Capítulo 5

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Era de madrugada cuando el Detective Martínez caminaba a paso lento por el centro de la ciudad. Disfrutaba de la inusual tranquilidad de las calles, en más de 5 kilómetros solo se había topado con un par de vagabundos e incluso ellos intentaban no llamar la atención aquella noche.

Era un gran contraste con todo el ajetreo al que había estado sometido desde que el fiscal lo llamara la madrugada del día anterior para informarle que tenía un caso. Una mujer había sido encontrada deambulando desorientada, hablando incoherencias, con múltiples heridas y quemaduras, desnutrida y desnuda, en su cintura llevaba atado un enorme listón de regalo, como si ella fuese un gran obsequio que debía ser encontrado. A pesar del esfuerzo de los paramédicos  había muerto durante el traslado al hospital.

Sus superiores habían comenzado a hacer presión desde entonces.

Cuando finalmente se apersonó en el lugar de los hechos se encontró con una escena  del crimen totalmente contaminada. Un camping  al aire libre por sí solo ya era un escenario complejo, la presencia de curiosos y reporteros empeoraban aún más la situación. Al menos una decena de personas habían dejado impresas sus huellas en la tierra, y varias marcas de neumáticos en las proximidades. Para cuando él se presentó en el lugar, funcionarios de la policía de investigaciones ya habían controlado la situación y los peritos del laboratorio de criminalística, enfundados en sus habituales trajes blancos con las iniciales "PDI" impresas en su espalda, recorrían todo el lugar: revisando, analizando  y fotografiando cada pequeño rincón, recabando cualquier prueba que se encontrara en la escena.

Tras un par de horas trabajando en la escena, se dirigió a la estación de policía local, donde tomó la declaración de los jóvenes que encontraron a la mujer. Sus versiones eran consistentes y salvo algunos desvaríos producto del cansancio y el nerviosismo, no parecían ocultar algo. El testimonio de cada uno de ellos coincidía: "Estaban acampando en las inmediaciones del parque, bebían y oían música a todo volumen, aprovechando que no habían más campistas aquella noche. Ninguno de ellos recordaba quién fue el que gritó primero, pero segundos después vieron la causa, una mujer se arrastraba en su dirección. Dudaron, pero finalmente se acercaron.  Estaba desnuda, ensangrentada y llena de tierra. En cuanto llegaron junto a ella, esta habría susurrado "Feliz aniversario, Sara",  frase que habría repetido hasta perder la conciencia en la ambulancia.  Inmediatamente llamaron a carabineros, mientras intentaban acercarse a su vehículo para trasladarla, pero este no arrancó".  La escena del crimen corroboraba su versión y el vehículo estaba siendo revisado por los peritos .

La noticia  se había extendido rápidamente en la provincia y en un par de horas los detalles hórridos se conocían en toda la nación. El país entero estaba consternado por la brutalidad del crimen. No obstante, el pánico en los locales se extendió tras conocerse el lugar de los hechos, fue entonces cuando a viva voz se comenzó a hablar nuevamente del llamado Psicópata de la campana, Maximiliano Céspedes, el hombre que diez años antes había mantenido cautivas a 7 mujeres en una cabaña al límite del conocido Parque nacional.

El detective se había pasado el resto del día dando explicaciones a distintas autoridades locales y nacionales que llamaban continuamente exigiendo respuestas y soluciones inmediatas.

Mientras, los miembros del laboratorio de criminalística se enfocaban en la identificación de la víctima. Fue  imposible realizar un reconocimiento mediante huella dactilar, puesto que cuatro de sus dedos habían sido amputados y el resto de ellos habían sido quemados, sus dientes resultaron ser prótesis de excelente calidad  imposibilitando un posible reconocimiento mediante la dentadura, aunque estaban trabajando en identificar a quien había realizado la placa dental. Se tomaron muestras de de sangre y cabello, pero los resultados no estarían en el corto plazo. Se llamó a un dibujante para que realizara un retrato de la víctima, el cual seria mostrado públicamente en una conferencia al día siguiente.  

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