Breaking the Silence (WooGyu)

Toques & Sueños

                            SungGyu

No tenía idea de por qué había escrito esas palabras. Claro que quería a WooHyun, y de una forma era diferente a lo que sentía por DongWoo o su familia. Pero... ¿Le gustaba WooHyun? La confesión había creado un torbellino de emociones en su pecho. Hubieron sentimientos negativos, como el miedo, traición y nostalgia. Sin embargo, al mismo tiempo se sentía increíblemente feliz.

WooHyun lo quería. No era el mismo tipo de «te quiero» que sus padres usualmente decían, ese que él sí podía entender. Ese  tipo en aquel entonces jamás usó esas palabras, tal vez cosas similares, pero sus palabras se sintieron como veneno para SungGyu. La voz de WooHyun, en cambio, estaba llena de amor.

No obstante, ¿se estaba mintiendo a sí mismo y al menor? ¿Cómo podía siquiera darle esperanzas cuando sabía que era imposible? Nunca podrían tener una relación normal, porque SungGyu no era normal después de todo. Una persona normal se sentiría halagada y feliz, pero en su pecho habían otras emociones también. El miedo a ser traicionado. El miedo a ser tocado.

Él estaba manchado. Sucio.

¿Qué intentas probar, Kim SungKyu? ¿Por qué le estás dando esperanzas a WooHyun como si fueras normal?

No sabía la respuesta. Quizás quería ser normal por un momento, o tal vez era la idea de no mostrarse a sí mismo lo imposible que era.

Sólo pudo evitar la mirada del menor mientras este se acercaba, sentía la corta distancia incluso sin mirar. Sabía que lo estaba mirando, pero trató de mantener la calma y no dejar que los miedos invadieran su cabeza. Para ser sincero, no estaba nada tranquilo internamente.

Cerró los ojos para tener un mejor enfoque, y se encontró feliz de tener la presencia de WooHyun así. No habían fantasmas del pasado, al menos no todavía. Evitó pensar en eso e intentó concentrarse en el pelinegro, en las cosas que hicieron durante el día, y en la sinceridad de su voz.

—Hyung. —susurró WooHyun, suavemente. —¿Puedo probar algo nuevo?

SungGyu casi sonrió, porque era gracioso lo rápido y fuerte que latía su corazón, pero WooHyun no podía oírlo. Había una sensación de curiosidad y... ¿Anticipación? No sabía lo que quería probar, sin embargo, estaba tan cerca que lograba sentir su calor sin tocarse realmente. Lo escuchó llamarlo por su nombre, y el conflicto interno casi lo destroza. Su cuerpo quería alejarse y temblar, pero usó todas sus fuerzas para mantenerse  quieto. Su mente le dijo que WooHyun era peligroso, y que lo lastimaría, pero su corazón no lo rechazó. No hubo dolor, sólo una sensación que no pudo comprender.

WooHyun lo llamó de nuevo, esta vez usando el apodo corto que él mismo le había dado a la tortuga. Quería regañarlo por usarlo, pero su voz no estaba y tendría que abrir los ojos para escribir en el cuaderno. Entonces recordó súbitamente que lo sostenía con torpeza entre sus manos, así que lo apoyó en su regazo y presionó los dedos contra la tapa áspera. Luego escuchó de nueva cuenta la voz ajena, el problema era que no sabía si WooHyun debía parar o no. No se sentía mal todavía.

Quería abrir los ojos para ver qué estaba haciendo tan cerca suyo, pero iba a contenerse ese último segundo. Tal vez se asustaría si veía la proximidad, porque saber y ver eran dos cosas distintas. Tenía miedo de encontrar algo que no quería en los ojos de WooHyun. ¿Cómo lo miraba? ¿Había amor o algo más oscuro?

—Gyu, te quiero. —dijo WooHyun. Su voz no fue más que un susurro.

Percibía el aliento del menor, y los latidos de su corazón aumentaron nuevamente cuando supo lo que quería intentar. Su cuerpo se tensó automáticamente, las manos agarraron el cuaderno en su regazo con dureza. Dejó de respirar, y cerró los ojos con más fuerza.