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-¡Joshua! ¡Ayúdame! ¡Joshua!


Desperté de golpe, demonios, de nuevo ese sueño. ¿Por qué nunca podía estar claro?

Alguien me llamaba, la voz de un chico, pero nunca lograba entender por qué me pedía que lo salvara, o por qué iba corriendo siempre sin siquiera pensarlo en dirección hacia esa voz.

Ahora sí que debía empezar a estar de mente, tener varias noches seguidas el mismo sueño no era para nada agradable.

Tomé mi celular de la mesita de noche a un lado de mi y consulté la hora, demonios, las 6 am. ¿Qué se supone que haga ahora? Ya no puedo conciliar el sueño de nuevo y todos despiertan a las 8 am aquí.

Al final me decidí por alistarme para salir a correr, hacía bastante que no realizaba aquello por practicar esgrima... La disciplina que me impuso mi madre... A decir verdad era muy bueno, pero me hubiese gustado que mi madre me permitiera continuar con mi estudio a fondo de música; quizá muchos desearán ser el príncipe, princesa o reyes, pero el mío, mu sueño dorado era ser un gran cantante. Aún recuerdo esas tardes de mi infancia en la iglesia, donde yo era feliz tocando la guitarra y cantando a otros, pero no recuerdo haberme presionado con mi título como ahora, junto a mi padre y mi hermano menor SoonYoung...

Ellos simplemente... desaparecieron un día.

Aún no sé exactamente por qué, pero alguien se los llevó.

Días después mi padre apareció muerto en la puerta del palacio y mi hermano... Nunca supimos nada de él. Creo que desde ese entonces mi madre se ha vuelto de esta forma desde aquél incidente, y por eso teme que pueda sucederme algo...


Ya puesta ropa deportiva y cómoda me escabullí del palacio.

6:30 am. Vaya, sí que el tiempo estaba transcurriendo muy lento... Ya había algunas cafeterías abiertas, pero lo que llamó mi atención fue una florería que nunca antes había visto...

Decidí entrar debido a que había un cesto con muchas de las flores que había visto el día anterior, enormes y amarillas... Al entrar me quedé observándolas por un buen rato sin percatarme de que había alguien dentro.


-Se llaman girasoles. -Dijo una voz dulce detrás de mi... Me era familiar...


-Muchas gracias por decirme su nombre.-Dije esto al girarme pero me percaté de una enorme sorpresa.-J..J..¡Jeonghan!


-Buenos días Joshua ¿qué te trae por aquí? ¿A caso vienes a comprarme flores?


-¿Es tuya esta florería? ¿No se supone que deberías estar estudiando por la mañana?


-Sí, es mía... Llevo poco tiempo con ella desde que me mudé. Y.. ¿Te das cuenta de que hoy es domingo cierto?


¡Demonios es cierto! Hoy era domingo y lo olvidé por completo. Hoy era mi día libre en el palacio también así que al menos no habría tanto problema al haber salido como el día anterior.
Pero por estar con este chico el precio del regaño por salir lo valdría.

-Joshua... ¡Joshua! -Dijo Jeonghan sacudiendo la mano frente a mi rostro hasta que reaccioné.

-Oh si si, Jeonghan.

-¿Siempre te quedas perdido de esa forma a media conversación o algo así?

-La verdad no muy frecuentemente pero... últimamente me pasa...

-Debes estar muy estresado...

-Un poco... Tengo algunos asuntos muy... aburridos y estresantes a la vez...

-Espero pasen las preocupaciones pronto... No es muy bueno para tu salud vivir así...

Oh Jeonghan si supieras qué tipo de vida llevo... Si supieras que no es posible deshacerme de las preocupaciones tan fácil...

Nos la pasamos hablando sobre flores y me contaba cosas bastante interesantes sobre ellas e incluso hasta chistes que realmente se me hacían muy divertidos aunque no lo fueran, pero este chico lograba darles ese toque que hacía que fuesen sumamente divertidos, sobre todo por esa sonrisa que... es muy hermosa. Jamás me había sentido deslumbrado por la sonrisa de alguien, mucho menos por la de un chico. Increíble.

Miré la hora y ya marcaban las 9 de la mañana. Esperen ¡¿Qué?! ¿Tan rápido se fue el tiempo? Si sólo pareciera que fueron 5 minutos...

-Jeonghan, creo que ya debo irme o la reina, DIGO, mi madre va a asesinarme...

-Oh si claro, lamento haber tomado demasiado tiempo... Espera, sólo aguarda aquí un segundo más que voy por algo al almacén, no te muevas de aquí...

Entró corriendo y en menos de un minuto salió con una bolsita en la mano llena de ramitas con flores blancas y centro amarillo pequeñitas.

Se detuvo ya sin aliento frente a mi y se apoyó en sus rodillas para tratar de recuperar un poco de aire, si que no tenía para nada condición.

-Toma, deberías beber un té de esto y tu estrés y malestares bajarán un poco, la manzanilla enserio es mágica y ayuda para varias cosas. Ya verás que la nube gris pasará pronto... -Dijo extendiéndome la bolsita para que la tomara.

-Muchísimas gracias ¡sin duda lo beberé! -Dije encaminándome a la salida pero me detuve en la puerta y regresé la mirada. -Entonces... ¿sí nos veremos aún así en la tarde a la misma hora verdad?...

-¡Seguro! Nos vemos ahí en el parque más tarde ¡No olvides beber tu té! -Dijo agitando la mano en forma de despedida y se dispuso a atender al cliente que entró justo en ese momento a la tienda...

Salí del local y tomé el camino regreso a casa, pensando en la bolsita que me dió y mirándola varias veces. No es como que la necesitara demasiado, porque en el castillo bastaba con pedir a la servidumbre el té y ellos lo conseguirían entonces para mí, pero se me hacía bastante tierna e interesante la acción de regalarme la hierba para el té...
Sin duda debería saber delicioso, puesto que era especial para mí esta vez.

Don't fall in love with the Prince. | JiHan.Where stories live. Discover now