La mañana siguiente todos se encontraban desayunando "pacíficamente". Pero a decir verdad, todo era un incómodo y perturbador silencio.
Suho, Lay, Chen y Xiumin estaban concentrados en sus platos y en lo que harían después, el maknae Sehun parecía más interesado en su teléfono y el resto de los chicos, bueno, era un dilema.
–¿Cómo pasaron la noche chicos? -se atrevió a preguntar Minseok-.
El líder Suho miró a Lay con una sonrisa, Sehun ni siquiera prestó atención, Baek solo dio otro bocado a su tostada al igual que Chanyeol, Kai casi echaba humo por las orejas y Kyungsoo casi se ahoga con su café.
Este último, luego de estar en pleno acto sexual con el moreno y gemir el nombre del gigante, corrió avergonzado hacia el baño y se encerró hasta la mañana que se encontró a su líder y lo ayudó a preparar el desayuno.
–Por nosotros bien, Baek y yo pudimos compartir la cama sin problemas -habló Yeol-, ¿qué tal ustedes, Soo y Kai?
La pregunta tomó por sorpresa al menor y se limitó a irse de la mesa para encerrarse el la habitación compartida. Todos quedaron confundidos con tal acto y siguieron con su extraño desayuno. Kai se levantó de la mesa e hizo una seña al castaño para que lo siguiera y lo hizo.
Lo guió al fondo del pasillo donde estaban las habitaciones y ambos se sentaron en el suelo.
–Hay algo que tengo que contarte, ya sabes... -habló el moreno-. –Por supuesto, sabes que no tienes por qué ocultarme cosas -respondió Yeol-.
Kai tomó aire y prosiguió.
–Anoche estaba durmiendo y a Kyunsoo le dolía mucho la espalda, me pidió que le hiciera un masaje y bueno... una cosa llevó a la otra...
Por fuera, Chanyeol estaba sumamente tranquilo y sereno, pero por dentro, el mismísimo diablo emergía de su interior.
–Pensaba que todo iba bien -siguió el menor-, pero algo muy peculiar pasó, en medio de todo eso... por alguna razón comenzó a gemir tu nombre, Channie.
Chanyeol no sabía si reír, llorar, o golpear a ambos.
–B-bueno, ¿qué decirte? -dijo el castaño-, seguramente sólo se le pasó por la mente y ya. –Puede ser, pero fue muy extraño... luego salió corriendo -dijo Kai confundido-.
El mayor se levantó y se limitó a levantar los hombros, mientras se dirigía a buscar al pequeño.
Kyungsoo estaba muerto de la vergüenza, se lanzó a la cama y se tapó con todas las sábanas que habían. En ese instante alguien abría la puerta para luego cerrarla de un portazo y pasarle seguro.
–No quiero hablar con nadie -se excusó-. –Pues conmigo vas a tener que hablar.
La voz gruesa del gigante hizo que su corazón se acelerara, realmente no tenía cara para verlo en estos momentos. Le quitó las sábanas de encima y lo miró con furia, mientras este se hacía un ovillo en la cama.
–Levantate, ahora -ordenó Yeol furioso-. –¿Q-qué hice? -preguntó Soo nervioso-. –No creas que no sé lo que hiciste anoche pequeño, serás castigado.
¿Castigado? pensó Kyungsoo.
Se levantó y se puso frente al más grande, este le dio la vuelta y lo lanzó a la cama de nuevo con fuerza. Buscó en los cajones y consiguió un cinturón con el cual amarró sus manos a la espalda, la fricción del cuero con la piel de sus muñecas le comenzaba a doler.
–Rompiste la regla principal de nuestro juego: sólo serás mío; ahora te tocará ser castigado.
Dicho esto, Chanyeol desnudó completamente al pequeño que se sentía nervioso y con mucho miedo. Tomó sus piernas y las levantó ligeramente, bajó sus propios pantalones y sin pensarlo se introdujo dentro de Kyungsoo sin pudor alguno.
Este gimoteo un poco y el mayor azotó fuertemente su trasero, volvió a gemir con dolor y fue sorprendido con otro golpe aún más fuerte.
–Si vuelves a gemir, te golpearé más fuerte, ¿te quedó claro? -dijo Yeol furioso y Soo asintió- dije que si te quedó claro. –S-si me quedó c-claro -habló el menor casi sollozando-.
Chanyeol embistió fuertemente la entrada de Kyungsoo, mientras este arañaba las sábanas y las mordía para evitar recibir otro golpe más. El castaño tomó el miembro de Soo y comenzó a masturbarlo al ritmo de sus embestidas, simplemente el pequeño no pudo resistirlo más y se volvió un desastre de gemidos.
Casi llegaba a su orgasmo cuando Chanyeol golpeó un punto en su interior, pero fue interrumpido cuando el mayor salió de él y comenzó a darle fuertes palmadas en el trasero que se volvían sumamente dolorosas para el. Yeol simplemente acabó encima de el y le soltó las manos y finalmente pudo descansar, pero al instante sintió un insoportable dolor debido a las palmadas.
No tenía ni las fuerzas para reclamarle algo cuando Chanyeol salió dando otro portazo. Se envolvió en las sábanas nuevamente y comenzó a llorar como nunca lo había hecho, se arrepentía de formar parte de este juego, pero sabía que no podía dejarlo.
PorqueseestabaenamorandodeChanyeol.
El sonido de su teléfono lo sacó de sus pensamientos y al revisarlo, tenía un mensaje.