Pasaron días, semanas e incluso meses en los que podíamos notar el cambio que todos estábamos sufriendo. La espesa melena oscura de Hannah crecía rebelde por sus hombros, nunca quise cortársela ya que eran unos rizos perfectamente definidos que no debían ser desechados. Los constantes balbuceos de la pequeña se tornaron en palabras solidas o más bien estables, con algunos fallos en la pronunciación de ciertas sílabas.
Liam estaba viviendo todos esos cambios en ella, como su primera palabra que fue “Liam” asombrado tomó a la pequeña entre sus brazos y la paseó por toda la sala riendo una y otra vez. Pero Liam no solo estaba viviendo los cambios de una pequeña niña, sino de una mujer que con el tiempo adquiría experiencia, sabiduría y confianza con su persona.
Kat por su parte se había hecho un gran hueco en mi vida pasando a ser una denominada mejor amiga, compartiendo nuestros secretos, alegrías, vivencias y estando siempre la una para la otra.
Por otro lado, Liam y yo no habíamos vuelto a mencionar nada sobre un nosotros, lo más cercano a eso que tuvimos fue esa parada a causa de la anciana en las calles frías de Londres. Como un pequeño gorrión esas palabras se esfumaron, o eso daba a entender. Sin embargo en nosotros se formó una espesa complicidad que hacía nuestras miradas mucho más interesantes.
{…}
-Hannah suelta eso- Ojos azules me desafiaron con descaro escondiendo el objeto de porcelana detrás de su espalda, su cabeza se inclinaba de un lado a otro y de sus labios solo podía escucharse un pequeño murmullo en forma de “No”
Salí a correr detrás de ella, mis pies pisando fuerte sobre el suelo de madera oscura tras unas fuertes risas que rodeaban la mesa del comedor y más tarde comenzaban a seguir un recorrido hasta su habitación propia, que no era muy usada ya que Hannah solía padecer un inocente miedo a un supuesto monstruo que habitaba en el final de su cama esperando a que esos ojitos se cerraran para atacar.
-Devuélvemelo mi vida- Mis manos descansaron sobre sus axilas atrayendo su cuerpo hasta el mío para sostenerla sobre mi cintura- Es peligroso.
Sus ojos me observaron unos segundos mientras su cabeza reflexionaba sobre mis palabras, era una niña bastante inteligente y solía pensar mucho en los resultados de las cosas para luego basar en ellos su comportamiento, aunque como cualquier niño también tenía sus miles de travesuras atadas a la espalda.
El objeto peligroso volvió a su lugar de origen, la repisa del comedor donde no podría hacer daño a la pequeña niña hiperactiva que envolvía sus brazos alrededor de mi cuello hasta llegar a la cocina.
-Mamá tengo hambre- Esa frase era la única que había aprendido con más facilidad e incluso la pronunciaba con total claridad y no la culpo, probablemente sea a mí a quien ha salido sobre esa cuestión.
-¿Puré de patatas?- Su cabeza se inclinó hacia arriba y hacia abajo paulatinamente con una sonrisa satisfecha colgando de las perlas de sus pequeños dientes. No podía quejarme sobre la forma de comer de Hannah, le gustaban todas las verduras y todo lo demás, sólo había una cosa que ella no podía probar y eran las nueces, esos pequeños frutos secos provocaban una fuerte reacción alérgica en ella causando que su garganta se comenzara a hinchar notablemente al igual que sus conductos respiratorios lo que podía causar que se asfixiase.
El sonido del impacto de nudillos sobre la puerta principal paró todas mis acciones, dejando a medias el plato de Hannah y recibiendo una notable protesta por su parte, en algún momento esa pequeña glotona me comería hasta a mí.
Mis ojos investigando al individuo que se encontraba parado frente a mi puerta, una camiseta de cuadros rojos adornaba su torso seguida por una blanca en el interior mientras unos vaqueros se ajustaban a sus piernas con total comodidad. Me gustaba verle vestido de una forma informal ya que podía ser el mismo.
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For the love of a daughter. Liam Payne fanfic (Mayo de 2014)
FanfictionÉl era distinto a mí, él era un hombre de negocios y un hombre de deportes. Yo era nadadora y mi responsabilidad no era una empresa, si no, cuidar de mi hermana. Él me permitió navegar en sus secretos y yo le permití formar parte de mi vida, permití...