Primera gran lección

82 4 6
                                    


"A la miseria le gusta estar acompañada".

Querido hijo mío, en esta vida hay de toda clase de personas. Pero, de las que más abundan actualmente es del tipo "tóxico".

Este tipo de personas, se creen merecedoras de todo, no se comprometen verdaderamente, se victimizan, siempre son cómplices de cosas malas, son irresponsables de sus propias fallas, pues, siempre buscarán culpar a alguien más, siempre están a la defensiva, son resentidas, con baja autoestima, poco inteligentes, soberbias, egocéntricas, falsas, fascistas, narcisistas, negativas, inseguras, desleales, infieles, dependientes, egoístas, envidiosas, chismosas, mentirosas, irreales, infantiles, fastidiosas, caprichosas, hirientes, inestables, bipolares, conflictivas, pesimistas, quejumbrosas, apáticas, perezosas, ociosas, pasivas, criticonas, inconscientes, incoherentes, incomprensibles, incompetentes, irreflexivas, incongruentes, inmorales, perturbadas, traumadas, y siempre descargarán su veneno emocional con cualquier persona, con la finalidad de aliviar su inagotable frustración. Pero sobretodo son miserables e infelices.

Mira bien pues, que ante todo este conjunto de defectos, nadie está exento de poseer alguno de ellos; pero hay personas que poseen la mayoría. Imagínate, qué triste existir para esas personas; pobre vida tan infeliz la que llevan. Pero, lo más curioso es que pocas lo demuestran, ya que generalmente buscan aparentar lo que no son, y tener lo que no tienen.

Con todo lo anterior, no intento inculcar en ti un escepticismo, ante las personas que identifiques así. Mucho menos que comiences a etiquetar a toda persona que conozcas. Solo que, la vida es tan corta e inherente a ella se encuentran tus propios problemas, tus propias frustraciones, fracasos, éxitos y de más; y no me parece justo que alguien venga a complicarte todo solo porque a ellas o ellos no les va bien. Inevitablemente, pareciera que estoy a favor del libertinaje, pero no es así; solamente te aconsejo que pienses por ti mismo y no permitas que alguien venga a decirte, cómo y cuándo hacer las cosas. Aún, si se trata de tu querida madre o de mí. Pues, "cada quien es dueño de su propio camino", y tú tendrás todo mi apoyo, consejo y amor, para elegir sabiamente lo que desees.

Todo esto surge a razón de que, en más de alguna ocasión vendrán personas disfrazadas de "mejores amigos", "novias" que intentarán conseguir cambios significativos en ti, "familiares", que querrán corregirte y aunque veas que ellos están mal y necesitan más que tú ese consejo que te han dado; siempre, siempre acéptalo con mucha humildad y mansedumbre, se obediente y prudente. Porque como dice tu adorable abuela (mi madre): "el que oye consejo, llega a viejo". Y nunca olvides esto: "haz lo que ellos dicen (siempre y cuando sea bueno, y sea para tu crecimiento, personal y espiritual), pero nunca hagas lo que ellos hacen".

Hijo, mi querido y amado hijo. No está de más, que te recuerde que la sabiduría y la reflexión, no son dones que tiene cualquiera; -solo Dios es el camino, la verdad y la vida-. Y si eres bendecido con ellos, sabrás usarlos bien. Entonces, ya sólo es decisión tuya, elegir; entre vivir una vida plena y maravillosa, o todo lo contrario. Y eso, eso lo definirás tú mismo.

Te amo muchísimo. Cuídate y cuida de los tuyos.

Bitácora para mi hijo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora