— No es justo — hice una mueca y me crucé de brazos — Ni siquiera pasamos tiempo juntos, no pudimos divertirnos.
— No te preocupes Soo, volveré pronto y te llevaré a algún lado, la pasaremos genial — Hoseok me sonrió.
— No la llevarás a ningún lado, mejor dicho, ella no irá contigo a ninguna parte — bufa YoonGi con los brazos cruzados cerca de la pared.
— Sí, sí, como diga el señor — le hace una mueca a YoonGi y él le da una mirada volteando los ojos. Se ve que se aman.
Hoseok se irá de regreso a Japón donde está viviendo su familia. Por eso estamos desde muy temprano en el aeropuerto para despedirlo lo que a YoonGi lo puso de mal humor porque se tubo que levantar temprano hoy sábado.
Yo estoy un poco triste, la verdad él me calló bien. Ya lo consideraba un amigo, pero ahora se irá y no sé cuando lo vuelva a ver.
— El vuelo 311 con destino a Japón está a punto de salir, los pasajeros de este vuelo por favor entren por la sala nueve.
— Oh, es mi vuelo — dice Hoseok — Es hora de irme — toma su maleta y se acerca a YoonGi — Cuidate hermano — le sonríe y lo abraza, él le correspondió y dio varias palmadas en su espalda.
— Tú también — sus ojos se vuelven más pequeños a causa de la sonrisa que le dedica a su amigo.
— Bueno Soo, me dio mucho gusto conocerte — se gira hacia mi y me abraza — No olvides lo que te dije — susurra en mi oído.
— ¡Hey! Ya basta, suéltala antes de que te golpee — grita
— Está bien, no te la robaré, aunque puedo hacerlo — se burla de él y se va agitando su mano en señal de despedida con una gran sonrisa.
(...)
— ¿Estás loca? — escucho la voz de YoonGi detrás de mi.
— ¡Vamos, es hermoso! — sigo corriendo hacia el mar. Cuando salimos del aeropuerto quise venir aquí porque me encanta este lugar y además estaba cerca.
— No pienso meterme — dice con la voz roca y serio.
— ¡Oh! — hago puchero yendo hacia él — Está bien, no entraremos, pero quedémonos un rato mas, ¿sí?
— Claro — me sonríe dulcemente.
— ¿Nos tomamos una foto? — pregunto entusiasmada tomando mi celular — Sonríe — y no puedo tomar la foto gracias a que el toma mi celular, frunso el ceño y lo miro seria — Solo es una foto, ¿ni siquiera eso puedes hacer?
— Shh — bufa — Solo lo tomé porque mi brazo es más largo, la foto quedará mejor si la tomo yo ¡Tonta! — toca suavemente mi cabeza como un pequeño regaño.
— ¡Ah! Está bien — río nerviosa.
— Ok — alza su brazo y me pega más a él sonriendo. Toma la foto y la observa con una amplia sonrisa — ¡Waoo! Quedé genial, ¿no te da vergüenza? Tu quedaste fea — ríe burlón.
— ¡Tú! YoonGi detente ahí — fui tras él.
(...)
— Pero si no quedé tan mal — digo mirando la foto.
— ¿Sigues con eso? — se acerca a mí y se sienta a mi lado con Gilli en brazos — Solo jugaba contigo, quedaste linda — aprieta mi nariz y me besa.
Los dos sonreímos y nos volvemos a besar.
— YoonGi
— ¿Sí?
— ¿Cuándo me enseñarás a tocar el piano? — pregunto mientras acaricio a Gilli que se mantiene tranquila sobre él.
— Tendrás que esperar — responde al instante.
— ¿Esperar qué? No me gusta esperar — lo miro y él mantiene su mirada fija en mi.
— ¿No te gusta esperar? Soo para muchas cosas en la vida lo mejor es esperar.
— No, no me gusta — suspiro — Cuando tienes que esperar significa que algo malo pasa y por eso no me gusta hacerlo — mis ojos se cristalizan.
— ¿Qué pasa Soo? — acaricia mi mejilla — ¿Qué cosa tan mala pudo haber ocurrido para que te pongas así?
— ¿Recuerdas cuando te dije qué me gustaba tocar el violín? — asiente sin entender de que hablo — Y nunca te preguntaste, ¿por qué si me gusta nunca me has visito con uno? — se mantiene sin decir nada, solo me observa pidiéndome con la mirada que continúe — Una vez mi padre llegó ebrio a casa, él no era de esas personas qué llegaban siempre así y mucho menos era un borracho, pero ese día ni siquiera mi madre podía detenerlo. Tomó mi violín y lo tiró al suelo haciendo que este se destrozara — hice una pausa — Aún recuerdo cuanto lloré y cuantas veces mi padre pidió disculpas y yo no las acepté, simplemente porque no lo entendía, era una niña a la cual le habían quitado lo que más le gustaba. Él sabía cuanto me gustaba y cuanto estaba sufriendo, así que decidió trabajar duro para poder comprarme uno nuevo.
— ¿Y?
— Lo logró, logró juntar todo el dinero, me llamó diciendo que lo esperara que iba a regresar con una sorpresa. Le conté a mi mamá y las dos lo esperamos, esperamos horas pero no llegó — lo miré con lágrimas en los ojos — Nunca llegó YoonGi, porque había muerto. Cuando llegamos al Hospital le explicaron a mi madre que él ya estaba enfermo, pero lo que lo hizo colapsar fue el duro trabajo que había realizado — mi voz se cortó, solo recordar hace que me duela el corazón — Fue mi culpa...
— Claro que no, no es tu culpa. Soo nunca más lo digas. Que haya pasado eso no es tu culpa — toma mi rostro en sus manos y limpia mis lágrimas — ¿Es por eso que ya no tocas el violín?
— Tal vez, pero no es que lo haya dejado de tocar y mucho menos que nunca quiera volver a hacerlo. Solo es que lo dejé ahí, detenido, esa parte de mi no volvió más y no me dieron ganas de tocar hasta un día, el día que te vi tocando el piano, ese día recordé lo que importante que era para mi.
— Me alegra, estoy muy feliz de que lo hayas pensado así. Gracias de verdad, muchas gracias por confiar en mi, por contarme algo tan importante para ti — sonríe dulcemente haciéndome olvidar toda tristeza solo con sonreír. Siento que si estoy con el puedo ser totalmente feliz.
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I Need You; myg
FanfictionYoonGi tenía miedo, miedo a querer y dañar a la persona que más amaba. Por como era, por su frío y a la vez, cálido corazón. .Portada: @Edlyn_Tovar