Mi primer día sin ti

56 4 1
                                    



Día uno: mi primer día sin ti.

Desde muy temprano fui a caminar, porque necesitaba pensar y ha llovido como si Dios también se encontrara triste, y he comprendido que:

"Uno es de donde llora, pero siempre querrá ir a donde ríe".

Así de confusas fueron las primeras horas de ese día sin ti. No dejaba de lamentarme tantas cosas. No podía soportar cada uno de los segundos que me estaba perdiendo de ti, cada milímetro lejos de ti, todo se maximizaba, todo lo veía tan grande y tan lejano. El mundo se venía abajo y lo único que me restaba era ahogarme en mi propia miseria. No me permitía verle nada de positivo a todo lo que sucedía. Hasta que sin darme cuenta llegué a la iglesia y mi amigo el sacerdote me vio tan mal que me ofreció su consejo. A grandes rasgos, lo que tranquilizó mi sentir es que al vaciar todo eso que llevaba en mi interior, tantas palabras sin decir, tantos resentimientos, tantas culpas, tanta crítica, toda esa frustración; finalizó con -si en verdad amas a tu hijo y a ella, hiciste lo correcto, pues tampoco podías permitir seguir así, y que en el trayecto el más afectado fuera tu hijo.

Aún así, después de ese consejo, no te imaginas cuánto he llorado y desafortunadamente lo más triste es que no tengo cara para aparecerme frente a ti. Estoy muy furioso porque no he podido ser capaz de ofrecerte una familia como la que siempre había soñado formar.

Es peor aún porque, toda la culpa es mía. Espero algún día me perdones y más aún, que podamos pasar tiempo juntos, para poder enmendarlo. Pienso no te bastarán, los pocos días de vacaciones que tenga y que espero podamos pasarlos juntos. No serán suficientes las videollamadas, pienso nada será suficiente; quizá, no para ti, sino para mí.

Eres lo que más amo en esta vida, eres lo que me impulsa a despertarme cuando no tengo fuerzas para hacerlo, debido a que la jornada de trabajo fue demasiado exhaustiva. Eres ese inicio de mi oración en la mañana, al iniciar el trabajo y al descansar. Eres más de lo que puedo expresar.

No ha pasado ni medio día, de este día sin ti; y ya se siente como un verdadero e infinito infierno. No tengo ánimos de nada, y al parecer todo se torna peor. Te escribiré cuando me encuentre mejor.

Te amo...

Bitácora para mi hijo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora