I Need You; myg

Capítulo 35

Desperté con una melodía, no sabía si estaba soñando o sencillamente me estaba volviendo loca pero era realmente como un bello sueño, esos de los cuales no quisieras despertar.

Al fin pude abrir los ojos y divisar el lugar donde me encontraba. Estaba en casa de YoonGi, me encontraba acostada sobre su cama. Me levanté y logré verlo.

Me dio tanta felicidad verlo ahí, escucharlo tocar otra vez, me había vuelto adicta a como se veía junto al piano. Porque se que cuando lo toca, es la persona mas feliz del mundo.

— Despertaste — me habló

— Sí, siento haberme quedado dormida. Se supone que te cuidaba.

— Menos mal que lo sabes, si fuera algo grabe habría muerto — bromeó, verdaderamente lo había hecho — Ya te puedes ir.

— Lo haré, pero primero dime algo — impuse.

— ¿Qué? — alzó sus cejas.

— ¿Qué era lo que me ibas a decir anoche?

Se quedó en silencio, un silencio que me desesperaba.

— Ya no importa.

— Pero... — no terminé de hablar, en ese momento tenía algo más importante que decir — ¿Qué piensas hacer con la propuesta de la profesora? ¿Irás a la Universidad?

— No — respondió sin rodeos.

— ¿Por qué? ¿Es por mi culpa? ¿Es mi culpa que no vayas a ir? — quise saber.

— Claro que no, no eres la reina del mundo — titubeó antes de decirme — Me voy.

¿Qué? ¿Se va, a dónde, por cuánto tiempo?

— ¿Te vas? — negué — ¿A dónde?

— Volveré a Estados Unidos. Tengo muchas cosas allá, mi vida entera la pasé en ese lugar.

— No es cierto, dijiste que el momento más difícil de tu vida lo pasaste allí, ¿por qué ahora de repente dices esto?

— No te interesan las razones, es más, no sé ni por qué te lo dije. Solo vete, ya estoy bien, no tienes que preocuparte por mi. Has tu vida, espero que seas feliz — sus últimas palabras quedaron en mi mente y no salían.

"Has tu vida, espero que seas feliz"

Me lo estaba diciendo, estaba haciéndome saber que en verdad todo había terminado para el. Y que para mi también debía terminar.

— Supongo que esto es un adiós, ¿no es así? — tomé aire y luego lo miré, un dolor punzante se incrustó en mi pecho. Yo lo amo, lo amo más que a nadie y ahora tendría que olvidarme completamente de todo eso — Entonces creo que deberías quitar nuestra foto de tu celular.

(...)

Estuve muy preocupada por lo que podía pasar en las pruebas que me harían en la Universidad, pero estuvo bien.

Ahora era parte de la lista de estudiantes que entrarían el año que viene. Estoy tan feliz, casi no pude creerlo cuando me lo notificaron.

Hoy tengo muchas cosas que hacer, pero primero debo de pasar por el trabajo de mi madre. Llegué hasta el restaurante y me pareció raro verlo cerrado, di la vuelta al local y entré por la puerta del fondo.

— Mamá, ¿qué está pasando? — pregunté cuando la vi recogiendo sus cosas.

— ¿Qué haces aquí Soo? — alzó sus cejas.