Suspire, pasando una vez más por el pasillo del living hasta mi habitación, completamente desesperada, bueno, creo que desesperada era poco.
Después de hacer absolutamente nada en mi habitación, salí de nuevo de ella, esta vez para ir a la cocina, con mi inconciente diciendo qué no debería esperarla y cenar sola, tal vez eso era lo mejor.
Un trueno provocó cierto miedo en mi, y opté por correr de nuevo hasta mi habitación. Tal vez sea increíble, pero aún tengo cierto trauma con las tormentas, todos lo saben, en especial ella, pero no la veo por aquí ¿o si?
He de admitir qué comenzaba a preocuparme, le pudo haber pasado algo, sin embargo, dicho sentimiento se esfumó cuándo escuché el timbre, y corrí a atender, encontrándome con una rubia completamente empapada, qué simplemente me sonrió.
-Puedes regresar, estoy ocupada.- Dije indiferente para después entrar en el apartamento, con Perrie detrás de mi.
-Ohh, vamos amor.- La escuché decir a mis espaldas.- ¿Enserio vas a comportarte así?
-¿Así cómo?.- Me giré, completamente enfadada y ella suspiro.
- ¿Al menos puedes prestarme ropa? Después podremos discutir.
-¿Enserio?.- Le pregunté indignada y ella se encogió de hombros.- ¡Por dios, Perrie! ¡Yo no llegué dos horas tarde!
-Oh cielos.- Suspiro rodando los ojos.- No me digas que es eso.
-¿Eso? Mierda, Perrie. ¡Fueron dos horas! ¡Dos horas en las que allá afuera había un diluvio! ¡Sabes cuánto los odio!.- Ella soltó una risita.
-Amor, no es un diluvio ex...
-¡Vete a la mierda, Perrie!.- Interrumpí completamente enojada.- La cena está en la cocina.
Caminé hasta mi habitación, mandando todo a la mierda, incluso a la cena.. incluso a Perrie. Abrí la puerta de mi habitación, y la cerré de golpe, para después tumbarme en la cama.
De mala gana tomé mi celular, y tras buscar los audífonos debajo de mi almohada, me puse a escuchar música con ellos, así desconectándome un rato de los ensordecedores ruidos de afuera.
(...)
Entonces, creí que me despertaría con Perrie abrazándome, pidiéndome disculpas o algo por el estilo, sin embargo, no fue exactamente lo que me despertó, sino fue un relámpago, acompañado de su perspectivo trueno. Maldición.
Me quité por completo los audífonos, que siguieron sonado a pesar de que me había quedado dormida hace quién sabe cuanto, y fue entonces cuándo me di cuenta que estaba a oscuras. Yo había dejado mi luz prendida. Como pude, me incorporé, y caminé hasta el apagador, sólo para darme cuenta que no había corriente eléctrica, supongo, consecuencia de la tormenta. Más mierda.
Con ayuda de mi celular, que ahora tenía menos del 5% de batería, pude salir de mi habitación, para apenas entrar al pasillo, encontrarme con un destello que venía del living, seguramente provenientes de velas.
Seguí caminando, a paso lento, precavida, pues estos eran los mejores momentos para llevarme un buen susto de Perrie, sin embargo, la encontré sentada en el comedor, comiendo, o más bien, cenando, completamente sola y a obscuras, bueno, salvo por las velas.
Ella notó que estaba de pie, observando cómo disfrutaba de la pasta, y levantó la mirada, confundida mientras que aún el bocado estaba en su boca. Una escena adorable, a pesar de todo.
-Ohh Jade..- Ella dejó el tenedor, y se levantó, caminando hacia mi.- Perdona princesa, yo.. enserio tenía hambre..- Se disculpó, evidentemente arrepentida. Automáticamente, pensé una respuesta a la defensiva, sin embargo, no la dije. Pelear con ella nunca es lindo.
-Esta bien..- Suspiré.- ¿Porqué llegaste tarde?
-Ohh, eso..- De pronto, ella miro a otro lado, jugando con sus manos, mientras que tardaba más de lo normal en contestar.- Y-yo.. Uhhmm, estaba atascada en el trafico.- Obviamente mintió.
-¿Trafico?.- Arqueé mis cejas en respuesta, y ahí venía la Jade a la defensiva. Estoy segura que hoy me pasa algo.- Perrie, tu apartamento queda a unas cuántas calles..
-Si, pero uhhmm..- Se quedó callada.- Y-yo tuve que pasar por algo..
-¿Algo?
-..Si.
-¿Y ese algo es..?
-Cielos, debes tener hambre..- Ella se alejo completamente, caminando a la cocina, y fue ahí cuándo me di cuenta que ocultaba algo, además de estar usando un suéter mio y un jean que le quedaba más ajustado de lo que debería. Bonita vista.- La pasta está un poco fría. No hay dónde calentar, y no encontré fósforos por ningún lado.
Me limite a asentir, mi estomago rugiendo de repente, y me fui hasta el comedor, para después sentarme a un lado de dónde ella estaba sentada. Espere pacientemente, hasta que ella apareció con un plato para mi.
-Es completamente delicioso esto, nena.- Dijo, con un bocado en la boca, enseñándolo a propósito, solo para hacerme reír. De eso estoy segura.- Enserio perdona llegar tarde, pero a puesto a que puedo recompensarlo.
-¿Cómo?
-No lo sé..- Se encogió de hombros, acción que inevitablemente me hizo sonreír.- Podemos hacer algo.
-No hay luz, Pez. No se si te haz dado cuenta de eso.
-Algo he notado.- Reí.- pero tenemos velas. Además, se me ocurren un montón de cosas que podemos hacer en la oscuridad.- Bromeó, un rubor adueñándose de mis mejillas mientras ella se inclinaba hacia atrás y reía.- Eres tan adorable, a veces.
-¿A veces?- Preguntó, haciéndome la ofendida.
-Si, otras veces eres sexy y seductora.. Sin contar tu personalidad en la cama..- Dice una vez más, la misma acción repitiéndose.
-¡Perrie!
-Ok, perdona. Simplemente me encanta aquel rubor en tus mejillas.
Terminamos de cenar juntas, el ambiente cambiando completamente al que habíamos puesto cuándo ella había llegado, y cuándo camine a la cocina, a dejar las platos por allí, ella desapareció por el pasillo, a quién sabe dónde.
Cuándo salí de la cocina, ella caminaba hacia el living, con una caja delgada y larga en sus manos.
-¿Qué es eso?
-Scrabble.- Contestó por encima de su hombro, tomando dos cojines del sofá y colocándolos en el suelo, al rededor de la mesa para después sentarse.- Nada mejor que un buen juego de mesa cuándo la luz hace falta.
Imité su acción, mientras que ella sacaba todas las piezas necesarias, y colocaba el tablero en el centro de la mesa. Me paso el pequeño 'estante'.
-Ok, tu primero, no quiero arriesgarme.- Me reí, ante su insinuación de que hago trampa, digo, solo la hice una vez, y era extremadamente necesario. Sacó una ficha, “D” la letra que me salé, y ella saca la suya.- “T”.- Me río.
-¡D!.- Ella niega con la cabeza, y antes de comenzar el juego, tomó mis cinco fichas, al igual que ella las suyas. Sonrió viéndolas, ganaré. Sacó cuatro fichas, que juntas forman la palabra “casa” y ella niega, riendo levemente.
-¿Casa? ¿Enserio, Jadey?.- Me encojó de hombros.
-Es la manera más fácil de ganar.. En lugar de poner palabras que normalmente no entiendo..- Ella ríe de nuevo, y comienza a ver sus fichas. Normalmente, ella siempre gana, pero sólo porqué hace palabras realmente largas, obviamente juntará más puntos, y eso no se hace. Ella coloca solamente dos fichas, las letras “T” y “E”, justo a un lado de mi palabra. Chica lista.
-Cásate.- Dijo firmemente.- Trate de superar eso.- Ella tiene una sonrisa malvada en su rostro, retandome, y miro de nuevo mis fichas. Perfecto. Sacó cuatro fichas, no sin antes haber tomado otras cuatro, y ella solamente dos, y coloco mi segunda palabra, “sacar”, la “s” compartiendo la misma que “cásate” y sonrió mirándola.
-Muy ingeniosa Thirlwall.- Ríe y niega una vez más. Vamos, este es un juego difícil.- Enserio me la estás poniendo fácil.- La miro confundida, ¿poniendo fácil? Pero apenas estamos comenzando, y ella no lleva muchos..- ¡Los puntos! ¡No los hemos contando!
-Cierto, a punta tú..
-¿Hablas enserio? ¡No veo nada!.- Ella suspira, pero después toma su móvil, que estaba en el sofá, y me lo pasa, indicándome que lo use como una clase de linterna. Esta vez suspiro yo, y tomo el bloc y el lápiz raro de la caja, para después ver una vez más el tablero. Así que yo puse “casa”. Mierda, solamente tengo cinco puntos... Y ella tiene, esperen. ¿Cuenta nada más la “T” y la “E” o todo? Supongo que todo. Gruñó y apunto sus puntos, mierda, ella ahora me esta ganando. Tiene siete puntos. Pero yo tengo siete puntos con mi eficiente verbo. Ohh si, ahora voy ganando, pero esperen.. Le toca ahora a ella, y.. ¿Que mierda trata de hacer?
Vi de reojo, cómo ella tomaba fichas al azar, y las ponía en el tablero.. Ohh no, ella no va a hacer trampa ahora, no ahora que voy ganando. Levantó mi mirada, sólo para entrar en una especie de shock al ver las palabras que ha formado, y la pequeña caja que descansa entre ellas.
Mi vista va hacia Perrie, después de vuelta a las letras, de las letras a Perrie, y de Perrie a las letras finalmente, una sonrisa, y al mismo tiempo, lágrimas invaden mi rostro, al entender completamente eso. Veo a Perrie sonreír con timidez, mordiéndose el labio, mirándome expectante mientras juega con las mangas de mi suéter, que se ve jodidamente lindo en ella, la luz de las velas reflejando en su rostro, su sonrisa ahora menos tímida, brillando, literalmente hablando.
No hacen falta las palabras en este momento, salvó las que están en el tablero, claro esta, solamente las miradas. Bien dicen, que cuándo las palabras no son suficientes, las miradas lo dicen todo, y este es uno de esos casos. A puesto que en la mía solo hay felicidad bañada en lagrimas, al igual que en la suya, aquel azul de pronto brillando, cuándo las lágrimas comienzan a invadirlos también, mientras que asiento con mi cabeza, completamente segura y entusiasta.
Me inclino sobre la mesa, creo que a punto de subirme en ella, y tirar todo, sólo para conectar nuestros labios en un beso igual de entusiasta y lleno de felicidad. Sonrío en el beso, las lágrimas casi no me dejan seguir, una sonrisa tonta sigue allí, mientras la veo sonreír del mismo modo, además de mirarme con ternura y amor.
Me alejo de ella, aún sin perder el contacto, sólo para ver de nuevo el tablero, en el que un brillante anillo descansa en la cajita, a un lado de las palabras. “Cásate conmigo”