Si, sólo era cuestión de esperar, pasara lo que pasara en esos momentos con el Gato y el Perro, los mandarían al exterior o por lo menos a explorar los otros pisos del edificio. Amaida ya estaba harta de tanta palabrería que seguro sólo sería una distracción en lo que organizaban alguna cosa para el reto.
-Bien, cállense un instante para que puedan escuchar las siguientes instrucciones de suma importancia-. Al parecer el Gato ya había acabado de asustar a los representantes. No había nombrado a Amaida, o simplemente ella no prestaba ni la más mínima atención a sus palabras-. A continuación les explicare las funciones de los lindos relojes que trae puesto cada uno de ustedes. Como podrán ver, estos relojes tienen lo normal de un reloj, marca el día, las horas, minutos y segundos... -. Y era cierto, en el reloj de Amaida había 3 pequeñas manecillas, que correspondían a los minutos, horas y segundos de color plateado reluciente, pero en la parte de abajo había algo que Amaida no sabía que era (en ninguno de los planetas habían avanzado tanto en tecnología como para conocer un reloj digital) mostraba dos ceros en verde y después de un espacio otros dos, y otros dos, y otros. En total eran 8 ceros que parpadeaban de vez en cuando.- Bueno pues eso que ven ahí abajo es el tiempo que les queda de vida...- Dijo haciendo que se voz fuera melosa, como la de un auténtico felino- Con más detalles, esos ceros corresponden a los días, horas, minutos y segundos que les quedarán de vida si lo que están haciendo continúa así... Pongamos un ejemplo... Un loco maniático va corriendo hacia ustedes con un rifle cargado y listo para disparar, si ustedes miraran su reloj en esos instantes, aparecería que sólo les quedan unos segundos, pero si ustedes lo matan a el primero, entonces el reloj cambiara, su destino cambiara. Se podría decir que es como un pequeño artefacto capaz de ver el futuro... También los botones que hay a los lados del reloj; Con el del lado derecho se prende una pequeña lámpara, y con el botón izquierdo, podrán comunicarse con nosotros para cuando nos necesiten... O si solamente quieren escuchar mi hermosa voz, no los culpo por enamorarse de mi.- Dijo y se oyeron risitas por parte de ambos animales-. También, con respecto a donde irán cuando yo acabe de hablar, permanecerán en este edificio por un día y una noche, los relojes aún no se activarán, ni estarán en peligro, pero después se desbloquearán las puertas que dan a los otros pisos y al exterior. Oh y también...liberaremos a los groks, así que mucho cuidado.
-Entonces... Creo que eso sería todo, y recuerden, hasta que no escuchen un pitido tan agudo que se les rompan los tímpanos, y sus ojos se desorbiten. La prueba continúa.-
Después tanto el Gato como el Perro hicieron una reverencia, dando a entender que el discurso había terminado, todos fueron vaciando las salas, Holl se adelantó para intervenir en la organización de los dormitorios, por eso no pudo escuchar lo que desconcertó a muchos representantes; El perro, que no había pronunciado ni una sola palabra en todo el discurso. Hablo.
- La verdad saldrá a la luz conforme pase el tiempo, tenemos fe en algunos de ustedes y esperamos que seas la salvación que hemos estado buscando durante mucho tiempo. También, lindos ojos Aidy-.
Aunque aún quedaban algunos representantes en las salas, por unos segundos Amaida creyó estar sola con esa horrenda criatura. El la había llamado por el apodo que utilizaba regularmente su madre cuando le contaba canciones de cuna o le cepillaba el cabello como muestra de afecto. ¿Cómo lo conocía? Ni siquiera Holl, la persona más cercana a ella, conocía ese apodo. Quería gritar, correr, lanzar una de sus cuchillas hacia la televisión. Pero simplemente Amaida no se podía mover. Y cuando volvió a la realidad. La televisión se apagó.