*Londres; 2:30pm*
-JESSICA.! .- Una rubia desesperada entraba a su departamento con bolsas sosteniendo en su mano izquierda y en la mano derecha sosteniendo su café favorito, al parecer había ido de compras.
-¿Qué pasa ahora?.-Una chica un poco más alta que ella salió de su habitación enojada.- Te he dicho miles de veces que no me llames Jesy, ¿Tu cabeza oxigenada no entiende?.-Dijo bromeando pero seria, llevándose una mirada fulminante de Perrie.- Ok, ok, ¿Qué pasa?
-… Ok, respira.-Dijo para si misma, tratando de aguantar las bromas estúpidas de su amiga.-Necesito que me hagas un favor.
-¿Después de cómo acabas de llamarme PRETENDES que te ayude?- Respondió su amiga, Jesy, enfatizando el 'pretendes'.
-Te ayudo con Jordan- Respondió la rubia con una sonrisa pícara en su rostro, estaba entrando en negocios con Jesy.
-¿Qué quieres insinuar con eso Perrie?- Dijo con el ceño fruncido y algo nerviosa.
-Sabes muy bien a lo que me refiero- Dijo guiñándole un ojo, Jesy bajo la mira avergonzada- Por si no sabías las paredes no son a prueba de sonido, al parecer a Jordan le sirvió mi clase de sexo y adem... ¡AUCH!- Gritó Perrie sobando su brazo izquierdo, donde Rachel le había pegado. Por suerte había dejado las bolsas arriba de la mesa.
-¡Perrie Basta!- Jesy hizo una pausa, tenía que calmarse, estaba totalmente avergonzada y con ganas de matar a la rubia- - Te ayudo- Dijo al fin con una voz suave y tranquila.
Perrie empezó a dar saltitos por todo el departamento, Jesy rodaba los ojos ante el entusiasmo de su amiga.
[Por la noche; South Shields]
-¡Hogar, dulce hogar!- Perrie entraba a su antigua casa con una enorme sonrisa.
-¡Hija!- Su madre, Debbie, entraba a la sala con una enorme sonrisa. Perrie, después de tener esa 'conversación' con su amiga, llamó a su madre para avisarle de su repentino viaje a South Shields- ¿Como estás? ¡Estás enorme! ¡Tu figura! ¿Perrie estás comiendo?- Preguntó lo último en forma de reproche, pero sin dejar de abrazar a su hija.
-Ay mamá por Dios, estoy bien- Respondió Perrie intentando salir del abrazo, su madre rió por esto.
-¿Qué haces aquí?- Perrie la miró con el ceño fruncido- No me mal interpretes querida, te pregunto porque es un viaje repentino ¿No?- Perrie asintió con su cabeza.
-Vine a recuperar lo que es mío- Respondió la rubia más joven, con un 100% de seguridad que se podía notar en sus ojos.
[Al otro día; 11am]
Perrie se levantaba con toda la energía del mundo. Fue a lavarse la cara, cambiarse y se dirigió a la cocina.
-¡Buen día!- Expresó con una gran sonrisa.
-¡Perrie!- Un hombre se asomaba por la cocina y se acercaba a abrazarla
-¡Papá! ¿Como estás?- Contestó Santana abrazando a su padre, el Sr. Edwards había llegado aquel día por la mañana de un viaje de negocios.
Perrie desayunó con sus padres y se dirigió hacía su habitación para recoger un bolso donde tenía todo preparado para realizar lo que tanto la traía entusiasmada. Mientras bajaba por las escaleras, el timbre sonó. Corriendo se asomó y abrazo a las chicos que estaban del otro lado.
-¡Mi escuadrón!- Grito con entusiasmo, las otras dos rodaron los ojos- ¿Tienen todo listo?- Ambas le mostraron dos bolsos, cada una sostenía un bolso entre sus manos- ¿Esta todo no?- Las dos asintieron- ¿Seguro no?- Perrie recibió otra afirmación- Pero...
-¡SI PERRIE, SI!- Gritaron Jesy y Leigh-Anne al unísono
-¡Bueno!- Exclamó Perrie- Quiero que todo salga perfecto.
[High School; 3:45pm]
Perrie se encontraba caminando por los pasillos, recordando todas esas aventuras que había pasado aquí, necesitaba pensar un poco, necesitaba pensar si en verdad ella valía todo esto. Sin duda lo valía.
Con la ayudaba de la mayoría de sus amigos y de los alumnos de la escuela, Perrie estaba logrando prepararle una sorpresa al amor de su vida, ¿Después de su sorpresa, aquella chica podrá decirle, una vez más, que si? ¿O no se arriesgará, convirtiendo aquella sorpresa en algo totalmente en vano?. Perrie no lo sabía pero el que no arriesga no gana ¿No?.
