Dicen que nadie puede lograr entrar en el corazon de una doncella de la diosa Diana, diosa de la luna. El gobierna un imperio,el se ve asi mismo como conquistador del mundo. Pero ¿Lograra conquistarla? ¿Lograra lo que todos creen imposible?
12/11/20...
-¡No!, ¡Me niego!, no la dejaré sola mi señora- grito la teniente de las cazadoras.
Diana abrió los ojos impresionada, en todos sus años de servicio Alexandra jamás había desobedecido una orden suya, por más peligrosa que sea, pero no se enfadó, eso solo demostraba una lealtad inquebrantable hacia ella y eso la conmovió.
-Alexandra, mi teniente, mi amiga, mi hermana trata de entender-la diosa trató otra vez de convencerla- es lo mejor para ustedes, desde que la iglesia se instauró he perdido mucha fuerza, ellos lo saben, las atraparan y la venderán como esclavas o simplemente las matarán.
-Pero mi lady...- Alexandra trato de seguir hablando, pero Diana levantó la mano haciendo que se callara de inmediato.
-No hay peros Alexandra - dijo rigidez- créeme que tampoco quiero yo esto pero es la única solución.
-Si señora- respondió
-Salieron de la tienda de la diosa y se dirigieron al comedor, las cazadoras reaccionaron igual que su teniente, ¿y por qué le dijo a esta primero? Simple... sería más fácil convencer a sus cazadoras si Alexandra estaba de su lado.
-Fue un honor cazar con ustedes- dijo Diana- la ayuda ya debería llegar.
En un torbellino de color rosa apareció Venus, la diosa del amor.
-¿Qué hace ella aquí?-pregunto una cazadora
-Pues ayudando a su querida señora- respondió esta sin importarle el tono que usaron con ella, a quien le importaría si estaba a punto de unir corazones, que era su pasatiempo favorito.
-Venus-dijo Diana, indicando que se calmara, adivinando los pensamientos de la otra diosa.
"Venus" hizo un gesto con la mano quitándole importancia.
-Es hora- dijo la diosa de la luna levantándose.
Una a una, Alexandra vio con horror como sus compañeras eran examinadas por la diosa del amor que luego sonreía y las trasladaba al lugar donde estaba "su alma gemela".
Pronto llegó su turno, aparentando la valentía que no tenía, se acercó a las diosas.
-Te voy a extrañar querida- le susurró su señora.
-Y yo a usted- respondió, parpadeando fuertemente para evitar las lágrimas.
-Veamos- examinó Venus ajena a todo lo demás- pelirroja, alta, buen cuerpo, ojos color zafiro, carácter impulsivo y muy fría, pero con un gran corazón, leal a sí misma, y a los que ama ¿Dónde estará tu alma gemela?
Alexandra solo apretó los dientes, ella no tenía ninguna "alma gemela", lo único que quería era quedarse con una señora.
-Listo- exclamó la diosa del amor- no lo hagas sufrir mucho... Hurrem.
¿Hurrem?, ella pensó preguntar pero una neblina la rodeó, sintió un tirón en su estómago y después todo se volvió negro.
Schreave13 🐼
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