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Domingo, y el sol dejaba caer sus calientes rayos sobre la casa de Jimin. El día de hoy el sol estaba muy ardiente, pero eso no era impedimento para que aquel joven se preparara para salir. Se levantó muy temprano y se fue directamente a la cocina, y ya que el hambre le atacó después de un par de días, se dispuso a preparar desayuno: Huevos revueltos, tocino y jugo de naranja. Lo preparó rápidamente y se sentó en el comedor, disfrutando el manjar, en ese instante, la señora Park entró en la cocina.

-¡Jimin, estás despierto! Hoy es domingo. ¿Por qué no duermes más?

- Es que debo salir mamá, voy a tener un compromiso en la noche y debo comprar ropa para ello.

- Ah, qué bueno que tengas algo qué hacer. ¿Y qué irás a hacer, y con quién?

«Joder, estas madres y su instinto. Voy a salir con un tipo que ni siquiera conozco, mamá. Claro que no le puedo decir eso, ¡Vamos Jimin, invéntate algo!»

- Es una reunión, en la casa de. . . ¿Recuerdas al que era algo alto, peli-blanco, moreno?

- Ah, no recuerdo muy bien, pero confío en tí, hijo. Debo salir, vuelvo en la noche.

- Vale, nos vemos mamá.

Besó su mejilla, y salió rápidamente de la casa.
Jimin acabó su desayuno y lavó los platos. Se fue y se bañó en un santiamén. Al salir, estaba indeciso de qué ponerse. Al final, escogió una jardinera gris, y una camisa blanca, junto con unas Converse azules. Sentía que su Look no combinaba pero le daba igual, pues igual se iba a comprar ropa nueva.
Salió de su casa caminando y andó algo así como 8 manzanas hasta el centro comercial que buscaba, el cual hoy estaba atiborrado de gente.
Se acercó a un local con fachada naranja con azul, y entró.
Se decidió rápidamente y casi al entrar por unos vaqueros azules realmente ajustados, y una camisa blanca bastante suelta y elegante, con bordados dorados en las mangas. Incluso le alcanzó para comprar unos bóxer color rosado (pues no había más.)

«Por si acaso.»

Pensó Jimin en ese instante.

Después de esa agotadora jornada de compras Jimin regresó a casa, se vistió, cepilló su cabello, se colocó su gargantilla y quedó listo.
Puso su celular en modo vibrador y lo colocó en la pretina de su pantalón.

En ese momento vibró, anunciando un mensaje:

De: SugarComPaNy

¿Ya estás listo?

De: MinnieJ

Por supuesto, listo y emocionado.

De: SugarComPaNy

Bien, yo también. Y recuerda, sé puntual. Ah, otra cosa, el nombre de la reservación es SuGi. Debes decirla para que te dejen entrar, y te lleven a nuestra mesa.

Ya, estaba preparado para conocer a quien sería su compañía, y sabía que iba a ser algo incómodo y extraño, pero lo aceptaría.
Salió de su hogar y tomó un taxi que lo llevo de inmediato a él lugar de su reunión.
Al llegar, vio que era un restaurante club, que por fuera se mostraba muy elegante, y que por dentro era increíblemente moderno, sofisticado, pero tenía buen ambiente, al menos eso se divisaba desde la entrada.
En la entrada, le preguntaron por su reservación.
Respondió con lo que le dijo su Daddy.

-Por aquí, joven.

Fue llevado a una mesa vacía que estaba en una sala totalmente sola, a excepción de la mesa y un enorme sofá morado, e iluminada brevemente sólo por unas cuantas velas, y una tenue luz amarilla y blanca; Tomó asiento, a esperar a su acompañante.

Al cabo de tres minutos, una puerta al trasfondo de la habitación se abrió, y de ahí salió.
Su boca se abrió completamente, así como sus ojos. Su expresión era casi como una de enojo.

-Buenas noches, pequ. . .

No podía creer frente a quién se encontraba: El mismísimo Min YoonGi.

Daddy. ~ [YoonMin +16]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora