Tuve que caminar de regresó a mi casa y llamar a mi hermano para avisarle que no iría a su casa esta vez, tenía que cuidar a la Kirlia, pero obviamente no iba a decirle eso a mi hermano, porque entonces me diría que entrara a los torneos, que me vuelva entrenador y bla bla bla, cosas que no me interesan, le dije que me surgió un pequeño imprevisto en la oficina, además siempre lo visito no creo que por hoy se enoje, además la pokemon ya esta un poco mas tranquila, ya dejo de llorar y tal parece que tiene algo de sueño, pobrecita la abandonaron como a una pelota de fútbol.
Además si la Kirlia tiene la habilidad de telepata puedo hablar con ella y preguntarle porque su entrenador la abandono en medio del camino como si fuera cualquier cosa, ahora que lo pienso, no se si su ex-entrenador le dio de comer, tampoco se si esta cansada, rayos, ¿dé verdad me estoy preocupando por una pokemon? aunque esto es mi trabajo realmente pero creo que esta preocupación es mucha mas de la que tengo por los pokemon, aún asi no importa mucho, voy a preguntar si la alimentaron antes de ser abandonada.
¿Ya comiste pequeña?-Miré a la pokemon que tenía entre mis brazos-
Kirlia nego con la cabeza, vaya que el tipo era un desgraciado.
Entonces supongo que te gustan las bayas-Le sonreí-
Al terminar mis palabras escuche una pequeña voz dentro de mi cabeza que me dijo "¡Si!, sobre todo las bayas meloc", fue Kirlia, supongo que esta aprendiendo a usar telepata, la ventaja de esto es que puedes hablar a través de la mente con el pokemon que tiene esa habilidad, y pasando al tema de las bayas, en la casa tengo demasiadas y de todo tipo, ya que siempre las vendía a los entrenadores que pasan por mi casa, pero ahora me las guardo para los pokemon salvajes que entran a mi patio diariamente; estaba por llegar a mi casa en Ciudad Petalia cuando me tope a mi mejor amiga Nadia, venía corriendo tan alegre como siempre, por cierto antes de que se me olvide, ella es líder de un gimnasio, así que siempre anda de arriba para abajo, en fin, cuando me vio se detuvo frente a mi.
¡Hola!, ¿ahora también entrenas pokemon?-Me interrogó al ver a Kirlia-
Emm no, la estoy cuidando y hola por cierto-Respondí a su pregunta mientras que Kirlia se aferraba mas a mi pecho-
Pues parece que te tiene mucho cariño,¿Quién te la encargo?-Contesto algo curiosa-
Pues realmente, la abandonaron-Acaricie el cabello de Kirlia para que se calmara-
¿¡Enserio!?como es posible esto-Respondió algo molesta-
Pues yo iba camino a Malvalona a ver a mi hermano, cuando Kirlia y su ex-entrenador salieron del bosque-Mientras que repetía lo que había pasado, sentí como una parte de mi camisa se humedesia por las lágrimas de Kirlia- el chico le estaba gritando y se fue volando en su Tailow
Ya veo, así que no es el único que abandona a sus pokemon-acarició la cabeza de Kirlia-
¿Dé que hablas?-Respondí mientras limpiaba las lágrimas de Kirlia-
Es que últimamente han estado abandonando a muchos pokemon y siempre es la misma razón, porque no ayudan en los torneos o se vuelven rebeldes-Suspira- pero se supone que por eso aceptaron ser sus entrenadores, para afrontar todo lo que conlleva entrenar a un pokemon
Dímelo a mi, siempre veo a los entrenadores preocupados en el centro pokemon pidiendo que los curemos o que incluso a veces los cuidemos-Suspira- pero ya veo que no todos son así
Si lo se, pero en fin, tengo que irme ya que me estan esperando para ir a una reunión de lideres de gimnasio-Sonríe- cuida bien a esa Kirlia
De un segundo a otro Nadia se desapareció entre las personas -Vaya que es rápida- mi Kirlia asintió; antes de llegar a casa pase por la tienda y compré algunas bayas meloc porque ya no tenía en casa y porque Kirlia empezó a tomarlas del estante donde estaban, pero en fin, en el camino ya un poco mas alejados de todo el ruido de la ciudad, decidí que era buen momento para hablar con Kirlia, obviamente por la mente usando la habilidad de telepata de Kirlia.
=====================================
(Nota del autor: a partir de este momento todo diálogo ocurrirá solo en la mente del protagonista y de la pokemon hasta que ponga un aviso de que los diálogos ya son normales)
=====================================Kirlia ¿Ya estas mejor?-Le dije sin saber como empezar la conversación-
Podría decirse que si, aunque un poco triste todavía-Respondió Kirlia con una expresión de tristeza en su rostro-
¿Por lo de tú entrenador?-
Sí básicamente por eso-Respondió para después meterse una baya meloc a la boca-
Y a todo esto, ¿Porqué te abandonó?-La interrogue al ver que ya se comió la baya que se había metido con anterioridad a la boca-
Bueno es algo complicado de explicar pero ya no es algo que sea tan raro para algunos-Suspira- cuando acabábamos una pelea mi entrenador siempre premiaba a sus pokemon, a algunos con bayas y a otros con una forma distinta, yo no lo sabía porque cuando mi entrenador me atrapó yo era una simple Ralts, hasta que evolucione al terminar una pelea de hoy, y fue justo en el bosque de donde nos viste salir, en fin, cuando evolucione el regreso a los demás a sus pokebolas y me dijo que era hora de mi recompensa-sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente- empezó a tocarme y a meter las manos debajo de mi vestido, yo me resisti y lo aleje con un ataque de rayo, entonces fue cuando se enfado conmigo y me dijo que si no quería formar parte de su equipo volvería a ser una pokemon salvaje, y yo...yo solo quería...
-La interrumpi mientras limpiaba sus lágrimas- tranquila no pasa nada, entiendo lo que hiciste y estuvo bien, pero ten por seguro que conmigo estarás bien desde ahora
¿Tú sabes entrenar pokemon?-me preguntó un poco mas tranquila-
No se entrenarlos, pero sin embargo se cuidarlos y puedo hacer lo mismo por ti hasta que estés completamente bien para poder buscarte otro entrenador, hasta entonces puedes quedarte conmigo el tiempo que quieras-Le sonreí a la pequeña Kirlia que seguía en mis brazos-
ESTÁS LEYENDO
De Kirlia a Gardevoir
FanfictionYo trabajaba en un centro de atención pokemon y mi vida era tranquila, jamás habría entrado a un combate ni a las ligas, si no fuera por la pokemon que encontré aquel día en la calle.