-Adelante princesa.
-Ja ja ja. Tan chistoso.
Me gustaba molestarla mucho. Por algo era y es mi mejor amiga.
Entramos al cuarto. Me quité la camiseta, la arrojé al cesto de la ropa sucia y me acosté en la cama y ella se sentó en una de las sillas de mi habitación.
Para que la charla fuera mas amena, bajé a la cocina por unas bebidas y así refrescarnos un poco, pues estaba haciendo mucho calor.
Subí de nuevo y entré a la habitación. Estaba encendida solo la lámpara de la mesa de noche, por lo tanto...
-Mira Joha, aquí está tu...
Exactamente. No me había fijado que en medio del camino estaba uno de los tenis de Johana y me enredé con él. Efectivamente, le había echado encima las bebidas.
-Ay Joseph!. Mira lo que hiciste. Ahora estoy toda mojada y voy a quedar pegachenta!
-Uy! Y eso que no te tocada, que tal si hubiera hecho algo mas.
Reí estrepitosamente y en un tono muy burlón. Pero por parte de Johana, no le agradó mucho y me miro con un odio profundo.
-Ja ja ja. Tan chistoso. Mejor préstame una toalla, iré a secarme y a ver que me pongo.
-Toma.
Le lancé una tolla.
-Ahí está mi baño úsalo. Y ahorita te busco algo que puedas ponerte.
Entró al baño y cerró duro la puerta. Y cómo estaba molesta se iba a demorar un buen rato en salir.
Fui por un trapero y sequé lo que había regado y subí unas nuevas bebidas. Agarré mi celular y justo en ese momento...
-Hola Joseph. ¿Puedo pasar?
Era Gisella. Había entrado al cuarto. Y se sentó a mi lado.
Y cómo aun seguía encendida solo la luz de la lámpara de mi mesa de noche, no había mucha claridad en la habitación, pero podía ver perfectamente como iba vestida.
Ya se había cambiado la ropa con la que habíamos salido en la tarde tenía puesta una pijama. Pero una nueva pijama. Era de bordes de color azul oscuro y el resto de la tela era celeste con flores de diferentes tamaños. Pero lo que mas me llamó la atención fue el escote de su blusa. No piensen mal, solo miré de reojo, además soy hombre y sólo lo hice instintivamente. Sino que el escote era muy pronuncioado y el short era bastante cortico. Supongo que cómo es una pijama, se busca la comodidad, y si es verano, se requiere de ropa ligera para apaciguar el calor.
-Joseph te quería dar las gracias nuevamente por la invitación de hoy. No salgo muy seguido y fue muy bonito de tu parte que me acompañaras a la compra de mis zapatos y luego la invitación al cine. Realmente ma pasé muy bien hoy, gracias.
Realmente ella estaba agradecida. No sabía por qué. Pero estaba ahí sentada en mi cuarto, al lado mío. Tal vez tiene muy pocos amigos. O quizás, es muy introvertida y no se relaciona con mucha gente.
-De nada Gisella, cuenta conmigo para lo que necesites o si deseas que te acompañe a algún sitio me avisas e iremos juntos, siempre y cuando no tenga algo importante en la U.
-Oye Joseph y hablando de eso...
Se me acercó un poco mas y me puso su mano sobre mi pierna. Y me dijo:
-Me gustaría que la otra semana me acompañaras al parque de diversiones. Desde hace rato he querido ir, pero no había tenido el tiempo ni la persona con quien salir. ¿Te gustaría acompañarme?
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Pon a prueba tu corazón
Teen FictionJoseph es un estudiante universitario de 20 años que desea conocer nuevas experiencias. Él siempre ha sido un chico tímido y con pocos amigos, pero descubrirá el romanticismo, la intriga, el suspenso, los celos y muchas otras emociones jamás experi...