Dicen que nadie puede lograr entrar en el corazon de una doncella de la diosa Diana, diosa de la luna. El gobierna un imperio,el se ve asi mismo como conquistador del mundo. Pero ¿Lograra conquistarla? ¿Lograra lo que todos creen imposible?
12/11/20...
Suleiman sonrió y se seco el sudor de la frente. Alexandra era muy buena con la espada y de verdad lo estaba haciendo esforsarse al máximo.
-¿Cansado sumajestad?- dijo una jadeante Alexandra.
-Aún no Alexandra- respondió este .
Y volvieron a la carga. Sus espadas chocaban y ninguno de los dos pensaba rendirse, sus cuerpos hacían contacto de vez en cuando y no habían dejado de mirarse a los ojos.
Luego de varios minutos, el sultán movió su muñeca de una forma que a Alexandra casi se le cae la espada, tuvo que girar de forma sorpresiva para que eso no pase, el sultán por inercia la cogió de la cintura y la pegó a su cuerpo. Quedaron así, por un largo tiempo,mirándose a los ojos tratando de comprender el sentimiento que los embargaba cuando estaba juntos, hasta que Alexandra hizo que la soltara y se alejó.
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-Considerelo un empate alteza- dijo Alexandra y se dió la vuelta para irse.
-¡Alexandra!- llamó el sultán, ella lo miro-No dejes de sonreír, tu sonrisa es como el sol, me ilumina...
Alexandra algo temerosa de lo que estaba pasando en su corazón, se encerró en sus aposentos. Varios eunucos habían salido malheridos al intentar hacer que salga. Y curiosamente el sultán Suleiman también se encontraba extraño, no recibió a Mahidevran el jueves sagrado como decía la tradición y eso acarreó otro berrinche que los sirvientes tuvieron que aguantar por parte de la sultana.
-Pasa algo mi sultán- pregunto Ibrahim.
-Manejo un imperio que abarca tres continentes y no puedo controlar a una cazadora rebelde -dijo el sultán Suleiman con una mueca. -Así que Alexandra volvió a golpear a un algún criado desafortunado-dijo el chambelán con una sonrisa- pero por la expresión en su rostro no le importo mucho majestad- al ver la sonrisa que se posó en los labios del sultán.
-El amor nos hace vivir felices, como si estuviéramos en el paraíso, y ahora estoy feliz porque estoy enamorado- respondió el sultán con una sonrisa.
Alexandra se encontraba mirando por su ventana, suspirando. Su mente no dejaba de recordar lo que había pasado con el sultán. Tocaron su puerta.
Era la señorita Firial, que le dijo
-Señorita Alexandra, me mandaron a darle esto- le mostró un cofre pequeño.
-Damelo- dijo algo cansada. Al abrirlo dejo a la vista un hermoso broche en forma de tulipán, que venía con una nota. Suleiman pensó...
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-No puedo creer que este feliz con esto- susurró Diana.
-Es la magia del amor Diana-dijo Venus de forma soñadora.
-¿Siguen aquí?-Pregunto alguien al entrar a la habitación
-¡Tia!- gritaron ambas, ya que la diosa de las artes domésticas las había asustado. Vieron que les había traído el postre que de fresas que a ambas les gustaba, se abalanzaron a el, Vesta rió
Es el último capítulo de hoy 😢, gracias por sus votos positivos y comentarios, cada uno me impulsa a seguir escribiendo 😘. Los quiero mucho.
