Si, definitivamente era ese extraño símbolo el que habíamos visto antes. Nadie sabía como ganar esta batalla de supervivencia. Algunos tenían teorías de lo que tenían que hacer como matar a los representantes de los demás planetas o encontrar algún artefacto único y colocarlo en alguna parte, pero, fuera de eso, nadie se imaginaba lo que tendrían que hacer en ese misterioso escenario.
Después de unos minutos que parecieron horas para los representantes, la pantalla cambió de imagen. Ahora la pantalla se había dividido, dejando un cuadrado en el medio y otros 4 cuadros en cada esquina. Cada uno de ellos emitía luces cambiantes que formaban un gran arco iris. Después, las pantallas se empezaron a iluminar, y en los cuadrados exteriores se empezaron a ver salas iguales entre si, con representantes de distintos colores y tamaños. Hasta ahora nadie se había percatado se la existencia de una pequeña cámara encima de la pantalla gigante que se extendía en la pared. Todas las pantallas, excepto por la central, estaban iluminadas, hacia tiempo que los 4 planetas no se agrupaban de esa manera, pero ahí estaban, Procus, Sengan, Dromuden y Zurmok reunidos en un mismo lugar.
Cada planeta era diferente en todos los aspectos y por eso, algunos no se llevaban bien con otros.
Procus, también llamado el "planeta Verde" porque, al ser el primer planeta, todo su territorio contenía vastos bosques y praderas, se especializaban en el contacto con la naturaleza y sus habitantes suelen ser amables y les encanta hacer nuevos amigos y protegerlos.
Sengan, llamado el "planeta Rojo" pues aunque era el segundo planeta, su parte exterior en lava ardiente, eran buenos en magia y controlar su elemento nato, el fuego, sus habitantes suelen ser orgullosos y presumidos.
Dromuden, llamado el "planeta Plateado"por ser el tercer planeta, no suele tener climas cálidos y su territorio esta repleto de montañas, sus habitantes suelen aprovechar los minerales de las rocas y ellos son bromistas y sarcásticos.
Zurmok, el "planeta Azul" es el más alejado de todos, por ello no conocen la calidez que otros gozan, su territorio esta cubierto de nieve todo el año, y por ello han aprendido a ser cautelosos y entender la mente tanto como para saber lo que alguien piensa, sus habitantes suelen ser fríos e inexpresivos.
De una u otra manera, ahí estaban, mirándose unos a otros. Nadie dijo nada por unos largos minutos hasta que la pantalla central rompió el silencio, emitiendo unos ruidos extraños de niños riéndose o llorando. Después aparecieron dos personas con playeras negras que cubrían cuello y brazos, también portaban máscaras, una de un gato con sonrisa tétrica y la otra de un perro llorando un líquido negro asqueroso.
Ellos no hicieron nada, sólo se quedaron mirando hacia los representantes sin mover ni un músculo. Un chico de Sengan rompió el silencio.
-¿Nos quieren decir quien diablos son ustedes?- Era un chico rubio, con mirada desafiante-O quieren seguir con su aire misterioso un poco más.-
En respuesta, el perro alzó su mano con tres dedos. Luego dos. Uno. Cerro su puño y el gato comenzó a hablar.
-Sean bienvenidos a este...precioso lugar, espero que estén disfrutando su estancia.- Según Amaida pudo oír, era la voz de una mujer- se que tienen muchas preguntas y responderé lo que pueda, también si quieren algo esta noche avísenme, ya que, es probable que hoy mueran todos-.
