2; Encuentro caótico

231 26 0
                                    


―Que bien te sienta la vida de un ser inmortal Heeseung.―La mira gélida de del chico que había encontrado en la puerta me hace estremecer. Supongo que se conocen de antes o al menos ya han tenido un encuentro, que por la cara de mi...¿Esperen?, ¿El dijo Heeseung?, así es como se llama.

―Siempre tan irrespetuoso Kim Sunoo.―Después de decir aquello Heeseung vino hasta a mi y se puso en medio.

La mirada de Kim contra atacó, su sonrisa ya no parecía tan amigable en cambio se recargo en el marco de la puerta riendo, era obvio que eso era una amenaza para no dejarnos ir.

―Tengo entendido que te habías adoptado al sitió, casi pareces un mundano, te ves tan ridículo y deplorable rosandote con estos pobres adolescentes, siento un poco de pena por ti.—Heeseung tomo la amenaza como un chiste, así que bromeo con la situación.

―¡¿Por mi?!.―El lugar se inundo en una carcajada.―Quién es el, oh, que, espera un minuto, ¿Quién esta atado a uno de ellos en estos momentos?, tú estás atado a una adolescente, ¿No? ¿Quién es el ángel más libre aquí? supongo que yo.

Heeseung le ignoró, sólo tomó mi mano dispuesto a sacarme de allí.

―¡Espera un poco!, ¿Como que te la estás llevando?, ella es la que debe decidir o ¿Será que me tienes miedo Ji Cheon?.—Sunoo me miró.—¿No lo tienes verdad?

―Con esa mirada de acosador que estás  haciendo, lo haces difícil.―Que tratará de manipularme me disgustó, así que sacudi mi mano pidiendo que me dejara ir. Por el ruido de mofa de atrás podría jurar que Heeseung estaba reteniéndose para no reír.

―¿Viste?, le causas miedo.—Heeseung negó con la cabeza fingiendo sentirse mal por él.

―Pasar mucho tiempo con él te ha afectado.―Frunció el ceño.―Igual no soy tan malo, no tanto como este otro que te ha tocado como ángel guardián.

―Yo no creo que él sea malo.—Le respondió Ji Cheon. El solo era como un niñero insoportable.

―Pues lo es, es muy malo.―Sunoo se acercó recitándole una cuántas cosas al oído. Sunoo parecía una serpiente apunto de engullir a su presa, seductora y fascinante pero más que todo peligrosa.

―Tan malo para ser corrido, no lo creo.―Las manos de Heeseung apartaron el rostro de Sunoo en el oído de su protegida, no lo toco, solo uso su energia celestial y lo empujó con fuerza hasta el otro lado de la habitación.

Heeseung extendió sus alas oscuras viendo lo rápido que Sunoo se levantó del suelo. Kim no perdió el tiempo, este comenzó a empujar sus manos hacía delante creando una especie de ventisca, entonces las alas de Heeseung reaccionaron y me envolvieron para no chocar con la pared tal y como lo había echo a Sunoo.

―No soy alguien con quién puedas jugar.—Le gritó.

―No, no eres alguien con quién quiera jugar, así que nos vamos. Disfruta la fiesta.―La fuerza en la que Heeseung casi me arranca el brazo al intentar sacarme, sin duda era un idiota.

―¡Esperen un minuto!.—Grite con enojo, tal fue la fuerza que ambos quedaron paralizados y rectos en su sitio.―¿Que hay con ustedes?, primero tú.―Sus dedos se encontraron con el rostro de Heeseung.―No puedes decirme que hacer. Y tú, ángel  desplumado.―Su dedo se encontró con los ojos del más bajo.―¿Puedes decirme que pretendes?, luces como un cachorro, ladrando pura mierda.

 ―Es bastante valiente, ¿No?.—Sunoo se cruzó de brazos fascinado con la arrogancia de aquella mortal.

 ―Yo creo que es poco precavida, si, eso.—Heeseung respondió.

―¿Ahora ya son amigos?.―Ambos subieron lo hombros dándoles totalmente igual la pelea de hace un rato.―Dijiste que Sunoo era peligroso.

―Creo que fue una exageración eso, tal vez cruce la línea de lo ridiculo con lo que dije.―Heeseung ya se había dado cuenta de el mal estado de sus habilidades, el ya no tenía la fuerza de antes.―Este no raya como alguien peligroso, acabo de comprobarlo, pero si como un pequeño patán.

―¡Pequeño!.―Su expresión cambio de una indiferente a una furiosa en una milésima de segundo.

Vaya que no le había molestado lo de patán pero si lo de pequeño.

―Eres un enano.―Agregó el otro sin más.   

―Tú hijo de p..—El insulto de Sunoo fue interrumpido por Ji cheon.

―¿Ustedes se conocen?.—Pregunte con curiosidad.

―No.—Ambos respondieron al mismo tiempo.

—Agh, que tontos son.—Me quejé.

[...]

El camino a casa fue silencioso, aunque parecía estar de maravilla hace un momento, mi cabeza y mi ser se llenaban de recuerdos dolorosos. Yo era una niña cuando la gente me señaló y me llamó mentirosa, para los chicos del vecindario yo era una delirante a la que sus madres advertían y prohibían relacionarse conmigo.

No la había pasado bien, creí que había algo mal conmigo, ¿No era algo normal?, ¿No todos veían lo que yo?, conforme crecí me di cuenta que era mejor ocultar quien era. Tal vez por eso me costaba relacionarme con los demás, tenía miedo que les resultara rara, quería ser normal, así que este nuevo inicio en este colegio era algo a lo que me aferraba, no quería encontrarme con nadie que me conociera.

No quería encontrarme con ningún ex compañero o con ningún vecino, por eso me había ido tan lejos, donde nadie sabría mi historial. Sin embargo hace meses había metido la pata, estaba  muerta de miedo luego de recordar que estando borracha había soltado todo a Hanbin, quería llorar, estaba ansiosa porque el se riera de mi.

Afortunadamente Habin me trató igual que siempre, pensé que el quizá lo había olvidado, eso me alivio, yo no tendría que enfrentarlo. No podía estar más equivocada, una tarde mientras estudiábamos el me pregunto acerca de Heeseung, yo me había quedado estática, mi lapicero cayó al piso.

Hanbin se asustó por mi reacción, rápidamente se levantó de mi cama y me pregunto que me pasaba.

"¿Lo recuerdas?, ¿Recuerdas lo que te dije?."

"¿Eso es lo que te puso mal?, tranquila Ji Cheon, yo te creo, tú no mentirías sobre algo así. Además, para mí el hecho que veas cosas que no todos pueden, te hace especial."

—Ji cheon Sa, ¿Te encuentras bien?.—La voz se mi angel llamándome me hace salir de mis pensamientos. El estaba adelante de mi, su cabeza se mueve hacia a un lado inspeccionandome.

―El no nos dará problemas ¿Cierto?.―Yo pregunto sobre Sunoo para que deje de inspencionarme. Heeseung niega con la cabeza y toca mi brazo suavemente.―¿Sabrás la razón por la cuál puedo verte?, ¿hay otras personas que puedan hacerlo?

Silencio, por el silencio comprendo que no lo sabe.

―Farsantes hay pero tengo entendido que esto no debería ocurrir. No sé la razón por la cuál puedes verme, lo siento.―El parece apenado por situación, al menos el tiene un lado más amable.

―Esta bien, estoy acostumbrada a esto.

―Pero tal vez..―El se queda pensando un poco y luego habla.―Tengas alguna clase de don que aún no conoces.―El baja su rostro por sobre mi hombro y me regala una sonrisa.

Mi corazón dio un vuelco, no se porque me sentí apenada, era extraño verlo de esa manera, quizá estaba preocupado, tal vez sentía empatía o pena por mi, la razón exacta no la sabía pero su sonrisa era cálida.

Esa sonrisa me transmitió paz, él no podía ser ordinario.

Heeseung tenía una apariencia hermosa, pero no era una perfección abrumadora, él era real y honesto, tal y como siempre lo había pensado.

Sacrilege - Lee HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora