Cortando los lazos

410 34 4
                                    


Nadie podía creer de lo que habían sido testigos. Una niña adolescente se había transformado en un gran gorila de pelaje dorado. El único aspecto que conservó fue su cabelleray el moño rojo, regalo de su madre. 

Con otro rugido el gorila dio un salto. Alzó sus puños al cielo y los bajó como martillos. Tsugumi retrocedió para esquivar el ataque que abrió un cráter en el pavimento. El impacto fue tal que incluso algunos en la cuadra debieron pensar que fue un leve sismo.

Chitoge volvió a rugir y siguió tratando de golpear a Tsugumi con sus grandes puños. Tsugumi esquivaba los golpes que creaban ráfagas de viento que destrozaban las ventanas de las edificaciones cercanas. Entonces parecía un vendaval.

"si recibo uno solo de esos terminare muerta" pensó Tsugumi.

Ella tomó un par de revólveres y disparó con precisión a ambos ojos de Chitoge, sin embargo ella no redujo ni por un momento su velocidad y trató de darle otro golpe que por un pelo esquivó. Ella trató de dispararle a las piernas, intento que también resultó inútil. Chitoge dio otro golpe que destruyó otra porción de pavimento al momento que Tsugumi saltó a un edificio cercano. Con gran agilidad subió por las paredes. Chitoge no se quedó atrás y como la bestia propia que era fue tras ella. Al llegar a la azotea Tsugumi inmediatamente apuntó al lugar que iba a aparecer Chitoge. El gorila llegó a la azotea y ella volvió a disparar. Esta vez pudo apreciar que las balas dieron en el blanco, pero en un parpadeo Chitoge se encontraba sin heridas.

- Es inútil - exclamó Chitoge volviendo a atacar - soy un ser inmortal, ni siquiera una bomba atómica puede matarme.

Trató de dar otro golpe. Tsugumi saltó de la azotea a un edificio adyacente. Chitoge la siguió lanzando rugidos que espantaban a los ciudadanos.

- ¿Qué diablos son ustedes? - preguntó Tsugumi sin detenerse.

- De que sirve saber si vas a morir - gritó Chitoge.

La persecución se prolongó por un tiempo. Tsugumi trató de tomar ventaja de la arquitectura y emboscar a Chitoge usando todas las armas que les había quitado a los policías y los Beehive. Usó pistolas, escopetas, granadas, entre otros. Pero nada dejaba ninguna herida que no tardara un micro-segundo en desaparecer.

"Demonios esto no luce bien" pensó ella.

- Ya me cansé de jugar al gato y al ratón - gritó Chitoge.

El gorila dorado abrió su boca y de ella salió disparada una bola de fuego. Tsugumi se movió hacia un lado para esquivarla, pero el proyectil explotó en medio del aire sorpresivamente y las llamas alcanzaron a Tsugumi. eso le dio la oportunidad a Chitoge que necesitaba. Chitoge le dio un puñetazo en el vientre que la mandó despedida por los aires. Tsugumi tuvo una sensación que su cerebro captaba más rápido lo que veía por sus ojos que lo que sentía con su cuerpo entero. Tras unos segundos de vuelo chocó con una ventana y luego impactó con una pared. Cayó al suelo boca abajo con todo su cuerpo doliéndole. No se explicaba como eso no la había matado instantáneamente. Trató de erguirse pero simplemente no pudo. Miró hacia al frente y lo que vio fue su moño siendo consumido por las llamas. El moño que alguna vez representó el cariño de Chitoge por ella se convirtió en cenizas en cuestión de segundos.

Lo siguiente que vio fue el pie de un primate que pisó esas cenizas. Chitoge la levantó y la azotó bruscamente contra la pared. La bestia le gruñó en su cara mostrándo los dientes.

- ¿Por qué tenías que ser tan osada? - le preguntó - debiste ser buena chica y quedarte como mi lame botas el resto de tu vida.

Tsugumi sintió desprecio por ese ser y le escupió en la cara. Chitoge gruñó de nuevo y levantó su puño para el golpe de gracias.

Amor en la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora