Al salir de mi habitación, lista para asistir a clases, veo a las sirvientas pasar por el pasillo, que aunque haya personas transitando por el, me sigue pareciendo igual de vacío a como ese día. Al bajar al comedor la soledad se hace presente, no hay nadie, a excepción del mayordomo que espera a un lado de mi silla para ayudarme a sentar.

No soy una niña, tampoco una princesa, estoy cansada, pero como siempre, me quedo callada y sigo con mis acciones. Un auto negro me espera afuera luego de terminar mi desayuno, perteneciente al chófer que me llevara al instituto.

Me aburro ─ pienso, mientras espero el fin de la última clase. Hoy volvió a ser igual, participación perfecta, apuntes perfectos, una estudiante perfecta, o más bien, alguien que finge ser perfecta ─. Quiero que esto termine pronto ─ vuelvo a hablar para mis adentros, apoyando mi cabeza sobre mi mano en una pose de total desinterés, o eso quiero hacer, pero una estudiante perfecta debe mantener una postura perfecta.

Que alguien me saque pronto de esta monótona y falsa vida.

El mismo auto de antes se encuentra estacionado frente a la enorme puerta de entrada/salida del instituto, el chófer se encuentra a un lado de la puerta donde se supone debo entrar, este hace una reverencia como saludo antes de cederme el paso al interior del vehículo.

Quiero escapar, que algo pase por favor.

En el instante que pienso eso, una explosión ocurre en un callejón de la calle de al lado. Tomándolo como una oportunidad del destino, salgo a toda velocidad del carro escuchando los gritos del chófer a lo lejos, pero sigo corriendo sin darle importancia.

Cuando llego al lugar de lo hechos, la multitud ya se encuentra alrededor y los héroes profesionales trabajando, aunque sin surtir mucho efecto al problema. Entre las llamas puedo divisar una figura mucosa sin forma definida, enfoco un poco más y veo a alguien, esa cosa tiene un rehén.

De repente, un recuerdo llega a mi mente.

"Oye, niña fea, ¿cómo te llamas?"

Sin saber el porqué, avanzo haciéndome paso entre la multitud, una extraña necesidad ocupa mi mente impidiendo que utilice mi razonamiento para evitar que siga acercándome al peligro que se encuentra al frente, sin poder interrumpir mis acciones llego a primera fila para observar más de cerca. Una palabra se repite una y otra vez en mi cabeza:

"Sálvalo"

Era mucho decir que ese no era mi deber, y más si no tenía que ver conmigo, pero aun sabiendo eso, me lancé sin pensarlo. O eso estuve a punto de hacer, hasta que alguien se me adelantó. Si, recuerdo perfectamente esa pequeña espalda y esa cabellera verde alborotada, que al igual que yo, cedió ante su no-razonamiento, y se lanzó al peligro. Pero, aún en esas circunstancias, rápidamente comprendí nuestra diferencia.

Él no tenía Quirk.

¿Por qué? Alguien con ese valor, ese sentido de justicia, no es justo, ¿Por qué las personas honorables deben pasar por eso?

─Es injusto.

─¿Qué es injusto, señorita Aihara? ─ shit, metí la pata. Mientras las miradas de la profesora y los alumnos de mi salón estaban posadas en mí, me concentro en mantener la calma y producir una respuesta rápida y eficiente.

─Me parece injusto que el año escolar vaya a culminar pronto, ya que echaré de menos compartir con mis compañeros y maestros ─ una mentira perfecta para una estudiante perfecta. La docente se limitó a dedicarme una dulce sonrisa y continuar con su clase, y no fue la única sonrisa que recibí, mis compañeros de aula también me mostraron una grata expresión.

Si tan solo pudiera sonreír así sin fingir.

Claro que no extrañaría mucho a nadie, no compartía especialmente con ninguna persona de esa institución, lo justo y necesario como para no destacar demasiado socialmente ni pasar totalmente desapercibida. Me limitaba a ayudar a algunos con sus deberes y tareas, y conversaba de vez en cuando con los maestros llevándole regalos los días festivos.

Porque después de todo, soy una estudiante perfecta.

•••

Hora de receso, mientras camino por el pasillo cargando unos papeles que me ha pedido llevar la secretaria del consejo estudiantil, alguien choca contra mí, y para mi suerte, no de forma accidental.

─Oops, lo siento. Como eres tan pálida como la pared, no te vi ─ no sé si eso era un insulto o qué, pero gracias, me acabas de ahorrar describir mi tono de piel a las personas que leen esto.

─No, no. Estaba sumida en mis pensamientos y no me fijé en el camino, me disculpo ─ por supuesto que sí he estado pendiente a todo lo que ocurre a mí alrededor, pero opté por soltar la típica respuesta cliché de niña buena, después de todo, soy una chica perfecta y amable.

─En ese caso presta atención por donde caminas la próxima vez ─ la escucho decir en lo que recojo los papeles regados por el suelo sin ayuda, o claro, eso es lo que le hubiera ocurrido a cualquiera, a cualquiera menos a mí. En menos de dos segundos, dos estudiantes más se unen a recoger y organizar papeles conmigo, terminando enseguida.

Les agradezco a las dos chicas y me volteo de vuelta a quien me chocó antes.

─Sí, tendré más cuidado la próxima vez, lamento las molestias ─ vuelvo a soltar más palabras vacías con intención de que pare de molestar y yo seguir mi camino, pero la chica mete el pie con otras intenciones.

No la culpo por intentar hacerme quedar en ridículo, es totalmente normal ser odiosa y envidiosa hacia alguien superior a ti en todo, y más si es la típica chica que pretende ser la encarnación de la perfección en persona, como yo. Si estuviera en su lugar, yo también sentiría un montón de cosas desagradables hacia mi persona, aún más de las que siento siendo yo misma.

Pero no todo es como lo queremos en esta vida, ella debía aprender eso, como yo lo aprendí alguna vez.

En un segundo, la chica que anteriormente intentaba agredirme, se encontraba en el suelo tocando su tobillo y soltando uno que otro gemido de dolor. Con preocupación excelentemente actuada me pongo a su altura preguntando por su bienestar, ella, aún con dolor, alza la cabeza del suelo para mirarme con odio intenso reflejado en su mirada, y enfatiza una frase.

─Te odio.

Sí, yo también me odio. No, corrijo, no me odio, odio a quien finjo ser delante de todos, odio mi perfección fingida, pero no hay nada que hacer, ya no puedo hacer nada, porque después de todo...

Soy una chica perfecta.

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Escribiendo esto se metió una cucaracha a mi habitación, pensé que moriría ah

ʀᴇᴍᴇᴍʙᴇʀ. ||ʙᴀᴋᴜɢᴏ ᴋᴀᴛsᴜᴋɪ x ᴏᴄ|| [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora