Corazon de Hielo (Paw Patrol fanfic)

Visitas inesperadas

Saludos a todos, he andado ligeramente ocupado con trabajo, por eso no he podido actualizar bien este fanfic, además de que la historia se alargó mucho más de lo esperado (originalmente iba a ser solo de un capitulo entre Sweetie y Everest, pero valía la pena ver porque paso todo eso) y tuve algunos problemas para aterrizar todo lo que seguía, pero ya estamos de vuelta, y poco a poco se resolverá esto.

A partir de este punto las cosas se pondrán un poco más gráficas y violentas, tomen sus precauciones. Y aprovecho para mandarles mi agradecimiento a todos los que han seguido esta trama (ZETA700GAMER, azmy324, QUINROXD y demás que hayan leído esta obra, muchas gracias por su apoyo y sus comentarios, hacen muy feliz a este viejo cacomixtle)

Capítulo 3: Visitas inesperadas

Angus McWallace era un niño cuando le tocó presenciar una revuelta de manifestantes en la ciudad de Barkingburg en "los años oscuros", como decían los lugareños a la época en que el reino vivió una severa crisis económica, la cual paso gracias a los tratados comerciales celebrados con la Gran Bretaña. Los obreros cerraron una fábrica de partes automotrices alegando despidos injustificados y pésimas condiciones de trabajo, sin embargo, fue un ardid planeado por miembros de la mafia local aliados a los sindicatos corruptos. Su padre, Horace Mc Wallace, famoso por ser un provocador en conflictos laborales, se hizo pasar por empleado de la fábrica, y convenció a los obreros a cerrar la fábrica. Sin embargo, al ser una importante fuente de empleos, los obreros inconformes pidieron auxilio a las autoridades, las cuales requirieron ayuda de la policía. Un contingente policiaco fue despachado para reprimir la revuelta y recuperar el control de la factoría. Durante ese enfrentamiento, Horace trato de asesinar a un policía, por lo que recibió varios disparos que le ocasionaron la muerte. Para el público en general, era un criminal más abatido, pero a los ojos del pequeño Angus, su padre era un héroe, un libertador, y creció, guardando un terrible resentimiento en contra de la autoridad y de la realeza, a quienes culpaba del trágico destino de su padre.

Con el tiempo, ingreso a la universidad y trató de estudiar la carrera de literatura, pero nunca pudo concluirla, pues estaba más ocupado en apoyar movimientos y revueltas sociales. Tiempo más tarde, y por recomendaciones de un profesor con tendencias radical, terminó involucrado en actividades políticas clandestinas, buscando la forma de "rebelarse contra el sistema". Debido a eso, nunca tuvo un trabajo fijo, volviéndose un alborotador de tiempo completo, siguiéndolos mismos pasos de su padre. Sin embargo, alguien vio potencial en el enorme resentimiento que albergaba y fue que alguien cercano lo enrolo en el FLB, el Frente de Liberación de Barkingburg, un grupo terrorista que pregonaba la idea de que Inglaterra tenia sometido a su pueblo, y la realeza local era cómplice de esa esclavitud, por lo que era su deber erradicar a los "opresores". Seducido por esa idea, Angus fue escalando posiciones hasta convertirse en uno de los dirigentes del movimiento, siendo conocido por ser cruel y metódico en sus métodos y por tener una larga trayectoria de homicidios y atentados terroristas en Inglaterra, nada le importaba más que matar a tantos "opresores" como pudiera, y esa oportunidad le fue entregada en bandeja de plata, cuando un día antes recibió una peculiar llamada de una fuente anónima que le informó del evento real, así como de los pormenores de la seguridad, además de un jugoso depósito de quinientos mil euros a un cuenta en Suiza como adelanto por llevar a cabo una simple cosa: matar a la reina y a la princesa, y entregarle las coronas reales al desconocido. Solo esperaba la confirmación para poner en marcha su maquiavélico plan, que incluiría muchas víctimas fatales.

Angus fumaba un cigarro, mientras espera en una parte remota del bosque cercano al castillo, cuando sonó su celular, no reconoció el remitente, pero sabía que eran buenas noticias, oprimió el botón y contestó la llamada

-Diga –respondió secamente.

-LA CENA YA ESTA SERVIDA-dijo una voz distorsionada digitalmente-NECESITAMOS A LOS MESEROS.

-Bien, vamos en camino –sonrió mientras colgaba la llamada Sabía que esa era la señal para entrar al castillo, y aunque la reina aun no llegaba al destino, se conformaba con aterrorizar a los invitados al banquete, antes de matarlos, como muestra de su poderío. Caminó a un granero abandonado donde lo esperaba una camioneta con un grupo de 15 sujetos fuertemente armados, todos miembros del FLB bajo su mando.

-Está todo listo, prepárense, partiremos de inmediato, y recuerden, maten a todo aquel que se resista –dijo mientras metía un cargador a su ametralladora AK-47 y liberaba el seguro.

-Recuerda que también debemos capturar las coronas y entregarlas a nuestro "benefactor anónimo" –dijo Chelsea Evans, novia y secuaz de Angus, una joven de cabellera negra y tez clara, mano derecha del terrorista y responsable directa de al menos quince asesinatos y cinco atentados desde su entrada al FLB.

-Por supuesto amor, ahora dame mi beso de buena suerte –dijo Angus mientras le daba un profundo y sonoro beso a su hermosa cómplice, y después abordaron el vehículo. El camión en el que iban estaba disfrazado de servicio de entrega de comida para banquetes, y al ser un evento enorme, varios negocios similares fueron contratados para la ocasión, por lo que pasarían desapercibidos, siempre y cuando estuvieran en la lista de proveedores, de lo contrario tendrían que improvisar, algo que implicaría muchas muertes de inocentes adicionales. Acercaron el vehículo a la entrada y pasaron frente al guardia de seguridad, quien les marcó el alto

-Nombre e identificación, por favor.

-Servicio de Banquetes "Westminster", traemos una orden de bocadillos –dijo el conductor del camión, quien era uno de los hombres de Angus disfrazado. El guardia verificaba la lista de proveedores, mientras el terrorista encubierto tenía lista una pistola con silenciador para dispararle en caso de que le negara el paso. Sin embargo, el guardia les cedió la entrada sin ningún problema. El conductor dio las gracias y encendió el vehículo, cruzando el cerco de seguridad sin que nadie sospechara.

-Vaya, la fortuna nos sonríe, cariño –dijo Chelsea a Angus.

El camión entro sin problemas y buscaron un lugar oscuro donde poder estacionarse, sin que miradas indiscretas los importunaran. Una vez ahí, se pusieron unos disfraces de meseros, mientras preparaban sus armas y algunos explosivos.

-Todo está saliendo muy bien, traen la sorpresa?-preguntó Angus.

-Si señor -dijo uno de sus cómplices, y saco una enorme jaula en la que iban seis perros doberman de fiero aspecto, quienes llevaban collares de picos y trajes oscuros blindados, similares a los de los escuadrones caninos antibombas.

-Por qué trajiste a la "Jauría Sangrienta"? –preguntó Chelsea.

-Dicen que la princesa trajo a un grupo de apoyo de América llamado "Paw Patrol", conformado por cachorros, así que si ellos pueden traer a sus perros, yo puedo traer a los míos, además, nuestro benefactor dijo algo de un bono adicional si logramos eliminarlos, así que ya saben chicos, no se limiten con esos cachorros, quiero que los despedacen y devoren sus restos, solo dejen lo necesario para cobrar el bono, entendieron?

-Sí señor!! -dijeron los sabuesos mientras se cuadraban ante su cruel amo.

-Todos a sus puestos, recuerden seguir el plan y eliminen a todo aquel que se le atraviese en el camino, opresores fuera!! Patria libre, muera la monarquía!!!!

Los terroristas alzaron sus puños en apoyo a su líder. Tomaron todo lo necesario y salieron listos para confundirse entre la multitud y ejecutar su plan, mientras dejaban salir a los feroces canes, quienes entraron por la puerta trasera, la cual había sido deshabilitada vía remota. Cada uno llevaba una pequeña bomba, hecha con explosivo C4, armada y lista para explotar. Cuatro sabuesos se dispersaron en los alrededores sin que pudieran ser detectados, y colocaron los explosivos en las cuatro esquinas del castillo, mientras los otros dos ponían bombas en las patrullas y vehículos de la UKSF. Una vez que las bombas estaban listas, regresaron sin ser detectados al castillo, listos para empezar con el ataque, y comenzar a cazar a los Paw Patrol.